fracaso de guerra contra las drogas
28 de noviembre de 2008
En una entrevista el ex presidente, Ernesto Zedillo llamó a reconsiderar la política exterior de Estados Unidos, que dijo que ha sido "asimétrica" al exigir que países como México contengan el flujo de drogas hacia el norte, pero sin parar el flujo de armas hacia el sur. Además de desbaratar las rutas de los contrabandistas, erradicar los cultivos y perseguir a los dealers, Estados Unidos debe abordar el tema de la salud pública que representa el consumo a gran escala, dijo.
"Si sólo insistimos en la estrategia de perseguir criminalmente a los narcotraficantes", dijo Zedillo, "el problema no se resolverá nunca".
Las críticas contra la campaña antinarcóticos de Washington aparecen en un informe dado a conocer esta semana por la Brookings Institution que pide un mayor compromiso con América Latina y el Caribe. La influencia estadounidense en la región ha descendido dramáticamente en los ocho años de gobierno de Bush, y el informe sugiere que el gobierno demócrata entrante dirigido por Barack Osama puede significar oportunidades para mejorar las relaciones y la comunicación.
Entre sus recomendaciones, el informe llama a adoptar una visión fresca de Cuba, incluyendo aliviar el prolongado embargo norteamericano, corregir las políticas de inmigración y mejorar la ‘integración hemisférica’ en los frentes de la economía y la energía.
El informe, que es el trabajo de Partnership for the Americas Commission de Brookings, ofrece agudas críticas sobre el modo en que se ha librado la guerra contra las drogas.
Contrariamente a las aseveraciones del gobierno, según el informe el uso de heroína y cocaína en Estados Unidos no ha disminuido de ningún modo significativo, y el uso de metanfetamina está aumentando. La caída de los precios en la calle sugiere que la oferta de narcóticos no se ha reducido de modo importante y los programas norteamericanos de prevención y tratamiento están terriblemente infradotados, dice el estudio.
"Según los criterios más objetivos, las actuales políticas antinarcóticos de Estados Unidos son un fracaso", dice el informe. "La única solución a largo plazo al problema de los narcóticos ilegales es reducir la demanda de drogas en los principales países consumidores, incluyendo Estados Unidos".
Zedillo mencionó la violencia desenfrenada en su propio país como ejemplo del daño que causan esas políticas. Más de cuatro mil personas han muerto en México este año en una guerra por las drogas entre tropas del gobierno y narcotraficantes y entre narcotraficantes entre sí. Muchas de las armas confiscadas en redadas y balaceras provenían de Estados Unidos.
Zedillo, que fue presidente de México entre 1994 y 2000, habló por teléfono desde la Universidad de Yale, donde es profesor de económicas y director del Centro de Estudios de la Globalización de la facultad. Es co-presidente de Partnership for the Americas Commission con Thomas R. Pickering, ex subsecretario de estado.
Donde Estados Unidos ha tenido algún éxito, como en la reducción de la producción de coca en algunas áreas de Colombia, los avances no son sostenidos, dijo Zedillo, porque el cultivo simplemente se traslada a otros lugares.
"Y de ese modo, la guerra también se muda a otros lugares", dijo.
El informe llama a Estados Unidos a asumir su responsabilidad en la detención del transporte de cerca de dos mil armas de fuego que cruzan la frontera todos los días; expandir los programas de prevención de las drogas en escuelas y redirigir los mensajes contra las drogas hacia gente más joven, enfatizando los daños tanto cosméticos como a la salud; y mejorar resueltamente los tribunales de drogas, un sistema que incorpora el tratamiento como parte del juicio.
John P. Walters, director de la Oficina Nacional de Políticas de Control de Drogas de la Casa Blanca, defendió hace poco esos esfuerzos. En México para discutir un paquete de ayuda antidrogas pendiente, Walters dijo que una reducción en análisis de drogas positivos en lugares de trabajo estadounidenses indicaba que el consumo estaba descendiendo, y dijo que las autoridades estaban tomando medidas para frenar los transportes de armas.
Pero este mes un informe de la Oficina de Contraloría del Gobierno de Estados Unidos, comisionada por el senador Joe Biden (demócrata de Delaware), ahora vice-presidente electo, dijo que el programa antinarcóticos más ambicioso del gobierno -el Plan Colombia de cinco mil millones de dólares- no logró alcanzar varias de sus metas. En Colombia, de 2000 a 2006, la prohibición redujo a la mitad la producción de opio y heroína, pero la producción de cocaína continuó creciendo, dijo.
©los angeles times
cc traducción mQh
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