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la familia del presidente


Legislador acusa a familia de Chávez de robar al estado. Pero no parecen tener demasiada substancia.
[Juan Forero] Barinas, Venezuela. Wilmer Azuaje tiene cara de bebé, y su casa aquí en esta capital provincial está decorada con elementos horteras, incluyendo una gigantesca pintura de una voluptuosa y desnuda rubia.
Podría fácilmente ser confundido con un estudiante universitario parrandero. El predio donde se ubica su casa incluye una piscina y una discoteca, y la cerveza fluye libremente para los amigos que lo visitan.
Pero el alegre ambiente esconde la seriedad de Azuaje, así como el hecho de que se ha convertido en una amenaza política. El parlamentario de 31 años, que quiere ser gobernador de este estado ganadero, está atacando a la familia más famosa de Venezuela: la del presidente Hugo Chávez.
Azuaje ha denunciado que cuatro hermanos del presidente, y su padre Hugo de los Reyes Chávez, que es actualmente gobernador, han convertido al estado en un feudo personal, que, como la capital, se llama Barinas. El congresista es uno de una multitud de críticos que dicen que la familia Chávez ha estado comprando grandes fincas y ocultando sus inversiones en ellas, posiblemente porque las propiedades pueden haber sido adquiridas con fondos públicos.
"Los hermanos del presidente se comportan como si fuesen los dueños de Barinas", dijo Azuaje, cuyas observaciones han sido particularmente punzantes porque es miembro del partido del presidente. "Actúan como si fuera su propio latifundio".
Esas acusaciones han arrojado una luz sobre lo que grupos de la oposición y algunos funcionarios de gobierno llaman la plaga de la corrupción que está manchando la idiosincrásica revolución de Chávez. Aunque el presidente ha arremetido a menudo contra la corrupción en los gobiernos que lo precedieron, las acusaciones de corruptela están cada vez más cerca de él.
La semana pasada, la Asamblea Nacional aprobó una investigación sobre las fincas y cómo fueron adquiridas.
Uno de los principales blancos de la acusación es Argenis, hermano del presidente, que es secretario de estado en Barinas. Argenis se ha defendido enérgicamente, a él mismo y a sus hermanos, de las acusaciones. Dijo que no poseía ninguna de las fincas que se le atribuía, y menos que las había adquirido ilegalmente.
"Este señor dice que tiene muchas pruebas, pero todavía no las ha presentado", dijo Argenis Chávez en una entrevista, refiriéndose a Azuaje. "Yo le digo que investigue, que investigue".
Transparencia Internacional, una organización que clasifica y lucha contra la corrupción en el mundo, tiene a Venezuela como uno de los países más corruptos y menos transparentes del mundo. Y en el movimiento de Chávez, dicen funcionarios, hay un debate cada vez más acalorado sobre el alcance de la corrupción y cómo combatirla.
El personaje mejor conocido que se ha pronunciado contra la corrupción es Luis Tascón, que es temido entre los grupos de oposición por haber publicado los nombres de los venezolanos que votaron contra el presidente en el referéndum de 2004. Tascón fue expulsado del partido del presidente después de haber denunciado la corrupción en la compañía estatal de petróleo y de varios funcionarios del círculo íntimo de Chávez.
"Hemos hecho una revolución política, pero no administrativa", dijo Tascón en su pequeño apartamento en Caracas, la capital del país. "Es el mismo estado de siempre, un estado que es corrupto y no tiene controles".
Para el Partido Socialista Unido de Chávez, las acusaciones son particularmente inquietantes porque se está preparando para las elecciones regionales de noviembre. La antes moribunda oposición espera conquistar varias gobernaciones.
Los gobiernos venezolanos han estado siempre marcados por la corrupción, dice Luis Vicente León, analista político y encuestador, pero lo que es nuevo es que quienes fueron antes estrechos aliados en el movimiento chavista del presidente están utilizando el estandarte de la corrupción para obtener ganancias políticas.
"Lo interesante es que un montón de gente está hablando sobre eso desde dentro del chavismo", dijo León. "La corrupción está dividiendo al chavismo".
Azuaje se ha transformado quizás en el más agresivo fiscal autodesignado, convocando ruedas de prensa, haciendo acusaciones en programas de televisión y visitando fincas que dice que los hermanos Chávez han comprado con fondos públicos. Los hermanos ocultan sus inversiones en las fincas colocando las escrituras a nombre de terceras personas, incluyendo a un humilde jornalero llamado Néstor Izarra, afirmó Azuaje.
