médicos facilitaron torturas
18 de abril de 2009
Una era el interrogador de la CIA; el otro era un psicólogo.
Durante las extraordinarias semanas que siguieron, fue el psicólogo el que aparentemente jugó el papel más crítico.
De acuerdo a documentos liberados recientemente por el ministerio de Justicia, el psicólogo proporcionó ideas, consejos prácticos e incluso justificaciones jurídicas para los métodos de interrogatorio que quebrarían a Abu Zubaida, física y mentalmente.
Extrema privación del sueño, amenaza de asfixia por inmersión, el uso de insectos para provocar temor -todos estos métodos fueron considerados aceptables, en parte porque el psicólogo lo dijo.
El papel de los profesionales de la salud descritos en los documentos ha provocado una renovada indignación de parte de filósofos morales que dicen que la conducta de psicólogos y médicos supervisores violaba las normas básicas de sus profesiones.
Sus nombres son algunos de los detalles censurados en los memoranda largamente retenidos por el gobierno de Bush y entregados al público el pasado jueves, pero los documentos muestran una firme corriente de psicólogos, médicos y otros profesionales de la salud que mantenían vivos a los detenidos y participaban activamente en el diseño del programa de interrogatorios y la supervisión de su implementación.
Su presencia también permitió que el gobierno pudiera argumentar que los interrogatorios no incluían torturas.
El viernes la CIA se negó a comentar el papel jugado por profesionales de la salud en lo que la agencia describió como un ‘programa de interrogatorio mejorado’, que fue implementado entre 2002 y 2006 en varias cárceles secretas en el extranjero.
©los angeles times
cc traducción mQh
0 comentarios