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qué pasa con los presos de guantánamo


[Carol J. Williams] Mientras disminuye el número de prisioneros, muchos quedan atrapados en un limbo diplomático.
Bahía Guantánamo. Un punto decisivo de la estrategia antiterrorista del gobierno de Bush es la detención indefinida en el centro de detención norteamericano aquí ocurrió un apacible día de febrero cuando dos afganos y tres tayicos fueron llevados al otro lado de la bahía, con grilletes y los ojos vendados, para su traslado a casa en avión.
La partida de los hombres redujo la población de detenidos a 385 -lo que quiere decir que de los 777 individuos traídos aquí en los últimos seis años como amenazas para la seguridad, se han marchado más prisioneros que los que quedan. Desde entonces, al menos otros ochenta prisioneros han sido dejados en libertad.
Aunque en 2007 ingresaron cuatro nuevos prisioneros traídos desde cárceles clandestinas, las excarcelaciones y repatriaciones aceleraron una iniciativa diplomática que empezó el año pasado para amortiguar la indignación internacional sobre la práctica de la detención preventiva.
Mientras la Corte Suprema considera si permitir que los prisioneros restantes impugnen sus detenciones en tribunales federales, las negociaciones indirectas están aumentando la sensación entre los que están todavía detenidos en celdas de mallas de metal o en cárceles de alta seguridad amuralladas, de que serán dejados en libertad más pronto que las condiciones previamente establecidas de su liberación: una victoria de Estados Unidos en la ‘guerra global contra el terrorismo'.
"Vemos y oímos a los detenidos hablar sobre ‘cuando salga de aquí'", dijo el contraalmirante Mark H. Buzby, comandante del destacamento conjunto que administra la red de centros de detención e interrogatorio dispuestos en un tramo lleno de cactus en la costa. "No creo que alguno de ellos piense que esto es un pozo sin fondo, que van a estar aquí por el resto de sus vidas".
Pero mientras funcionarios del Departamento de Estado negocia con otros gobiernos para que acojan a sus ciudadanos, la población de Guantánamo está ahora dominada por militantes consumados, dijo Buzby.
"Los que quedan pertenecen a los núcleos más recalcitrantes de tipos malos que tienen más capacidad para hacer líos y atacar a los guardias", dijo Buzby, pronosticando que las repatriaciones resultarán en un fracaso cuando el contingente de detenidos se acerque a doscientos.
Los fiscales del Pentágono han dicho que no más de ochenta prisioneros serán probablemente acusados de crímenes de guerra y juzgados por comisiones militares. Observadores de derechos humanos predicen que serán muchos menos, quizás dos docenas, entre ellos los llamados quince detenidos sospechosos de haber desempeñado algún papel en los atentados del 11 de septiembre de 2001 y otros atentados importantes.
Eso sugiere que más de ciento cincuenta seguirán en el limbo jurídico de Guantánamo en los próximos años.
"Hay varios tipos que nunca serán enviados a casa porque vienen de países con terribles antecedentes de derechos humanos, donde no existe la intención de someterles a ningún proceso legal", dijo Zachary Katznelson, abogado de Reprieve, un grupo de derechos humanos que representa a los detenidos cuyo regreso a casa está sembrado de riesgos y obstrucciones diplomáticas.
Señaló la experiencia de Abdullah bin Omar, un tunecino de 51 años liberado en junio con la promesa del gobierno de que sería tratado humanamente. Bin Omar fue privado de alimentos y agua y amenazado con que su esposa e hijas serían violadas en su presencia a menos que firmara una confesión por cargos de terrorismo por los que fue condenado en ausencia durante su detención en Guantánamo, dijo Katznelson.
El prisionero argelino, Ahmed Belbacha, que fue sacado de Pakistán, donde trabajaba en 2001 como contable de una compañía petrolera, por agentes norteamericanos, ha estado tratando de impedir que se lo traslade a su país natal porque teme ser torturado debido a que se le sospecha de estar vinculado al Grupo Ejército Islámico, que ha estado luchando durante años contra los militares argelinos.
