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nuevo capítulo en crimen de cape cod


Caso de asesinato en Cape Cod tiene nuevo capítulo.
[Corey Kilgannon] Truro, Massachusetts, Estados Unidos. Peter Manso ha cortejado siempre la controversia para fomentar sus libros, incluyendo sus biografías de Norman Mailer y Marlon Brando y una provocadora descripción de Provincetown, en la punta de Cape Cod.
Y no falta polémica en torno al libro que está escribiendo para Simon & Schuster sobre el comentado crimen de Christa Worthington, una escritora sobre moda que fue violada y asesinada aquí en 2002, justo al sur de Provincetown.
El libro, que Manso promete que será una "bomba", acusando a un sistema judicial corrupto e inepto plagado de favoritismo y corrupción. El autor ha estado entregando algunos bocados escandalosos a la prensa y basureando abiertamente a funcionarios policiales, diciendo que controlan esta ciudad costera como un "suburbio racista de Mississippi".
Pero Manso ha tropezado con algunos de esos mismos agentes de policía. La semana pasada, un gran jurado del condado de Barnstable lo acusó de doce cargos, incluyendo delitos graves, el más importante de los cuales -posesión de un arma de guerra- puede terminar en una sentencia a diez años de prisión.
Los cargos se derivan de un allanamiento efectuado por la policía en la casa de Manson en Truro en diciembre pasado. Inicialmente fue acusado en un tribunal de distrito local, pero el caso repercutió y fue transferido al Tribunal Superior.
"¿Cuándo oíste por última vez que alguien pudiera ser condenado a diez años de cárcel por no renovar su permiso para portar armas?", preguntó Manso, que dice que ha sido "acusado en falso y perseguido selectivamente por el mismo fiscal que está en el centro de mi libro".
Ese fiscal de distrito es Michael O’Keefe, cuya jurisdicción es Cape Cod y al que Manso ha acusado repetidas veces de estropear el caso de la señora Worthington, de 46 años.
Durante el juicio Manso ayudó al equipo de la defensa, que alegó que McCowen tenía una relación sexual consensual con Worthington, y que no fue él quien la mató. Después del veredicto Manso lo echazó y continuó recopilando evidencias para fundamentar sus reclamos de que el veredicto fue el resultado de una investigación impropia, corrupción policial, torpeza del laboratorio de criminalística y el racismo del jurado.
Manso dice que la acusación de posesión ilegal es una represalia por su cruzada, y que ha revelado un punto débil fuera de temporada de esta tierra de vacaciones con rollos de langosta y veleros.
"Quiero decir, aquí tienen casas gente como Noam Chomsky y Doris Kearns Goodwin, y aquí reina el caos", dijo Manso en una conferencia telefónica desde Berkeley, California, donde también posee una casa.
Localizado por teléfono el martes, O’Keefe no quiso hacer comentarios, excepto para decir que Manso "sobreestima su importancia". Agregó que el caso lo lleva la oficina del fiscal de distrito del condado de Plymouth para evitar un conflicto de intereses.
Una funcionaria de la oficina del fiscal de distrito de Plymouth, Bridget Norton Middleton, dijo el martes que Manso fue acusado en base a la evidencia requisada y que debía volver al Tribunal Superior de Barnstable el 1 de octubre para ser informado de los nuevos cargos. La acusación más grave se relaciona con un rifle de asalto semi-automático AR-15 que Manso guardaba en el armario de su dormitorio -cargado, según la policía-, además de cuatro cargadores de munición.
Manso llamó al arma "una afectación literaria" que compró legalmente antes de que una nueva ley convirtiera en ilegal su posesión, después de ver uno de esos rifles en manos de Michael Korda, el editor en jefe de Simon & Schuster, que publicó la biografía de Manso sobre Brando.
"Escuche, Michael Korda tenía uno, Hunter Thompson tenía uno. Pensé que tener uno sería chévere", dijo Manso.

