asesinatos y suicidios por crisis financiera
17 de octubre de 2008
En Massachusetts, una ama de casa que había ocultado a su marido la creciente crisis financiera de su familia envió una nota a la compañía hipotecaria diciendo: "Para cuando me desalojen, habré muerto".
Luego, Carlene Balderrama se suicidó de un tiro, dejando sobre una mesa su póliza de seguro y una carta de suicidio.
En todo el país las autoridades están cada vez más preocupadas de que las dificultades financieras del país se puedan volver violentas, y están instando a la gente a buscar ayuda. En algunos lugares, las líneas telefónicas de ayuda en salud mental están congestionadas, los servicios psicológicos están abarrotados y los refugios contra la violencia intrafamiliar están llenos.
"Algunas personas dicen que esta situación se parece mucho a lo que pasó el 11 de septiembre de 2001", dijo la Reverendo Canon Ann Malonee, vicaria de la Iglesia de la Trinidad en el corazón del distrito financiero de Nueva York. "Tienen la sensación de que les quitaron la alfombra sobre la que estaban parados".
Sin tener a quién recurrir, mucha gente está llamando a las líneas telefónicas para suicidas. Los Samaritanos de Nueva York han visto aumentar las llamadas en un dieciséis por ciento con respecto al año pasado, muchas de ellas relacionadas con asuntos de dinero. Este año la Centralita de Miami ha registrado más de quinientas llamadas relacionadas con desalojos.
"Un montón de gente nos llama para decirnos que han perdido todo. Que están perdiendo sus casas, que van a ser desalojados, que han perdido sus trabajos", dijo Virginia Cervasio, directora ejecutiva de una centro para la prevención del suicidio en el condado de Lee, en Florida.
Pero la tragedia no hace más que agravarse:
-La semana pasada, en Los Angeles, un agente monetario mató a tiros a su mujer, sus tres hijos y su suegra para suicidarse posteriormente.
Karthik Rajaram, 45, dejó una carta de suicidio diciendo que tenía problemas económicos y que había pensado en suicidarse a sí mismo. Pero dijo que decidió matar a toda su familia porque era más honorable, informó la policía.
Rajaram había trabajado en un importante despacho de contabilidad y para Sony Pictures, y había sido socio de una compañía financiera. Pero se había quedado sin trabajo en los últimos meses, dijo la policía.
Después de los asesinatos y suicidio, funcionarios policiales y de la salud mental de Los Angeles tomaron la inusual medida de instar a la gente que buscaran ayuda para sí mismos o para sus familiares si se sentían abrumados por las sombrías perspectivas económicas. Dijeron que tenían miedo de que el fenómeno pudiera repetirse.
"Detrás de mí hay una familia americana perfecta que ha sido destruida, aparentemente porque el hombre no vio salida a su desesperación", dijo el subcomisario de policía Michel Moore. "Es crucial intervenir y reconocer que estamos atravesando tiempos muy difíciles".
-En Tennesse, una mujer se disparó a sí misma la semana pasada cuando los alguaciles del sheriff llegaron a su casa para desalojarla.
Pamela Ross, 57, y su marido estaban luchando contra la ejecución de la hipoteca sobre su casa cuando los alguaciles del sheriff de Sevierville llegaron a su casa para desalojarles. Estaban al otro lado de la calle cuando oyeron un tiro. Encontraron muerta a Ross, con un impacto de bala en el pecho. El caso fue todavía más trágico porque la pareja había recibido diez días más para recurrir.
-En Akron, Ohio, una viuda de noventa años que se disparó un tiro el 1 de octubre se está recuperando. Un congresista contó la historia de Addie Polk en la Cámara de Representantes antes de que los legisladores aprobaran el plan de rescate de setecientos mil millones de dólares. La sociedad hipotecaria Fannie Mae canceló el desalojo, perdonó su deuda y dijo que le permitiría seguir viviendo en su casa.
-En Ocala, Florida, Roland Gore mató a tiros, en marzo, a su esposa y su perro y luego incendió la casa de la pareja, de la que iba a ser desalojado, antes de suicidarse. Su caso es uno de una serie en que los maridos han matado a sus esposas y mascotas, destruyendo la propiedad o que han atacado a la policía antes de suicidarse.
"La tensión económica aumenta hasta que la persona cree que ya no puede seguir adelante, y que su familia estaría mejor muerta que seguir viviendo en medio de dificultades económicas", dijo Kristen Rand, directora legislativa del Centro de Políticas sobre la Violencia [Violence Policy Center], de Washington.
El Dr. Edward Charlesworth, psicólogo clínico en Houston, dijo que la crisis actual está alimentando un estado de ansiedad crónica entre personas que se sienten impotentes y con pánico, así como indignadas porque el gobierno las dejó caer.
"Creen que en esta gran sociedad en la que vivimos debería proteger más a los individuos que a las compañías", dijo.
No está claro todavía si hay algún lazo estadístico entre los suicidios y la crisis financiera, ya que las cifras nacionales sobre suicidio se entregan cada dos años. Pero históricamente los suicidios aumentan en épocas de penuria económica. Y la actual crisis financiera ya ha sido llamada la peor desde la Gran Depresión.
Los frecuentes pagos morosos y la reducción del valor de las casas están en el centro de esta situación. El mes pasado, más de cuatro millones de estadounidenses se atrasaron en el pago de sus hipotecas, de acuerdo a la Asociación de Banqueros Hipotecarios [Mortgage Bankers Association].
Un récord de medio millón de personas habían entrado en el proceso de ejecución de la hipoteca. Y se espera que esa tendencia continúe el próximo año, pese a los actuales programas del gobierno y de la industria crediticia para refinanciar a los propietarios morosos con nuevos préstamos más asequibles.
Orientadores de Catholic Charities USA informan haber visto un "aumento significativo" en la necesidad de orientaciones sobre vivienda.
Un orientador dijo que la mitad de sus clientes estaban tomando algún anti-depresivo o medicamentos contra la ansiedad. La agencia ha constatado una reducción general del financiamiento, pero ha extendido sus servicios sobre hipotecas y recibido, a fine de 2007, casi dos millones de dólares para sostener esos servicios.
Las familias en situación económica precaria ven empeoradas sus circunstancias por el aire de secreto. Los expertos dicen que es común que en una pareja se culpen mutuamente de sus dificultades económicas o que oculten los problemas, dijo Balderrama.
Después de atrasarse tres años y medio en el pago de la hipoteca, una ama de casa de Taunton, Massachusetts, había interceptado las cartas de la compañía inmobiliaria y las había destruido antes de que su marido pudiera verlas. Trató de refinanciar su deuda, pero no lo logró.
En julio, el día en que la casa debía ser subastada, envió una carta a la compañía inmobiliaria. Luego, la mujer de 52 años salió fuera, mató a balazos a sus tres adorados gatos y luego se mató con el rifle de su marido.
Las notas que dejó en la mesa revelaban meses de planificación. Había escogido la funeraria y dejó una nota diciendo "paguen la casa con el dinero del seguro".
"En la nota de suicidio escribió que no lo podía superar", dijo su marido, John Balderrama. "Aparentemente no tenía con quien hablar. No habló conmigo. No sé por qué. Tiene que haber ayuda para la gente que está teniendo problemas y que pueden matarse por una estúpida casa".
14 de octubre de 2008
©pocono record
cc traducción mQh
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