pinochetistas en el ppd
Los miembros de la comisión nacional de DDHH del PPD acordaron también felicitar al senador Eduardo Frei Ruiz-Tagle y a la senadora Soledad Alvear, de la Democracia Cristiana.
[Mario H. Concha Vergara] Profundo malestar causó en las filas de la comisión nacional de Derechos Humanos del PPD que dos de sus parlamentarios, los senadores Roberto Muñoz Barra (ex miembro de Investigaciones) y Guido Girardi, se hayan sumado a los votos de quienes querían llevar a la Corte Suprema al retrógrado juez Alfredo Pfeiffer, que tiene un triste récord como protector de los violadores de los derechos humanos registrados durante la dictadura de Augusto Pinochet. Pero eso no es todo. Hubo malestar, también, por la posición asumida en la votación del Senado de parte del presidente del Partido Socialista, Camilo Escalona, y del senador de ese mismo partido Juan Pablo Letelier, cuyas abstenciones podrían haber convalidado el desaguisado de haber nombrado a Pfeiffer, quien entre otras perlas manifestó que no reconocía los tratados internacionales contra crímenes de lesa humanidad así como a los tribunales internacionales que juzgan este tipo de delitos, como los ocurridos en Chile. Pfeiffer, como se recordará, en 1978, en pleno apogeo de la dictadura y en medio de los grandes asesinatos cometidos por ella, fue designado como el mejor juez de la república. Es más, dicho magistrado aplicó de manera arbitraria la Ley de Amnistía de la dictadura que favorecía a los violadores de los derechos humanos, que hasta hoy son buscados por los tribunales internacionales. Los miembros de la comisión nacional de DDHH del PPD acordaron también felicitar al senador Eduardo Frei Ruiz-Tagle y a la senadora Soledad Alvear, de la Democracia Cristiana, que con su posición lograron parar el nombramiento del juez preferido de la dictadura. Los pepedeístas, defensores de los derechos humanos, reconocieron que esos parlamentarios que votaron en favor del pinochetismo nunca vivieron los rigores de la dictadura ni perdieron seres queridos o fueron, ellos mismos, encarcelados y torturados; es más, un dirigente los consideró "pinochetistas facciosos dentro del partido". Para la comisión nacional de DDHH del PPD aquí se planteó un problema ético de gran gravedad, porque los concertacionistas que votaron en favor de un cómplice en las violaciones de los derechos humanos, entre quienes estaban también José Antonio Gómez y Guillermo Vásquez del Partido Radical Socialista Democrático, y Hosaín Sabag, de la Democracia Cristiana, no entendieron que la ética no está en votar por cumplir un compromiso contraído con la derecha. Lo ético es buscar el bien común y en este caso ese bien está en el enjuiciamiento de los cientos o tal vez miles de violadores de los DDHH que se pasean por la impunidad, gracias a personas inescrupulosas y poco éticas que llegan a altas posiciones políticas y judiciales sin importarle el dolor de las víctimas.
conchamh@gmail.com
12 de agosto de 2008
©la nación
0 comentarios