La policía encontró el arma -junto con una pistola calibre 38 en un cajón del escritorio, y un rifle calibre 22 en la estantería de un armario- en la casa de Manso en Longnook Road aquí, mientras pasaba el invierno en California.
La policía dice que respondieron al sistema de alarma de Manson, entraron a la casa y vieron el rifle cargado en una estantería del armario. Obtuvieron una orden de allanamiento y volvieron, encontrando las otras armas. Manso fue acusado de "posesión de un rifle de alto poder", por la posesión del rifle de asalto. Otras acusaciones tienen que ver con la expiración de sus permisos para poseer armas de fuego y con que las armas no tenían seguros en el disparador. Tampoco habían sido guardadas adecuadamente.
Manso dijo que obtuvo los permisos para poseer armas de fuego cuando eran legales y que no se enteró del cambio de las leyes estatales de Massachusetts en 1998, que impusieron la obligación de renovar la inscripción de las armas cada cuatro años.
Manso dijo que fue "tonto" no haber descargado ni guardado las tres armas, pero observó que él no tiene antecedentes criminales y que la policía de Truro sabía desde hace años que él tenía esas armas. De hecho, dijo, el jefe de policía, John J. Thomas, lo ayudó a conseguir el permiso, ahora caducado.
El jefe de policía Thomas no respondió nuestras llamadas pidiéndole que comentara esos dichos. Gary Palmer, miembro de la comisión de concejales de Truro, dijo que los agentes de policía habían actuado correctamente en el manejo tanto del caso de Worthington como en el caso de las armas de Manso.
"Creo que se está agarrando de un clavo ardiendo con esas acusaciones de corrupción", dijo Palmer sobre Manso. "Es un caso terminado. Él tenía un rifle de asalto cargado y no tenía un permiso. A ese tipo de atraen las polémicas, pero esta vez se acercó demasiado".
El caso de Manso es una extraña coda para uno de los casos de homicidio más llamativos de Massachusetts en décadas. La señora Worthington, una heredera educada en Vassar que había trabajado para Elle y era una escritora independiente para Harper’s Bazaar, The New York Times y otras publicaciones, tuvo un hijo fuera del matrimonio; el padre era un pescador de la localidad. El cuerpo de Worthington fue encontrado en un charco de sangre, apuñalada, mientras el niño de dos años trataba de arrullarla. McCowen, entonces de 33 años, fue detenido tres semanas más tarde.
Después del veredicto, los familiares de varios jurados contaron a Manso que algunos jurados tenían prejuicios raciales, lo que Manso transmitió al juez Gary A. Nickerson, que interrogó a los jurados en una audiencia. El juez determinó posteriormente que no había motivos para un segundo juicio.
Manso, 67, ha vivido irregularmente en Provincetown desde su niñez y es conocido tanto por su franqueza como por su Porsche Carrera plateado y sus casas lujosas.
Desde la publicación de la biografía de Brando en 1994, Manso ha sido citado frecuentemente en las páginas sociales en controversias sobre el actor, que murió en 2005, y su familia. El libro de Manso de 2002, ‘Ptown: Art, Sex, and Money on the Outer Cape’, descosió a la elite gay de Provincetown.
Y su biografía de 1985, ‘Mailer, His Life and Times’ -que Simon & Schuster volverá a publicar este otoño con un nuevo prefacio escrito después de la muerte de Mailer el año pasado- enfureció a Mailer, con quien Manso compartió alguna vez una casa en Provincetown. Mailer escribió cartas a los diarios diciendo que eran "enemigos confirmados".
Manso dijo que la fiscalía estaba tratando de desacreditarlo a él y a su libro y le había hecho difícil seguir reporteando y escribiendo. El último capítulo, dijo, giraría sobre su propio caso, un informe que escribirá a medida que el caso vaya progresando.
La publicidad sobre el caso no le hará mal, reconoció Manso. "Sólo me ayudará a vender el libro", dijo. "Si acaso lo puedo terminar".

29 de septiembre de 2008
28 de agosto de 2008
©new york times 
cc traducción mQh
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