arrestan a mujer en caso archivado
15 de junio de 2008
Visitó la oficina del sheriff decenas de veces e hizo un número similar de llamadas. Gentry había sospechado siempre de la ex mujer -ahora de 76- de su hermano, que el mes pasado fue acusada de contratar a un asesino a sueldo para matarlo.
"Es algo que he estado esperando durante un largo tiempo", dijo Gentry.
Pero la persistencia de Gentry pudo haber conducido a los detectives a un descubrimiento mucho más escalofriante sobre Betty Neumar. Después de su detención, las autoridades se dieron cuenta de que los cinco matrimonios que tuvo desde los años cincuenta, terminaron todos por la muerte de sus maridos.
Las autoridades dijeron que habían notificado a la policía sobre el lugar donde Neumar vivió con los hombres. De momento, nadie ha dicho que las muertes sean sospechosas, pero algunos agentes están reabriendo los casos archivados.
Al Gentry se ha estado apareciendo durante años por la oficina del sheriff para hablar sobre el caso con cualquiera que quisiera escucharlo. El cuerpo de su hermano, con varias heridas de bala, fue encontrado en la casa de la pareja el 14 de julio de 1986.
Neumar, que estaba fuera de la ciudad el día que su marido fue asesinado, no mostró ninguna emoción a su regreso, dijo Al Gentry. Cuando estacionó frente a la casa de ladrillos de una planta en un tranquilo vecindario rodeado de flashes y lleno de agentes de policía, recordó, la mujer soltó que había estado en Augusta, Georgia, la noche anterior, antes incluso de que él dijera una palabra.
"Si ella hubiese salido del coche con lágrimas en sus ojos y me hubiese preguntado por qué alguien había matado a Harold, no habría sospechado nunca de ella", dijo. "Ese fue su error".
Harold Gentry conoció a Neumar -cuando era Betty Sills- en Florida y se casaron el 19 de enero de 1968 en el condado de Charlton, Georgia, cuando él tenía 29 y ella 36. La pareja se mudó a Norwood, a eso de una hora al este de Charlotte, a fines de los setenta después de que él se jubilara del ejército después de veintiún años de servicio.
Años después, recuerda Al Gentry, le contó a la familia que había sido enfermera y que su primer marido había muerto de cáncer. También dijo que había sido esteticista y que había vivido en Ohio, y tenía hijos de un matrimonio anterior. En varias ocasiones trabajó en una farmacia, condujo un bus escolar y fue camarera mientras Harold Gentry trabajaba conduciendo un camión de reparto para la Royal Chemical Co.
Al principio fue agradable, pero después se tornó "fría" con su hermano y su familia, dijo Al Gentry. Para 1986 el matrimonio se había torcido y Harold Gentry estaba viviendo en una caravana en el patio.
"Ella era el tipo de persona que gusta de las cosas vistosas, de las joyas y la ropa cara. Tenía los medios para vivir así, pero no fue suficiente", dijo Al Gentry. "Quería siempre más, más y más. Y encontró el modo de obtenerlo".
Tras el asesinato de Harold Gentry, Al Gentry y su hermano Richard dijeron que Neumar cobró al menos veinte mil dólares del seguro de vida, más otros beneficios de las fuerzas armadas, y vendió la casa de la pareja y otras cosas. Pero hace apenas unos años, según indican documentos de bancarrota, Neumar vivía sólo con una pequeño subsidio de la seguridad social -aunque tenía más de tres docenas de tarjetas de crédito y una deuda de cientos de miles de dólares.
En una audiencia a principios de mes, la fiscalía dijo que la mujer tenía al menos una cuenta bancaria en el extranjero.
Después de la muerte de Gentry, Neumar se volvió a casar dos veces más. Uno de sus maridos fue John Neumar, de 79, que murió en octubre. Las autoridades de la ciudad natal de Neumar, Augusta en Georgia, están examinando su muerte y los detectives allanaron su casa hace dos semanas y requisaron una urna con cenizas, dijo el teniente Scott Peebles, detective del departamento del sheriff del condado de Richmond.
La causa de muerte indicada era una sepsia -una enfermedad causada por una infección bacterial de la sangre y tejidos del cuerpo- y su cuerpo fue incinerado poco después de su muerte. Peebles dijo que los detectives examinarían los restos para ver si había "otros factores que contribuyeron a su muerte", incluyendo si había sido asesinado con arsénico, lo que causa síntomas como la sepsia.
"No descartamos nada hasta que no recibamos los resultados", dijo.
La pareja estuvo casada durante catorce años. Solicitaron la bancarrota en abril de 2000, y los documentos muestran que debían 206.300 dólares en 43 tarjetas de crédito. Habían declarado propiedades por 14.355 dólares, incluyendo un coche Lincoln Town de 1996, y tenían un ingreso combinado mensual de unos 1.800 dólares. La solicitud de bancarrota permitió que la pareja borrara las deudas.
Neumar fue acusada de haber encargado el asesinato de Gentry y se le ha impuesto una fianza de medio millón de dólares. En su primera comparecencia ante el tribunal dijo que había tratado de contratar a varias personas para matar a su marido, ofreciéndole a un asesino potencial dinero y una camioneta para hacer el trabajo.
No tiene abogado y un mensaje que la Associated Press entregó a uno de los gendarmes no fue respondido. La hija que tuvo con Harold Gentry, que también vive en Augusta, se negó a hacer comentarios sobre la detención de su madre.
El sheriff que reabrió el caso, Rick Burris, no dirigía el departamento en la época del asesinato de Gentry. Burris dijo que revisó el grueso expediente y leyó las transcripciones de entrevistas realizadas por la Oficina de Investigaciones del estado. Dijo que señalaban la probabilidad de que Neumar hubiese contratado a alguien para matar a su marido, pero la policía de la época no logró reunir suficientes evidencias como para acusarla. Asignó un detective al caso, que reexaminó las evidencias en el caso y realizó nuevas entrevistas.
"Ella fue sospechosa durante un largo tiempo, pero no teníamos suficientes evidencia. Ahora sí", dijo Burris.
Los hermanos Al y Richard Gentry dijeron que el dolor por su muerte todavía persiste en la familia. Pero después de la detención, la familia visitó la tumba de su hermano, donde Al Gentry dijo: "Hermano, la tenemos".
©associated press
cc traducción mQh
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