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murió lillian ellison


[Matt Schudel] La estrella de la lucha libre femenina. A los 84.
Conocida para generaciones de fans como la Fabulous Moolah [la Pasta Fabulosa], Lillian Ellison fue durante más de cincuenta años quizás la luchadora profesional más importante en la historia del mundo. Ellison, que tenía 84 cuando murió el 2 de noviembre en un hospital de Lexington, Carolina del Sur, por complicaciones de una operación de prótesis de hombro, continuó apareciendo en espectáculos de lucha libre hasta hace algunos meses. Vivía en Columbia, Carolina del Sur, en Moolah Drive.
Ganó un torneo para hacerse con el ‘título femenino mundial' de la lucha profesional en 1956 y, excepto por breves intervalos, conservó el cinturón de campeona durante casi tres décadas. La menuda Ellison tenía una personalidad poco común que llevaba a la multitud el frenesí, sea que la aclamaban por sus proezas o apabullándola con abucheos y palabrotas.
"Cuando me subía al ring, me arrojaban todo tipo de cosas, desde huevos podridos hasta naranjas podridas", dijo en una entrevista en 2005 en el programa ‘Fresh Air', de NPR. "Y cuando me bajaba, me daban golpecitos en la espalda y me decían: ‘Moolah, te adoramos'".
Conocida por su vasto repertorio de patadas y llaves no siempre legales, Ellison era igualmente astuta fuera del ring. Se encargó de su propia carrera a sus veinte, convirtiéndose en promotora, entrenadora y representante en el a veces sórdido mundo de la lucha profesional dominado por los hombres.
En 1995 fue la primera mujer incorporada al Salón de la Fama de la World Wrestling Entertainment (WWE). Hace dos años se le dedicó un documental sobre las primeras luchadoras, ‘Lipstick & Dynamite', y apareció en ‘Tonight Show' para promover la película.
La lucha de damas, como se la llama, ha tenido siempre una parte de pelea callejera. Ellison, 1.52 metros, que normalmente subía al ring de rojo de esmalte de uñas, demostró su talento en los elementos del deporte. Su llave característica era la ‘rompe-espalda', pero también era conocida por su llave de piernas y su rodilla tendedora, así como por toda una gama de patadas en el aire, tijeretazos y otras movidas llamativas. Nunca ofreció excusas por sus tácticas algo torcidas.
"Sí, hay reglas", dijo a NPR, "pero nadie las respeta, y yo soy una de esas... No me importa si tengo que estrangularte o sacarte los ojos, jalarte por el pelo o pegarte una patada debajo del cinturón. No me importa en absoluto".
Empezó su carrera a fines de los años cuarenta, después de trabajar ligeramente vestida de ‘ayudante' en séquitos de luchadores. Uno de sus primeros agentes consideró que el nombre Lillian Ellison era demasiado prosaico para la marquesina y le preguntó porqué se había metido al deporte.
"¡Por la pasta!", declaró Ellison. "Quiero pelear por la guita".

Mary Lillian Ellison nació el 22 de julio de 1923 en la arruinada comunidad de Tookiedoo, cerca de Blythewood, Carolina del Sur. Era la menor de trece hermanos y la única niña. De niña recogía algodón; su madre murió cuando ella tenía ocho.
Su padre la llevaba a peleas y en la adolescencia, Ellison -que ya era madre- empezó a trabajar en la periferia del mundo de la lucha libre. Entrenó con Mildred Burke, la primera mujer luchadora de la época, y reclamó la corona de Burke cuando esta se retiró en 1956.
Ellison rompió con uno de sus primeros representantes que le hacía prepotentes exigencias económicas y sexuales y se convirtió ella misma en una astuta promotora. Se encargó de la carrera del prominente luchador ‘Nature Boy' Buddy Rogers, entre otros, y siempre exigía el máximo.
"Creo que la clave de porqué fue capaz de surgir [en el mundo de la lucha libre] es que tenía un fuerte instinto comercial", dijo Ruth Leitman, directora del documental ‘Lipstick & Dynamite'. "Venía de una familia muy humilde. Tenía un alto concepto de sí misma".
La lucha de mujeres era ilegal en muchos estados, pero la popularidad de Ellison la ayudó a ser aceptada. En 1972, fue la primera mujer en aparecer en el Madison Square Garden después de que Nueva York revocara la prohibición de la lucha femenina.
Ellison siguió siendo una mujer muy atareada entrada en sus sesenta y setenta. En 1984, apareció en una pelea en MTV que se titulaba ‘The Brawl to End It All' [El bochinche que le pondrá fin a todo esto] y fue publicitada por la estrella pop Cyndi Lauper. Con una máscara y peleando con el nombre de ‘The Spide Lady', Ellison derrotó a Wendi Richter, que, enfadada, al término del match le arrancó a Ellison la máscara.
Fuera del ring la vida de Ellison era igualmente colorida. Se casó y tuvo una hija a los catorce. Se casaría y divorciaría cuatro veces más. Después de salir con el cantante de country Hank Williams Sr. durante un año, rechazó su petición de matrimonio.
Era amiga del rockanrolero Jerry Lee Lewis y, de acuerdo a su autobiografía de 2003, ‘The Fabulous Moolah: First Goddess of the Squared Circle', conocía a Elvis Presley de cuando este era todavía un camionero en Memphis. Escribió que Elvis había considerado la posibilidad de hacer una carrera en la lucha libre. Ella le aconsejó no abandonar la música.
Ellison tenía una academia de lucha libre en Carolina del Sur y durante muchos años compartió una casa con luchadoras como Johnnie Mae Young y Katie Glass, la enana que luchaba con el nombre de Diamond Lil. Entre sus amigos se encontraba la estrella de la lucha libre Andre the Giant, que visitaba a Ellison para Navidad, cuando ella invitaba a menudo a las luchadoras enanas a disfrazarse de elfos.
Le sobreviven su hija Maryetta Austin, de Conway, Carolina del Sur; seis nietos; y seis biznietos.
Ellison conservó su extraordinario físico pese a que sus lesiones incluían un cuello roto, clavícula rota, una rodilla dislocada, un hombro dislocado e incontables quebraduras de dedos de manos y pies, y costillas rotas.
Entrada en los ochenta, mantenía una maleta empacada en caso de que la llamaran, pidiéndole que se subiera a un ring a través de las cuerdas.

10 de diciembre de 2007
8 de noviembre de 2007
©washington post
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