lo mataron para que no hablara
13 de agosto de 2008 la orden la dieron generales 13 de agosto de 2008
El juez Claudio Pavez procesó a cinco oficiales, entre ellos dos generales, por el secuestro y muerte del coronel del Ejército Gerardo Huber, quien conocía aspectos de la venta ilegal de armas a Croacia a inicio de los años 90.
Huber, entonces jefe de Adquisiciones de Logística del Ejército, estuvo desaparecido 22 días en 1992, tras haber prestado declaraciones ante la justicia por el tráfico de armas a Croacia, violando el embargo de Naciones Unidas.
El militar desapareció de la casa de veraneo de un amigo en el Cajón del Maipo. Su cadáver apareció tres semanas después, flotando en un río, con el cráneo destrozado, al parecer por un proyectil de alto impacto disparado a distancia.
El proceso se caratuló durante 13 años como suicidio, hasta que el juez lo cambió a homicidio calificado, a pocas semanas de asumir la causa, en diciembre de 2005.
Los militares procesados, todos actualmente en retiro y que serán notificados en las próximas horas, son los generales Eugenio Covarrubias y Víctor Lizárraga, jefe y subjefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE); Carlos Krumm, ex jefe de Logística; el brigadier Manuel Provis, ex jefe del Batallón de Inteligencia y el coronel Julio Muñoz, amigo personal de la víctima, encausado como cómplice de asociación ilícita.
©la tercera
[Jorge Escalante] Santiago, Chile. Sin embargo, el francotirador -autor material del crimen- aún está en libertad. Huber fue asesinado para proteger a "generales".
Así lo señala la investigación del juez Claudio Pavez quien estableció que Huber, acosado por la inteligencia del Ejército por colaborar en el proceso por tráfico de armas a Croacia, se escondió en una casa del Cajón del Maipo. Cinco oficiales (R) serán procesados por el homicidio.
El coronel (R) y ex agente no operativo de la DINA Gerardo Huber Olivares fue asesinado a distancia con un tiro en la cabeza de alta velocidad por un "sniper" o francotirador altamente capacitado, para ello fue convencido mediante "engaño" -el 29 de enero de 1992- que concurriera al puente El Toyo en el sector de San Alfonso del Cajón del Maipo.
Su asesinato correspondió a una "conspiración" en la que participaron altos oficiales en servicio activo del Ejército, con el fin de "neutralizar a Huber como si fuese un enemigo" para proteger a "generales de su institución" involucrados en el tráfico de armas a Croacia descubierto en diciembre de 1991.
Los antecedentes fueron establecidos por el juez Claudio Pavez en el auto de procesamiento por el homicidio de Huber dictado en contra de tres generales, un brigadier y un coronel, todos en retiro.
Francotirador
Sin embargo, el juez aún no resuelve la identidad del francotirador autor del disparo, como se desprende de su dictamen.
El magistrado procesó por el homicidio de Huber al ex jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), general Eugenio Covarrubias Valenzuela; al ex subdirector de la DINE, general Víctor Lizárraga Arias; al ex jefe de la Dirección de Logística del Ejército, general Carlos Krumm Rojas; al ex jefe del Batallón de Inteligencia del Ejército (órgano ejecutivo de la DINE en la década de los años 90), brigadier Manuel Provis Carrasco; y al coronel y amigo personal de Huber, coronel Julio Muñoz Bustamente.
Los cinco ya habían sido encausados por Pavez el 6 de marzo de 2006 como integrantes de una asociación ilícita para delinquir, en concurso con el crimen de Huber, quien al momento de su muerte era el jefe del Departamento de Adquisiciones de la Dirección de Logística del Ejército.
Como tal, el oficial superior tuvo conocimiento de la operación encubierta para sacar armamento institucional por orden del dictador Augusto Pinochet y enviarlo a Croacia a través de traficantes internacionales y la colaboración de la Fábrica de Armamento y Maestranza del Ejército (Famae).
Al comprobar Huber que era acosado con intenciones de hacerlo desaparecer por su disposición para colaborar en el proceso por este tráfico de armas, se ocultó en una casa del sector de San Alfonso. En su investigación Pavez estableció que la operación para eliminar a Huber correspondió a aquellas ocurridas durante la década de los noventa dirigidas desde la inteligencia del Ejército.
Así se hizo, sostiene el juez, "con aquellas personas que constituían un peligro para oficiales de alto rango, o que dieran datos para aclarar situaciones delictivas".
Al no tener aún determinada la identidad del ‘sniper’, el juez procesó a los cuatro primeros nombrados anteriormente en calidad de autores inductores "ordenan a otros ejecutar el delito".
Al coronel Muñoz lo encausó de encubridor. De acuerdo a fuentes militares, los cinco oficiales (R) serán arrestados mañana jueves, citados para ello en dependencias del Ejército.
©la nación
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