niña diosa se retira
[Sajani Shakya] La niña viajó a EE.UU. para promover un documental sobre la tradición que la convirtió en diosa.
Nepal. Una niña de 11 años de edad reverenciada en Nepal por budistas e hindúes como kumari, o diosa viviente, renunció a su posición divina, según informó un funcionario nepalés.
Tras ser adorada durante nueve años como encarnación de la diosa Kali, Sajani Shakya se halló en el centro de una controversia religiosa debido a un viaje que hizo a Estados Unidos para promover un filme sobre las diosas vivientes de Nepal.
Algunas autoridades religiosas censuraron el viaje, el cual consideran que atenta contra la tradición debido a que dada su condición de kumari debería vivir confinada en la ciudad santuario de Bhaktapur, cerca de Katmandú, y sólo salir de su palacio tres o cuatro veces al año.
"Ella ya dejó de ser una kumari", confirmó Dipak Pandey, un alto funcionario del sector cultural nepalés.
"Estamos tratando de encontrarle un reemplazo", añadió.
Rituales
En julio pasado, las autoridades religiosas aseguraron que la niña no sería despojada de su título porque estaba dispuesta a someterse a una ceremonia de ‘limpieza'.
Devota junto a Kumari
Grupos de derechos humanos están en contra de la reclusión de las niñas en palacios-templos.
Sin embargo, ahora -de acuerdo con Pandey- la familia de la niña desea que ella conduzca rituales religiosos por lo que se dejará su condición divina poco antes de lo que dicta la tradición.
Las diosas vivientes dejan de serlo generalmente cuando alcanzan la pubertad. Entonces, obtienen beneficios como una pensión vitalicia.
Las kumari son elegidas de entre la casta budista Shakya y deben reunir una treintena de atributos, entre ellos tener muslos de gacela y cuello de nácar.
Activistas de derechos humanos dicen que elementos de la tradición, como mantener a las niñas recluidas, equivale a abuso infantil.
Tras ser adorada durante nueve años como encarnación de la diosa Kali, Sajani Shakya se halló en el centro de una controversia religiosa debido a un viaje que hizo a Estados Unidos para promover un filme sobre las diosas vivientes de Nepal.
Algunas autoridades religiosas censuraron el viaje, el cual consideran que atenta contra la tradición debido a que dada su condición de kumari debería vivir confinada en la ciudad santuario de Bhaktapur, cerca de Katmandú, y sólo salir de su palacio tres o cuatro veces al año.
"Ella ya dejó de ser una kumari", confirmó Dipak Pandey, un alto funcionario del sector cultural nepalés.
"Estamos tratando de encontrarle un reemplazo", añadió.
Rituales
En julio pasado, las autoridades religiosas aseguraron que la niña no sería despojada de su título porque estaba dispuesta a someterse a una ceremonia de ‘limpieza'.
Devota junto a Kumari
Grupos de derechos humanos están en contra de la reclusión de las niñas en palacios-templos.
Sin embargo, ahora -de acuerdo con Pandey- la familia de la niña desea que ella conduzca rituales religiosos por lo que se dejará su condición divina poco antes de lo que dicta la tradición.
Las diosas vivientes dejan de serlo generalmente cuando alcanzan la pubertad. Entonces, obtienen beneficios como una pensión vitalicia.
Las kumari son elegidas de entre la casta budista Shakya y deben reunir una treintena de atributos, entre ellos tener muslos de gacela y cuello de nácar.
Activistas de derechos humanos dicen que elementos de la tradición, como mantener a las niñas recluidas, equivale a abuso infantil.
3 de marzo de 2008
©bbc
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