guardia de fronteras mató a inmigrante
[Randal C. Archibold] Empezó juicio a guardia fronterizo que mató a un inmigrante ilegal en Arizona.
Tucson, Estados Unidos. En un tramo del desierto justo al norte de México, lo que empezó hace un año como una interceptación relativamente rutinaria terminó cuando un agente de la Patrulla Fronteriza disparó a quemarropa contra un inmigrante ilegal, causándole la muerte.
Si la conducta del agente fue homicidio o defensa propia será resuelto en el juicio que empezó esta semana en el cargado debate sobre la inmigración ilegal.
El agente, Nicholas W. Corbett, 40, fue acusado de homicidio en segundo grado, homicidio involuntario y homicidio por negligencia por el tiroteo que según la fiscalía no fue provocado por el inmigrante, Francisco Javier Domínguez, 22, en momentos en que se entregaba.
El fiscal, Grant Woods, ex fiscal general del estado, dijo el miércoles en el juicio que el agente Corbett había mentido a sus jefes sobre lo que ocurrió. La evidencias científica, dijo Woods, respaldaba convincentemente las versiones de los acompañantes de Domínguez, todos familiares.
"Todos respetamos a la Patrulla Fronteriza y a la policía, pero tú no matas a alguien que está tratando de entregarse", dijo al jurado.
El abogado del agente Corbett, Sean Chapman, dijo que el agente, que ha sido asignado a labores administrativas, disparó cuando Domínguez, enojado y frustrado ante la perspectiva de ser detenido, amenazó con "romperle el cráneo" con una piedra.
Las versiones de sus acompañantes no son fiables, dijo Chapman, porque fueron "corrompidas e influidas" por funcionarios consulares mexicanos que se reunieron con ellos después del incidente. El departamento del sheriff del condado de Cochise, agregó, "hizo una pésima investigación".
Las tensiones a lo largo de la frontera están aumentando. Grupos de derechos humanos a los dos lados de la frontera acusan a la Patrulla Fronteriza de utilizar métodos excesivamente agresivos. La dependencia dice que sus agentes deben defenderse de la creciente violencia de contrabandistas frustrados por el fortalecimiento de las medidas contra la inmigración ilegal.
La Patrulla Fronteriza no quiso comentar sobre el juicio, un raro proceso criminal de un agente por conductas durante horas de servicio. El único otro agente acusado de homicidio en un juicio reciente fue absuelto en 1994, también en Arizona.
La patrulla fronteriza registró 987 agresiones contra sus agentes el año pasado, a menudo con piedras -casi tres veces más que en 2002.
Según funcionarios, en los últimos dos años los agentes han matado a doce personas y herido de 116. Un portavoz de la patrulla, Ramón Rivera, dijo que no se disponía de otros datos.
La patrulla ha dicho que trata de responder con armas no letales cuando es posible, pero incluso eso ha causado fricciones. Este mes, México exigió que la patrulla deje de lanzar bombas lacrimógenas contra barrios en Tijuana para responder a los ataques con piedras contra los agentes.
También continúa el caso de otros dos agentes, José Compean e Ignacio Ramos. Los dos fueron condenados hace dos años en un tribunal federal de Texas por agresión, violación de los derechos civiles y otros cargos el asesinato de un contrabandista de drogas desarmado. Ese caso ha sido una causa célebre de los comentaristas conservadores, que han solicitado en vano que el presidente indulte a los agentes.
Cerca de una docena de partidarios del agente Corbett se manifestaron el martes en el tribunal, agitando banderas norteamericanas y letreros con las leyendas ‘Libertad para Corbett' [Free Corbett] y ‘Apoya a la Patrulla Fronteriza' [Suport the Border Patrol].
El agente Corbet asintió y saludó con la mano a varios mientras caminaba con sus abogados y luego miró brevemente la capilla que grupos de derechos humanos habían levantado en el lugar en homenaje a Domínguez.
Grupos de derechos humanos dicen que este caso es parte integral de una patrulla que recurre demasiado rápidamente a la fuerza letal. "Si el agente Corbett no es declarado culpable, será interpretado como un mensaje a los miembros de la Patrulla Fronteriza de que pueden hacer lo que quieran, incluyendo el asesinato de inmigrantes", dijo una observadora en el juicio, Cecile Lumer, de Ciudadanos por Soluciones Fronterizas [Citizens for Border Solutiones], una organización de Bisbee.
El agente Corbett y miembros de la familia de Domínguez se sentaron en lados opuestos en la sala del tribunal. La madre de Domínguez, María, sollozó cuando Woods exhibió una foto de su hijo, que trabajaba en una fábrica de Nueva York.
El tiroteo ocurrió a cien metros de la frontera. Woods dijo que Domínguez estaba tratando de llevar a sus familiares a trabajar en la región de Nueva York. Después de que la Patrulla Fronteriza los detectara y algunos miembros del grupo se dispersaran, el grupo de Domínguez trató de volver a México. El agente Corbett les dio alcance y descendió del vehículo con un arma en su mano, dijo Woods. Ordenó al grupo de diez que se arrodillaran y golpeó a Domínguez, para que obedeciera. El agente le disparó a Domínguez, agregó Woods, desde una distancia de menos de treinta centímetros. La bala le entró por la axila, le atravesó el corazón y se alojó en su abdomen. Domínguez murió en el lugar.
Chapman no discutió que el agente disparó a quemarropa contra Domínguez, pero dijo que fue en defensa propia porque Domínguez le iba a golpear con una piedra.
