asesinado en una celda de la cárcel
Hamil R. Harris, Rubén Castañeda, Nelson Hernández y James Hohmann y Meg Smith contribuyeron a este reportaje. 3 de julio de 2008
Ronnie L. White, que fue encontrado inconsciente el domingo, murió por asfixia, y dos pequeños huesos de su cuello fueron rotos, de acuerdo a las conclusiones preliminares de la autopsia. Funcionarios del condado dijeron que había sido apartado de otros reos; sólo siete gendarmes y un número desconocido de inspectores tenían acceso a la zona donde se encontraba White.
La noticia de que White fue asesinado fue condenado prontamente por abogados de derechos civiles. El FBI empezó una pesquisa por derechos civiles y la policía del estado de Maryland se encargará de la investigación de la muerte de White a pedido de funcionarios del condado. Detectives de ambas agencias estuvieron entrevistando a los gendarmes en la cárcel la noche pasada, dijo Jack B. Johnson, alcalde del estado, en una rueda de prensa en la que anunció las conclusiones del médico forense.
"Vivimos en una democracia constitucional, y nadie tiene el derecho de ser juez y jurado a la vez", dijo Johnson.
Parado detrás de los adustos funcionarios de policía del condado, Johnson repitió varias veces que estaba enfadado. Dijo que no se sospechaba que los responsables de la muerte de White fueran policías.
Vernon Herron, director de seguridad pública del condado, dijo que no había cámaras de vigilancia enfocadas hacia la zona donde se encontraba White. Ningún funcionario carcelario ha sido suspendido o despedido, dijeron los funcionarios.
White, acusado el viernes de homicidio en primer grado por el asesinato del cabo Richard S. Findley, había sido recluido en una celda de aislamiento en el Centro Correccional del condado de Alto Marlboro, dijeron funcionarios de la prisión. Un gendarme lo controló veinte minutos antes de que fuera encontrado sin pulso en el suelo de su celda, dijeron funcionarios.
Funcionarios de la cárcel y hospitalarios dijeron el domingo que el cuerpo de White no presentaba signos visibles de golpes y que no podían descartar la posibilidad de que se hubiese suicidado.
La familia de White sospecha que fue asesinado. Aunque la noche pasada sus familiares se negaron a hacer comentarios, Dorothy White, tía de Ronnie White, dijo antes de que se conocieran los resultados de la autopsia, que la familia estaba convencida de que hubo juego sucio. "Inyectaron algo en su comida, pero no sé qué", dijo.
De acuerdo a los documentos de la acusación de la policía dados a conocer ayer, el viernes en la mañana White "aceleró intencionadamente" un enorme camión con licencia robada contra el agente, arrollándolo y arrastrándolo en un aparcadero en Laurel. Findley, 39, murió más tarde en un hospital.
White fue detenido por la policía del condado esa noche y trasladado a la cárcel de la localidad unas doce horas después. Fue encontrado inconsciente a eso de las diez y media de la mañana del domingo.
Ayer, algunos abogados de derechos civiles dijeron que el incidente, que tiene como protagonistas a un agente de policía blanco y a un negro, podría exacerbar las históricas tensiones entre los vecinos de la mayoría negra del condado y agentes de policía blancos.
A mediados de los años noventa, las relaciones empeoraron considerablemente cuando un negro sospechoso de robar en una casa fue golpeado brutalmente por agentes de policía después de haberlo esposado.
Cuatro agentes, tres de los eran blancos, fueron acusados en el caso. Un jurado racialmente mixto exculpó a los agentes, rechazando el testimonio de un agente de policía negro que dijo que vio a los agentes patear y golpear al sospechoso. Más tarde el sospechoso fue absuelto.
Esas tensiones se han mitigado considerablemente en los últimos años, a medida que la fuerza de policía incorpora a más personal de color y más dirigentes políticos negros acceden a funciones importantes. Johnson es negro, como Melvin C. High, el jefe de policía. Mary Lou McDonough, la alcaide, es blanca.
"El condado ha progresado enormemente en los últimos veinticinco años", dijo Earl Adams Jr., primer vicepresidente del capítulo de Prince George de la NAACP. "Es mejor aplazar cualquier conclusión de que esto es un tema racial".
