cuidado con los piratas
15 de abril de 2009
Pero los dos rescates esta pasada semana por buques franceses y norteamericanos frente a la costa de Somalia probablemente no terminarán con el problema de la piratería. Más bien al contrario, dicen analistas. Los piratas, dicen, es probable que aumenten su recurso a la violencia, y eso podría empujarles hacia los brazos de las pequeñas pero poderosas milicias islámicas buscando protección y apoyo.
Mientras la tripulación del Maersk Alabama celebraba el retorno del capitán Richard Phillips Sunday, elementos islamitas radicales de Somalia elogiaban como muyahedines o ‘combatientes de la guerra santa’ a los piratas muertos y capturados. Entretanto, los piratas dijeron a periodistas en una conferencia telefónica que la próxima vez se mostrarían más violentos con los rehenes.
"Cada país será tratado según nos traten", dijo por teléfono a la Associated Press Abdullahi Lami, uno de los piratas que retienen un buque griego en el puerto de Gaan en el centro de Somalia. "En el futuro, Estados Unidos estará llorando y lamentándose. Vengaremos la muerte de nuestros hombres".
Incluso el vicealmirante William Gortney, comandante del Comando Naval Central de Estados Unidos, dijo en una rueda de prensa en el Pentágono el domingo que "sin ninguna duda, esto podría exacerbar la violencia en esta parte del mundo".
Más Violencia Podría Radicalizar a los Piratas
Con 232 mil kilómetros cuadrados para patrullar, incluso las armadas de dieciséis país (incluyendo Estados Unidos, OTAN, India, Francia, China e Irán) sólo recién han empezado a comprender la naturaleza del problema de los piratas somalíes. Es un fenómeno relativamente nuevo, consecuencia del completo derrumbe del estado de derecho, y de la economía del país. Cientos de pescadores y bandas criminales somalíes se han internado en alta mar para hacerse con la única fuente de ingresos que pueden encontrar, capturando y tomando rehenes a las tripulaciones de los buques mercantes que pasan por aguas somalíes en general sin ninguna protección hacia o desde el Canal de Suez en dirección a otros puertos.
Las soluciones de corto plazo, como las actuales maniobras navales extranjeras, pueden rescatar a buques en alta mar, pero la única solución a largo plazo es la restauración completa de un gobierno somalí estable, según concuerdan la mayoría de los expertos. Entretanto, las operaciones navales extranjeras pueden causar tantos problemas como los que solucionan.
"El hecho es que los piratas somalíes tenían un código de conducta, aunque esto suene divertido a oídos de extranjeros", dice un funcionario de Ecoterra Internacional, una organización no gubernamental que trabaja con la comunidad pesquera somalí en prácticas de pesca sustentable. También es de sentido común mantener vivos a los rehenes. Más de doscientos marinos son retenidos en la actualidad por piratas somalíes. Hasta la fecha hay pocos ejemplos de rehenes maltratados gravemente por los piratas. Pero si los piratas son arrinconados por buques extranjeros, podrían estar más dispuestos a disparar.
"Tememos que esta espiral de violencia, que hemos visto en los últimos meses, hará que los piratas estén más dispuestos a disparar", dice un funcionario de Ecoterra. "Las operaciones empujarán a algunos grupos a usar la violencia y los radicalizará. También podría alentar a algunos fundamentalistas somalíes a adoptar el modus operandi de los piratas" y atacar a los buques de la marina mercante occidentales como blancos políticos.
Disparar contra los Piratas
Apenas unos días después de una misión de rescate similar de los militares franceses de un yate francés, en la que los comandos mataron a dos piratas somalíes, y al capitán del yate, la misión de rescate de la armada estadounidense tenía todos los ingredientes de una película de Hollywood.
El almirante Gortney dijo en una rueda de prensa en el Pentágono que el comandante del buque ordenó a los tiradores de la Navy SEAL matar a los tres piratas somalíes, después de que las negociaciones no rindieran frutos. El bote salvavidas estaba en ese momento a unos treinta metros del USS Bainbridge.
El almirante Gortney defendió la decisión en la rueda de prensa en el Pentágono. "Él capitán Phillips estaba siendo apuntado; esa es mi interpretación de peligro inminente", dijo Gortney.
Pero a diferencia de las tácticas de las cañoneras británicas y estadounidenses del siglo diecinueve, que terminaron con los piratas de Barbary en el Mediterráneo o los piratas del Caribe, las operaciones navales extranjeras frente a las costas de Somalia no es probable que aporten soluciones de largo plazo -ni están diseñadas para eso. Las zonas en las que operan los piratas son demasiado grandes como para ser patrulladas efectivamente.
Gobierno Somalí en el Exilio
En gran parte sin gobierno desde el derrocamiento de Mohamed Siad Barre en 1991, Somalia está hoy bajo el control de una multitud de milicias islámicas rivales. Su gobierno en el exilio, dirigido por un líder islamita moderado, el jeque
Sharif Sheikh Ahmed, ha prometido contener la piratería si con eso se logra con el control del país. Bajo el breve mandato del gobierno de la Unión de Cortes Islámicas de 2006, la piratería somalí fue en realidad reducida casi a cero.
Pero grupos musulmanes más radicales, entre ellos Al Shabab, que se dice que tiene lazos con al Qaeda, han elogiado a los piratas. En Baidoa, el portavoz de Al Shabab, Muktar Robow ‘Abu Mansur’, dijo a periodistas que los piratas estaban "protegiendo la costa somalí".
"Las potencias extranjeras quieren dividir al país", dijo. "Y los piratas protegen la costa contra los enemigos de Alá".
Piratas Asociados a al Qaeda
"Considerando que la tente busca oportunidades para hacer fortuna, y que el año pasado los rescates variaron entre cincuenta y cien millones de dólares por buque, es probable que la piratería continúe", dice Iqbal Jhazbhay, experto en Somalia de la Universidad de África del Sur en Tshwane, como se llama ahora a Pretoria.
Como la mayoría de otros expertos, Jhazbhay dice que no existe ningún vínculo entre las organizaciones musulmanas y los piratas, ya que estos últimos son sólo bandas criminales sin ambiciones políticas -aunque el Monitor informó en diciembre que parte del dinero está fluyendo hacia los islamitas. Pero con tantos buques de las armadas occidentales frente a las costas, grupos islámicos radicales como Al Shabab, podrían recurrir a la piratería en alta mar como una manera de atacar intereses occidentales -y especialmente norteamericanos- para provocar un enfrentamiento con Occidente.
Con las misiones de rescate francesa y norteamericana, los buques mercantes se han visto forzados a tomar decisiones drásticas. "Hemos recibido el mensaje de que la antigua estrategia de pagar el rescate y continuar... ya no funciona", dice Jhazbhay. "El peligro es que si Al Shabab quiere dramatizar la situación y derribar otro helicóptero, es probable que vuelva a hacerlo. Todo depende de lo que quieran hacer los musulmanes".
©christian science monitor
cc traducción mQh
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