niño de ocho mató a su padre
10 de noviembre de 2008
"¿Quién podía pensar que un niño de ocho podría matar a dos adultos?", dijo el viernes de jefe de policía de St. Johns, Roy Melnick.
Los asesinatos el miércoles estremeció St. Johns, un pueblo de unas cuatro mil personas. En la escuela el niño no había sido amonestado nunca y no había indicios de que tuviera algún problema en casa, declaró la fiscalía.
"Es una tragedia", dijo el abogado defensor del niño, Benjamin Brewer. "Hay dos personas muertas; y un niño de ocho en la cárcel. Es algo que te hace pedazos. Es
terrible".
El viernes, un juez determinó que había causas que mostraban que el niño disparó mortalmente contra su padre, Vincent Romero, 29, y Timothy Romans, 39, de San Carlos, con un rifle calibre 22. El niño hace frente a dos cargos de homicidio premeditado. Según las leyes de Arizona, esos cargos se pueden formular contra cualquier mayor de ocho de años.
Melnick dijo que el niño no actuó "por un capricho del momento", aunque no elaboró sobre cuál pudo haber sido el motivo.
Melnick dijo que los agentes llegaron a casa de Romero minutos después del tiroteo el miércoles. Encontraron a una de las víctimas justo frente a la puerta principal; la otra víctima estaba arriba en un dormitorio.
Romans alquilaba un cuarto en la casa de Romero, dijo la fiscalía. Los dos hombres eran empleados de una empresa de construcción que participa en un proyecto de Salt River para la construcción de una central eléctrica en cerca de St. Johns, a unos 273 kilómetros al nordeste de Phoenix.
El niño llamó en casa de un vecino y dijo que creía "que su padre estaba muerto", dijo el fiscal del condado de Apache, Brad Carlyon.
Melnick dijo que la policía había obtenido la confesión del niño, pero Brewer dijo que la policía se sobrepasó al interrogar al niño sin la presencia de un padre o de un abogado y no le dijeron sus derechos.
"Empezaron a acusarlo muy pronto en la entrevista", dijo Brewer. "Dos agentes armados es muy amenazador para cualquiera, y ciertamente para un niño de ocho".
Un juez ordenó una evaluación psicológica del niño, que está siendo retenido en el centro de detención juvenil del condado de Apache.
Los fiscales no saben todavía cómo enfrentar el caso, dijo Carlyon.
"Hay que considerar y sopesar un montón de factores, incluyendo la edad del niño", dijo.
Carlyon dijo que el niño no está inscrito en los Servicios de Protección al Menor de Arizona.
"No tiene antecedentes de nada, ni siquiera medidas disciplinarias en la escuela", dijo. "Nunca ha tenido problemas".
El alcalde Greg Martin dijo que la comunidad estaba "entristecida" y "consternada".
"No es algo que pase muy a menudo y esperamos que no vuelva a pasar nunca más", dijo. "No han pensado en otra cosa desde que ocurrió".
Cifras del FBI muestran que los casos de niños menores de once como autores de homicidios son muy raros. De acuerdo con informes recientes sobre homicidios del FBI, al año se produjeron al menos tres de esos casos en 2003, 2004 y 2005; hubo al menos quince en 2002. No se dispone de estadísticas más recientes, ni con detalles de los casos.
A principios de año en Arizona, la fiscalía en el condado de Cochise presentó cargos por homicidio en primer grado contra un niño de doce acusado de asesinar a su madre.
El abogado defensor Mike Piccarreta, que no está involucrado en el último caso, dijo que cada caso debe ser considerado por sus propios méritos, y que le es difícil comprender que un niño de ocho tenga la capacidad mental para entender el acto de asesinar y sus implicaciones.
"Si realmente procesan al niño..., jurídicamente es un campo minado", dijo. "Y, dos, la sociedad tiene que tomar una decisión sobre si quieren empezar a usar el sistema de justicia criminal para juzgar a niños de ocho años. Eso no significa que no tengas niños problemáticos".
Los homicidios del miércoles fueron los primeros en al menos cuatro años en la comunidad, donde la mayoría de los vecinos se conocen personalmente, dijo Melnick. Allá, en los últimos veinte años no ha muerto nadie asesinado, dijo.
Romero tenía la custodia del niño. La madre biológica del niño visitaba St. Johns el fin de semana, desde Mississippi, y volvió a Arizona después de los homicidios, dijo Carlyon.
Brewer dijo que el niño "parece estar de buen humor".
"Tiene miedo", dijo. "Está tratando de parecer rudo, pero tiene miedo".
©pocono record
cc traducción mQh
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