Zalee Harris, activista que ha trabajado para formar un nuevo capítulo de la NAACP en el condado, dijo: "Potencialmente, este es un evento catastrófico entre los ciudadanos y la policía y el gobierno".
"Desgraciadamente, no será un conflicto del bien contra el mal", dijo. "Desgraciadamente se convertirá en un asunto racial".
Johnson expresó indignación no solamente por la "horrenda" muerte de un agente de policía sino también por el aparente asesinato del sospechoso en el caso. "Si esto da paso a una justicia de vigilantes, nuestra sociedad se desmoronará", dijo. "Si toleramos este tipo de acciones, los tribunales se harán superfluos".
White, que medía un metro 55 y pesaba 63 kilos, era considerado un reo peligroso porque su delito implicaba a un agente de policía, dijeron funcionarios de la prisión. Herron dijo que, en conformidad con el protocolo habitual, White debía ser trasladado a otra cárcel del condado. Permaneció en la de Prince George durante el fin de semana porque recién fue ingresado a la cárcel en la mañana del sábado.
Vicki D. Duncan, portavoz del Departamento de Prisiones, dijo que White estaba en una celda de 6.5 metros cuadrados con cuatro sólidas paredes y una gruesa puerta con un ventanuco y una ranura para la bandeja de comida.
Duncan no pudo decir cuándo fue la última vez que los gendarmes abrieron la puerta. "La abren cuando lo necesitan", dijo. "No llevamos el registro de cuándo se abren las puertas".
El asesinato de White es el último de una serie de problemas en el centro correccional. Esta año, un gendarme que fue presuntamente miembro de la pandilla callejera de los Bloods fue detenido por proporcionar celulares a los reclusos; otro fue acusado de asalto a mano armada y agresión; dos reos fueron descubiertos con llaves; y una detenido quedó herido cuando fue atacado por siete miembros de una pandilla en una zona de retención. El 4 de junio, el director del departamento de prisiones fue despedido después de constatarse la desaparición de cuatro pistolas de la armería de la cárcel.
Un empleado de la cárcel que habló a condición de conservar su anonimato dijo que cualquier agente podía entrar a la unidad donde estaba White. "Es muy fácil entrar ahí", dijo el empleado, que no está autorizado para hablar en público. "Si quieres llegar a alguien ahí, no tienes ningún obstáculo".
Sin embargo, la fuente dijo que para entrar a la celda de White se habría necesitado una llave de la cabina de control de máxima seguridad o de agentes asignados a la unidad o habría tenido que romper el candado.
El sargento Curtis Knowles, presidente de la Asociación de Agentes Carcelarios, dijo que dos agentes de prisiones estaban asignados a la unidad donde se encontraba White. Knowles dijo que uno de los gendarmes está en sus veinte, el otro en sus treinta. Ambos tiene antecedentes impecables, dijo Knowles.
Knowles dijo que el chequeo de las 10:15 de la mañana fue apuntado en una bitácora computarizada. A las 10:35 un guardia llevó el almuerzo a la celda de White. White no respondió a los golpeteos en la puerta, dijo Knowles. El gendarme informó entonces a su compañero que tenía que entrar a la celda, dijo Knowles. Eso no habría sido inusual, porque los reclusos a menudo se quedan dormidos, dijo Knowles.
El gendarme encontró a White sentado en el suelo, inconsciente y sin pulso, dijo Knowles. White fue llevado en ambulancia al Centro Médico de Prince George, donde se constató su muerte.
White estaba vestido con el uniforme naranja de la cárcel y en la celda tenía mantas y sábanas, dijo Knowles. El domingo el coronel Gregory Harris, el subdirector de operaciones de la cárcel, dijo que en la celda de White no se permitían ropas ni cuerdas.
Dimitri L. Contostavlos, forense médico jubilado del condado de Delaware, Pensilvania, dijo que el estrangulamiento deja normalmente hematomas provocadas por cuerdas o implementos similares, manos o brazos o pies. El estrangulamiento va acompañado a menudo de una fractura o rotura de la hioides, la tiroides y el cricoide, que forman la laringe, dijo.
"Normalmente, se tiene que ejercer presión durante varios minutos" para matar a alguien, dijo Contostavlos. "Someter a otro adulto está más allá de las posibilidades de la mayoría de la gente".
1 de julio de 2008
©washington post
cc traducción mQh
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