rey de nepal abandona su palacio
15 de junio de 2008
El ex rey Gyanendra dijo que entregó su cetro real y corona de plumas de pavo, pelo de yak y joyas al gobierno nepalés cuando salió de su hogar en la capital hacia uno de sus palacios de verano en una boscosa colina en las afueras.
Allá contará con protección policial, pero vivirá como cualquier otro nepalés -aunque increíblemente rico y que, según creen algunos, seguirá gobernando.
La partida de Gyanendra fue el capítulo final de la última monarquía hindú del mundo, aunque quedó un vestigio: la amante de 94 años del depuesto abuelo del monarca, que murió hace más de medio siglo.
Pocos nepaleses conocían la existencia de la misteriosa mujer hasta que las autoridades anunciaron el miércoles que se le permitiría seguir viviendo en el palacio. La amante más joven del rey Tribhuvan, que reinó desde 1911 hasta su muerte en 1955, no tiene ni casa propia ni parientes que la reciban.
Sin embargo, casi nada más quedará de la dinastía que unificó Nepal y reinó durante más de 239 años. La mayor parte del palacio -una construcción de concreto rosado de los años setenta- será convertida en un museo.
El ex rey cruzó las puertas del palacio en un Mercedez-Benz blindado negro a eso de las 8:45 de la tarde, seguido por una escolta de la policía y el ejército. Algunos partidarios le gritaron a Gyanendra que permaneciera en el trono, pero la mayoría de los varios cientos de personas que se reunieron en el lugar saludaron su partida.
"No tengo intención de dejar el país", dijo Gynendra horas antes de la partida. "Seguiré en el país para ayudar a establecer la paz".
12 de junio de 2008
©los angeles times
cc traducción mQh
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