El sirio Maasoum Abdah Mouhammad, miembro de la oprimida minoría kurda, teme que nunca podrá marcharse porque las autoridades en Damasco, la capital siria, no adoptarán su causa.
Más de la mitad de los detenidos liberados este año han sido repatriados a Arabia Saudí, donde han sido incorporados a un programa para desalentar su retorno al extremismo. De los 123 saudíes traídos aquí, sólo quedan 23. La mayoría de los alrededor de cien afganos arrestados durante la caótica invasión norteamericana de su patria a fines de 2001, también han retornado a Kabul, y el traslado del resto está a la espera de que se termine la construcción allá de un centro de detención.
"El hecho obvio es que hay relaciones muy estrechas entre Estados Unidos y Arabia Saudí, y prácticamente ninguna relación entre Estados Unidos y Siria", dijo el abogado Matthew J. O'Hara, después de una visita hace poco al kurdo sirio que representa pro bono. "En lo que concierne a los intentos diplomáticos para liberar a los prisioneros de Guantánamo, los de países como Siria... están al fondo del barril".
Los yemeníes conforman el grupo más grande de prisioneros -97- en la última información oficial de su país natal, seguidos por unos 25 argelinos, 17 musulmanes chinos de la minoría uighur, 11 tunecinos, 13 paquistaníes, 10 libios y 10 sirios.
La perspectiva de una detención indefinida ha sido mencionada por los abogados de los prisioneros como una explicación de las recurrentes olas de intentos de suicidio y otros incidentes que los carceleros militares conocen como "conducta manipuladora auto-lesionante".
En los últimos dieciocho meses se han suicidado cuatro detenidos. Las huelgas de hambre en protesta por los maltratos y el entumecedor ocio y aislamiento han implicado hasta ciento treinta detenidos. Al menos dos que se han negado a comer por más de ochenta días han sido alimentados forzosamente, dijo el comandante de la Armada que es el oficial médico en la clínica de la prisión.
Los abogados de los prisioneros que restan han dicho que Estados Unidos tiene la responsabilidad de ofrecer alternativas a la detención indefinida o de enviar a los prisioneros a casa, donde pueden ser torturados o ejecutados.
"Estados Unidos creó este problema", dijo Katznelson sobre los prisioneros de Guantánamo, incluyendo a los más de setenta que han sido autorizados por las comisiones de revisión para ser liberados o transferidos. "Ahora están diciendo que no son terroristas, así que tienen que enviarlos a algún lugar. Es un terrible fracaso que Estados Unidos que no sea capaz de resolver este problema".
En lo que fue probablemente una interferencia burocrática más que un intento de solucionar el problema de adónde enviarlos, el Departamento de Seguridad Interior a otorgado a Belbacha, el argelino, una audiencia para oír su petición de asilo en Estados Unidos. Aunque esa sería la primera audiencia para un detenido de Guantánamo, la audiencia otorgada no fue acompañada de un permiso para salir de aquí para realizar en persona algunos de los trámites obligatorios.
Preguntas al Departamento de Estado sobre el estatus de las repatriaciones fueron desviadas hacia Milbert Shin, subdirector del departamento de crímenes de guerra. Respondió repetidas llamadas durante más de un mes diciendo que respondería más tarde, pero no lo hizo.
Un signo de una posible solución con el gobierno de Yemen se produjo en octubre, cuando la agencia oficial de noticias informó que se esperaba que cuarenta detenidos yemeníes fueran transferidos hacia fines de año.
Junto con las anticipadas transferencias de la mayoría de los afganos que quedan, la población aquí podría reducirse pronto a doscientos o algo así, dijo Buzby, es decir, algo más de un cuarto de los hombres de más de cuarenta países cuyas vidas fueron cambiadas para siempre por sus años en Guantánamo.

carol.williams@latimes.com

15 de diciembre de 2007
9 de diciembre de 2007
©los angeles times
cc traducción mQh
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1 comentario

sofia -

pienso que guantanamo es una carcel cruel, y no se respetan los derechos humanos, las personas no puden estar detenidas por el solo echo de ser sospechoso; sino tine que ver una ley justa para cada uno de ellos...