mueren más de 30 reclusos
Mueren en incendio por motín en Argentina
Santiago del Estero, Argentina. Al menos 31 personas murieron durante un incendio provocado en medio de un motín con un intento de fuga en una prisión en la provincia argentina de Santiago del Estero.
Al menos 31 reclusos murieron quemados o asfixiados en un incendio intencionado en un penal de la capital de la provincia de Santiago del Estero, ubicada a 1.150 kilómetros al noroeste de la capital Buenos Aires, cuando intentaron fugarse -lo que fue reprimido por la policía.
Fuentes penitenciarias aseguraron que el incendio se produjo de manera intencionada en uno de los pabellones de la Cárcel de Hombres de Santiago del Estero, tras un frustrado intento de fuga de algunos internos. Las autoridades del penal ordenaron el corte del suministro eléctrico y de agua en todo el penal, medida que se mantenía en las primeras horas del lunes.
"Se trató de un motín con un intento de fuga que se originó en el pabellón 2, donde había 42 internos procesados", afirmó Rodolfo Camaño, director del penal, quien aseguró que ninguno de ellos logró fugarse. El incendio se originó cerca de las siete de la tarde del domingo, cuando presos de dos pabellones del penal situado a escasa distancia del centro de la capital provincial quemaron colchones dentro de las celdas como medida de protesta.
Los celadores intentaron desalojar los pabellones, pero se encontraron con la resistencia de los internos que reclamaban celeridad en sus causas y mejores condiciones de detención. El fuego se propagó a pabellones cuyos internos no se adherían en la protesta aunque varios de ellos sufrieron principio de asfixia.
En medio del caos, en el exterior, intentando calmar la molestia de cientos de familiares, también reprimidos por la policía incluso utilizando balines de goma, un sacerdote de la Secretaría de Derechos Humanos del Obispado de Santiago del Estero, utilizaba un megáfono para vincular a los representantes de los reclusos con sus familiares.
El cura se situó sobre uno de los muros de la cárcel y, con su megáfono, reprodujo los nombres de los presos que les dieron los familiares. Los reclusos que aún estaban en los pabellones afectados por el incendio respondían si sus compañeros estaban muertos, heridos o habían sido trasladados.
Al menos 31 reclusos murieron quemados o asfixiados en un incendio intencionado en un penal de la capital de la provincia de Santiago del Estero, ubicada a 1.150 kilómetros al noroeste de la capital Buenos Aires, cuando intentaron fugarse -lo que fue reprimido por la policía.
Fuentes penitenciarias aseguraron que el incendio se produjo de manera intencionada en uno de los pabellones de la Cárcel de Hombres de Santiago del Estero, tras un frustrado intento de fuga de algunos internos. Las autoridades del penal ordenaron el corte del suministro eléctrico y de agua en todo el penal, medida que se mantenía en las primeras horas del lunes.
"Se trató de un motín con un intento de fuga que se originó en el pabellón 2, donde había 42 internos procesados", afirmó Rodolfo Camaño, director del penal, quien aseguró que ninguno de ellos logró fugarse. El incendio se originó cerca de las siete de la tarde del domingo, cuando presos de dos pabellones del penal situado a escasa distancia del centro de la capital provincial quemaron colchones dentro de las celdas como medida de protesta.
Los celadores intentaron desalojar los pabellones, pero se encontraron con la resistencia de los internos que reclamaban celeridad en sus causas y mejores condiciones de detención. El fuego se propagó a pabellones cuyos internos no se adherían en la protesta aunque varios de ellos sufrieron principio de asfixia.
En medio del caos, en el exterior, intentando calmar la molestia de cientos de familiares, también reprimidos por la policía incluso utilizando balines de goma, un sacerdote de la Secretaría de Derechos Humanos del Obispado de Santiago del Estero, utilizaba un megáfono para vincular a los representantes de los reclusos con sus familiares.
El cura se situó sobre uno de los muros de la cárcel y, con su megáfono, reprodujo los nombres de los presos que les dieron los familiares. Los reclusos que aún estaban en los pabellones afectados por el incendio respondían si sus compañeros estaban muertos, heridos o habían sido trasladados.
5 de noviembre de 2007
©la nación
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