soldado culpable de asesinato
7 abril de 2009
El teniente primero Michael Behenna, de Edmond, Oklahoma, evitó la condena por la acusación más grave de homicidio premeditado en la muerte del detenido al que apartó para interrogarlo en mayo pasado. Una comisión militar de siete oficiales en Fort Campbell también lo encontró culpable de agresión, pero fue absuelto del cargo de hacer declaraciones falsas tras tres horas de deliberación.
La audiencia en que se leerá su sentencia fue fijada para el sábado, y Behenna podría ser condenado a cadena perpetua por el cargo de homicidio. El cargo más grave de homicidio premeditado habría resultado en una condena automática de prisión perpetua sin posibilidad de salir en libertad.
Behenna declaró que estaba tratando de defenderse a sí mismo cuando disparó contra Ali Mansour Mohammed y que el detenido trató de arrebatarle el arma en un conducto ferroviario cerca de Beiji, Iraq. Behenna dijo que no había tenido la intención de matarlo.
Pero el capitán Jason Elbert, fiscal militar, dijo que el detenido no pudo defenderse de Behenna y que las amenazas del oficial y otras acciones demostraban que había planeado asesinar al detenido.
"Controlaba toda la situación como oficial del ejército estadounidense, armado y sin que fuera amenazado", dijo Elbert durante los alegatos el viernes.
El abogado defensor Jack Zimmerman replicó que Behenna estaba tratando de interrogar al detenido, que es la razón por la que se hizo acompañar por un intérprete iraquí. Behenna también declaró que amenazó a Mohammed y le apuntó con su arma para obligarlo a entregarle información sobre un atentado con una bomba improvisada que había costado la vida a dos miembros de su pelotón.
"Normalmente no llevas a un intérprete a una ejecución", dijo Zimmerman.
Ni el abogado defensor de Behenna ni los fiscales quisieron hacer comentarios después de la audiencia.
Zimmerman alegó que en el momento en que disparó, Behenna sufría de un trastorno por estrés agudo como consecuencia del atentado.
Behenna dijo el jueves que creía que Mohammed estaba implicado en el atentado y podría proporcionar los nombres de los rebeldes responsables.
Después de disparar dos veces contra el detenido, una vez en la cabeza y otra en el pecho, otro soldado de Fort Campbell declaró que había arrojado una granada incendiaria sobre el cuerpo.
Este mes el sargento Hal Warner se declaró culpable de los cargos de agresión, maltratos a un subordinado y declarar falsamente. Warner, de Braggs, Oklahoma, fue sentenciado a diecisiete meses de prisión y declaró contra Behenna.
27 de febrero de 2009
©pocono record
cc traducción mQh
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