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critican maltrato de inmigrantes


[Teresa Watanabe] Estados Unidos no protege adecuadamente los derechos humanos de los no-ciudadanos, dice informe de Naciones Unidas.
Naciones Unidas. Estados Unidos no ha cumplido con sus obligaciones internacionales para proteger los derechos humanos de los inmigrantes, sometiendo a demasiados de ellos a prolongados períodos de detención en recintos inapropiados, privándoles de un proceso de apelación adecuado y garantías laborales, dijo el viernes un investigador de Naciones Unidas.
En el primer estudio de la organización internacional sobre el tratamiento que da Estados Unidos a sus 37.5 millones de inmigrantes que no son ciudadanos, el investigador de Naciones Unidas Jorge Bustamante reprochó particularmente lo que llamó el "abuso" de la detención de inmigrantes. Observando que la población anual de detenidos se ha triplicado en los últimos nueve años hasta llegar a 230 mil personas, llamó a Estados Unidos a eliminar la detención obligatoria de algunas categorías de inmigrantes y en lugar de eso incrementar el uso de alternativas, como los controles electrónicos.
Bustamante, que visitó Los Angeles el año pasado durante una misión de tres semanas de recopilación de datos, también instó a que se otorgue a los inmigrantes el derecho a contar con asesoría jurídica, audiencias más imparciales y mejores recintos de detención, especialmente para mujeres y niños.
"Estados Unidos carece de una estrategia a largo plazo clara y consistente para mejorar el respeto a los derechos humanos de los inmigrantes", dice su informe, que fue presentado el viernes al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra. Bustamante es el informador especial sobre derechos humanos de los inmigrantes de la organización.
En una declaración dirigida al consejo, la delegación norteamericana dijo que el informe era decepcionante.
El informe "se concentra en una pequeña porción de la población inmigrante en Estados Unidos y no hace ningún esfuerzo por reconocer aspectos positivos de la política norteamericana sobre la inmigración", dice la declaración. "Esto resulta en un panorama incompleto y parcial de los derechos humanos de los inmigrantes".
La delegación dijo que Estados Unidos tenía una de las políticas de inmigración más generosas del mundo y, entre 2000 y 2006, había entregado a inmigrantes más de once millones de permisos de residencia, ciudadanía, asilo, permisos de reasentamiento y la condición de estatus protegido temporal. Naciones Unidas calcula el número de inmigrantes en doscientos millones en todo el planeta; Estados Unidos es de lejos el mayor santuario, con 32 millones de inmigrantes en 2000.
La portavoz del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, Kelly Nantel, también criticó a Bustamante, diciendo que no consideraba adecuadamente la enorme cantidad de información que le habían entregado funcionarios estadounidenses sobre las protecciones a los inmigrantes que se han implementado en el país.
Entre estas se incluye el derecho a pedir una revisión administrativa de las decisiones sobre detención y deportación, junto con el acceso a tribunales federales para impugnar las órdenes de deportación.
Bustamante "ha hecho varias afirmaciones erróneas o confusas y ha llegado a conclusiones generalizadas que parecen estar basadas más en evidencias de tipo anecdótico de una pequeña muestra de individuos, sin ofrecer pruebas razonables y adecuadas", dijo Nantel.
A invitación del gobierno norteamericano Bustamante visitó el año pasado siete ciudades para entrevistar a decenas de inmigrantes, activistas de base, abogados de inmigrantes y funcionarios de gobierno. Recorrió la frontera mexicano-norteamericana y visitó un centro federal de detención en Arizona, aunque le negaron el acceso a centros de detención en Texas y Nueva Jersey.
En su visita de dos días a Los Angeles en mayo, Bustamante dijo que le preocupaban "los crecientes sentimientos anti-inmigración en Estados Unidos" y recogió testimonios sobre abusos, allanamientos del gobierno, separación de familias y otros problemas. En su informe, escribe que la xenofobia y el racismo para con los inmigrantes habían empeorado desde los atentados del 11 de septiembre, con efectos especialmente devastadores para los niños, los inmigrantes afro-caribeños, y aquellos percibidos como musulmanes o provenientes del sudeste asiático y de Oriente Medio.
Pero el informe también dice que dos leyes federales aprobadas en 1996 eran los cambios más importantes hacia un enfoque más estricto de la política norteamericana de inmigración. Entre otras cosas, las leyes aumentaron la cantidad de personas sometidas a prolongados periodos de detención obligatoria e indefinida, incluyendo personas que cometen una lista aumentada de delitos como faltas menores con drogas, dice el informe. Las leyes también reducen las posibilidades de apelación y limitan la autoridad de los jueces para otorgar a los inmigrantes el derecho a residir en Estados Unidos.
La creciente dependencia de la detención separa a las familias y cuesta a los contribuyentes norteamericanos 1.2 billones de dólares al año, dice el informe. En contraste, alternativas como el control electrónico, son mucho más baratas -casi un veinte por ciento de los costes de detención, según un informe de 2006 del Congreso.
Activistas de derechos humanos acogieron el informe como una importante e independiente voz que llama la atención de la opinión pública sobre los problemas de los inmigrantes.
"Estados Unidos proclama la importancia de los derechos humanos en el extranjero, pero esa retórica no corresponde con la realidad en su propia casa", dijo Clara Bhatnagar, de la Unión Americana de Derechos Civiles de Nueva York. "Todo lo que pedimos es que los derechos humanos también se respeten en casa".

teresa.watanabe@latimes.com

8 de marzo de 2008
©los angeles times
cc traducción mQh
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