"Nicholas Corbett no quería matar a este hombre", dijo Chapman. "Pero si no lo hubiera hecho, hoy el muerto sería él".
Si la conducta del agente fue homicidio o defensa propia será resuelto en el juicio que empezó esta semana en el cargado debate sobre la inmigración ilegal.
El agente, Nicholas W. Corbett, 40, fue acusado de homicidio en segundo grado, homicidio involuntario y homicidio por negligencia por el tiroteo que según la fiscalía no fue provocado por el inmigrante, Francisco Javier Domínguez, 22, en momentos en que se entregaba.
El fiscal, Grant Woods, ex fiscal general del estado, dijo el miércoles en el juicio que el agente Corbett había mentido a sus jefes sobre lo que ocurrió. La evidencias científica, dijo Woods, respaldaba convincentemente las versiones de los acompañantes de Domínguez, todos familiares.
"Todos respetamos a la Patrulla Fronteriza y a la policía, pero tú no matas a alguien que está tratando de entregarse", dijo al jurado.
El abogado del agente Corbett, Sean Chapman, dijo que el agente, que ha sido asignado a labores administrativas, disparó cuando Domínguez, enojado y frustrado ante la perspectiva de ser detenido, amenazó con "romperle el cráneo" con una piedra.
Las versiones de sus acompañantes no son fiables, dijo Chapman, porque fueron "corrompidas e influidas" por funcionarios consulares mexicanos que se reunieron con ellos después del incidente. El departamento del sheriff del condado de Cochise, agregó, "hizo una pésima investigación".
Las tensiones a lo largo de la frontera están aumentando. Grupos de derechos humanos a los dos lados de la frontera acusan a la Patrulla Fronteriza de utilizar métodos excesivamente agresivos. La dependencia dice que sus agentes deben defenderse de la creciente violencia de contrabandistas frustrados por el fortalecimiento de las medidas contra la inmigración ilegal.
La Patrulla Fronteriza no quiso comentar sobre el juicio, un raro proceso criminal de un agente por conductas durante horas de servicio. El único otro agente acusado de homicidio en un juicio reciente fue absuelto en 1994, también en Arizona.
La patrulla fronteriza registró 987 agresiones contra sus agentes el año pasado, a menudo con piedras -casi tres veces más que en 2002.
Según funcionarios, en los últimos dos años los agentes han matado a doce personas y herido de 116. Un portavoz de la patrulla, Ramón Rivera, dijo que no se disponía de otros datos.
La patrulla ha dicho que trata de responder con armas no letales cuando es posible, pero incluso eso ha causado fricciones. Este mes, México exigió que la patrulla deje de lanzar bombas lacrimógenas contra barrios en Tijuana para responder a los ataques con piedras contra los agentes.
También continúa el caso de otros dos agentes, José Compean e Ignacio Ramos. Los dos fueron condenados hace dos años en un tribunal federal de Texas por agresión, violación de los derechos civiles y otros cargos el asesinato de un contrabandista de drogas desarmado. Ese caso ha sido una causa célebre de los comentaristas conservadores, que han solicitado en vano que el presidente indulte a los agentes.
Cerca de una docena de partidarios del agente Corbett se manifestaron el martes en el tribunal, agitando banderas norteamericanas y letreros con las leyendas ‘Libertad para Corbett' [Free Corbett] y ‘Apoya a la Patrulla Fronteriza' [Suport the Border Patrol].
El agente Corbet asintió y saludó con la mano a varios mientras caminaba con sus abogados y luego miró brevemente la capilla que grupos de derechos humanos habían levantado en el lugar en homenaje a Domínguez.
Grupos de derechos humanos dicen que este caso es parte integral de una patrulla que recurre demasiado rápidamente a la fuerza letal. "Si el agente Corbett no es declarado culpable, será interpretado como un mensaje a los miembros de la Patrulla Fronteriza de que pueden hacer lo que quieran, incluyendo el asesinato de inmigrantes", dijo una observadora en el juicio, Cecile Lumer, de Ciudadanos por Soluciones Fronterizas [Citizens for Border Solutiones], una organización de Bisbee.
El agente Corbett y miembros de la familia de Domínguez se sentaron en lados opuestos en la sala del tribunal. La madre de Domínguez, María, sollozó cuando Woods exhibió una foto de su hijo, que trabajaba en una fábrica de Nueva York.
El tiroteo ocurrió a cien metros de la frontera. Woods dijo que Domínguez estaba tratando de llevar a sus familiares a trabajar en la región de Nueva York. Después de que la Patrulla Fronteriza los detectara y algunos miembros del grupo se dispersaran, el grupo de Domínguez trató de volver a México. El agente Corbett les dio alcance y descendió del vehículo con un arma en su mano, dijo Woods. Ordenó al grupo de diez que se arrodillaran y golpeó a Domínguez, para que obedeciera. El agente le disparó a Domínguez, agregó Woods, desde una distancia de menos de treinta centímetros. La bala le entró por la axila, le atravesó el corazón y se alojó en su abdomen. Domínguez murió en el lugar.
Chapman no discutió que el agente disparó a quemarropa contra Domínguez, pero dijo que fue en defensa propia porque Domínguez le iba a golpear con una piedra.
"Nicholas Corbett no quería matar a este hombre", dijo Chapman. "Pero si no lo hubiera hecho, hoy el muerto sería él".
10 de marzo de 2008
28 de febrero de 2008
©new york times
cc traducción mQh
1 comentario
ECONO LODGE TUCSON -