En un momento en su recorrido más reciente, Azuaje condujo su todoterreno a una vertiginosa velocidad hacia el villorrio de Santa Lucía, donde se decía que estaba ubicada una de esas fincas. Entró a empujones en una asamblea de campesinos, resueltos partidarios del presidente que estaban planeando la ocupación de un extenso latifundio.
Para Azuaje era el foro perfecto para hablar sobre los hermanos del presidente.
"El presidente habla de la revolución y de decir la verdad, y de terminar con el latifundio. Bueno ¿saben ustedes cuántos latifundios tienen ellos aquí?", dijo Azuaje. "Los estoy denunciando porque un verdadero revolucionario tiene que denunciarlos, aunque lo llamen traidor".
Los campesinos aplaudieron y algunos dijeron más tarde que creían que los hermanos Chávez habían adquirido tierras ilegalmente -violando el espíritu de la revolución del presidente, que todos apoyan. De hecho, aunque varios cuestionaron a los hermanos Chávez, dijeron que creían que el presidente era honesto.
"Tienen el dinero", dijo Santiago Escalante, 34, sobre los hermanos del presidente. "No sé si lo robaron o qué, pero es ilegal".
Los aliados más estridentes del gobierno han definido las acusaciones de corrupción dirigidas contra la familia del presidente y otros funcionarios de gobierno como parte de una vil conspiración dirigida por la oposición para sacar ventajas políticas.
Diosdado Cabello, un estrecho aliado del presidente, llamó a Tascón "instrumento del imperio", refiriéndose a Estados Unidos. Y Mario Silva, anfitrión de un programa de televisión que crucifica a críticos del gobierno, dijo que Azuaje era un cocainómano. Azuaje respondió rápidamente mostrando análisis negativos sobre su presunta adicción.
Aunque el presidente también ha atacado a sus críticos, no se ha puesto en su camino.
La semana pasada, hablando para la televisión nacional, Chávez dijo que debería investigarse.
"Yo no defiendo a nadie automáticamente", dijo. "Mis hermanos están siendo acusados de comprar quién sabe cuántas fincas. Deberían defenderse a sí mismos. Deberían dar la cara".
Los hermanos incluyen a Aníbal Chávez, que es alcalde de Sabaneta, la ciudad natal del presidente; Adelis Chávez, un banquero del Banco Sofitasa, que recibe contratos del estado; y Narciso Chávez, que aspira a un cargo político en el estado de Barinas y que ha trabajado en proyectos oficiales con Cuba.
El hermano con mayor influencia política en el estado de Barinas es Argenis, que es considerado el verdadero poder detrás de la gobernación. Un quinto hermano, Adán Chávez, es el más influyente en el círculo íntimo de Chávez, pero vive en Caracas, donde es ministro de Educación.
Un día hace poco, después de su programa radial, Argenis Chávez, dijo que sólo poseía una finca de 250 hectáreas, no el enorme latifundio 567 hectáreas que según las acusaciones de Azuaje adquirió a través de una tercera persona.
"La oposición que tenemos aquí ha estado haciendo denuncias diciendo que poseo centros comerciales, medios de comunicación, y grandes fincas, no sólo en Barinas sino en todo el país, y que tengo una flota de todoterrenos", dijo Argenis Chávez. "Pero nunca he conducido un todoterrenos, ni en sueños".
En Barinas, donde mucha gente conoce íntimamente a la familia Chávez, es fácil encontrar a gente que rechaza a Azuaje, o que al menos están dispuestos a dar a los hermanos del presidente el beneficio de la duda.
Incluso en la asamblea de dirigentes campesinos en Santa Lucía, en medio de los aplausos por las acusaciones de Azuaje, algunos campesinos dijeron que no tenían motivos para desconfiar de la familia Chávez.
"A mí no me molestan de ninguna manera", dijo Eustorgio Tablante, 50. "No han hecho nada contra mí".
Sin embargo, hay cada vez más indignación, y ocurre entre gente como Arturo Monzón, que ha sido un partidario incondicional del presidente. Monzón se define a sí mismo como un revolucionario que quiere que Chávez derroque el viejo orden corrupto. No está contento con las últimas acusaciones.
"La situación ya no la controla el presidente", dijo Monzón. "Dijo que terminaría con la corrupción en este país, pero los primeros corruptos son sus hermanos".

20 de mayo de 2008
9 de abril de 2008
©washingtonpost
cc traducción mQh
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