corte ratifica proposición 8
18 de junio de 2009
La decisión prácticamente garantiza otra votación sobre los derechos matrimoniales de los homosexuales. Los activistas por los derechos homosexuales dicen que pedirán a los votantes que rechacen la prohibición del matrimonio homosexual este próximo año, y los opositores han jurado que lucharán contra esa propuesta. La Proposición 8 fue aprobada con el 52 por ciento de los votos.
Aunque en la corte cinco de los seis jueces rechazaron la constitucionalidad del matrimonio homosexual, los jueces fueron unánimes en decidir que las uniones homosexuales realizadas antes del referéndum -cerca de dieciocho mil- seguirán siendo reconocidas. Los matrimonios empezaron a fines de junio, después de una resolución de 4-3 de la corte suprema del estado que derogó la prohibición del matrimonio homosexual a fines de mayo.
El juez Ronald M. George, que escribió por la mayoría, dijo que la Proposición 8 no "revocaba ni derogaba" el derecho a la privacidad y debido proceso de las parejas del mismo sexo, ni el "derecho constitucional de las parejas del mismo sexo a ‘elegir’ a sus parejas e iniciar con esas personas una relación familiar protegida y oficialmente reconocida".
"En realidad, la medida introduce una limitada excepción a estos derechos constitucionales del estado".
En una alusión a la ley de parejas del estado, George observó que la Proposición 8 deja intactos "todos los otros aspectos, extremadamente importantes, del derecho constitucional de las parejas del mismo sexo a establecer una relación familiar protegida y reconocida oficialmente y la garantía de igual protección bajo la ley".
Además de rechazar la opinión de los abogados de los homosexuales de que la Proposición 8 era una modificación ilegal de la Constitución, la corte también desechó rotundamente el argumento del fiscal general Jerry Brown de que la medida era inconstitucional porque afectaba un "derecho inalienable".
La corte declaró que "principios jurídicos bien establecidos" exigen que la Proposición 8 sólo sea aplicada prospectivamente, dejando intactos los matrimonios de parejas del mismo sexo que se celebraron antes de la votación de diciembre.
"Los matrimonios de parejas del mismo sexo celebrados con anterioridad a la fecha efectiva de la Proposición 8 siguen siendo válidos y deben seguir siendo reconocidos por el estado", escribió George.
El juez Carlos R. Moreno, el único voto disidente, advirtió que la resolución de hoy "pone en peligro los derechos constitucionales que reconoce el estado a las minorías desfavorecidas".
"Debilita la condición de nuestra Constitución del estado como un bastión de derechos fundamentales para las minorías protegidas contra la voluntad de la mayoría", escribió Moreno, el único demócrata de la corte.
La juez Joyce L. Kennard, que el año pasado se unió a la mayoría al otorgar a los homosexuales el derecho a casarse, dijo en una opinión aparte que la Proposición 8 no era suficientemente radical como constituir una enmienda constitucional, que sólo puede ser decidida en las urnas por dos tercios de los votos de la legislatura.
Observando, como hizo la opinión mayoritaria, que los jueces deben poner a un lado sus opiniones personales, Kennard dijo que la corte debía acatar la Constitución del estado y sus resoluciones previas.
"Y cuando los votantes han ejercido válidamente este poder, como hicieron aquí, un juez debe implementar la constitución reformada", escribió Kennard.
La juez Kathryn Mickle Werdegar, ex abogado por los derechos civiles que el año pasado también se unió a la resolución a favor de los derechos matrimoniales de los homosexuales, escribió separadamente porque no estuvo de acuerdo con la definición de la mayoría de lo que constituye una modificación constitucional.
"Los redactores de nuestra Constitución no imaginaron nunca, ni habrían aprobado nunca, una norma que otorga a principios fundacionales de organización social en las sociedades libres, como la igualdad de protección, menos protección frente a cambios apresurados e inconsiderados, que a principios de organización gubernamental", escribió.
La corte declinó determinar si los matrimonios de parejas del mismo sexo celebrados fuera de California -y no reconocidos formalmente por el estado antes de esta elección- eran legales en California. La corte dijo que no vio argumentos sobre ese asunto, y que "sería inapropiado tratarlos" hoy.
El argumento para revocar la iniciativa fue considerado ampliamente como arriesgado. Abogados de los derechos homosexuales no contaban con precedentes jurídicos sólidos, y algunas de las declaraciones anteriores de la corte sobre las enmiendas constitucionales menoscababan ligeramente sus argumentos.
Pero los abogados del matrimonio homosexual concitaron una amplia gama de apoyos para su causa. Organizaciones de derechos civiles, juristas e incluso algunas iglesias llamaron a la corte a anular la medida. Entre los partidarios de la medida se encuentran muchas iglesias y organizaciones religiosas.
La guerra jurídica sobre el matrimonio homosexual en California empezó en 2004 en San Francisco cuando el alcalde Gavin Newsom ignoró la ley del estado y el ayuntamiento empezó a emitir permisos de matrimonio a parejas homosexuales. Largas filas de parejas se acercaron para casarse y celebraron con arroz y champaña a vista de la corte.
Esos matrimonios provocaron un debate nacional sobre los derechos homosexuales e hicieron del matrimonio un asunto político en un año electoral. Más tarde decenas de estados adoptaron enmiendas constitucionales para prohibir el matrimonio homosexual.
Las parejas homosexuales que se casaron más tarde en San Francisco vieron sus matrimonios rescindidos por la Corte Suprema de California, que resolvió que un ayuntamiento no podía por sí solo desobedecer las leyes del estado. Pero la corte declaró que los partidarios de los derechos homosexuales podían impugnar la prohibición en los tribunales inferiores.
La lucha legal se trasladó al Tribunal Superior de San Francisco, donde un juez declaró inconstitucional la prohibición del matrimonio. Una corte de apelaciones de San Francisco revocó más tarde la decisión en una votación de 2 a 1. El alto tribunal del estado finalmente se ocupó del caso, que culminó el año pasado con la resolución del 15 de mayo declarando que los homosexuales sí se podían casar unos con otros.
Antes del otoño pasado, California era una de sólo dos estados -el otro era Massachusetts- que permitía el matrimonio homosexual.
Desde entonces Iowa, Connecticut, Vermont y Maine lo han legalizado y los legisladores de Nueva York, Nueva Jersey y Nueva Hampshire están considerando proyectos de ley propios.
La histórica resolución de California, escrita por George, invocaba repetidas veces las palabras "respeto y dignidad" y definió el problema del matrimonio como uno que afectaba profundamente no solamente a las parejas, sino también a sus hijos. California tiene más de cien mil familias formadas por parejas homosexuales, un cuarto de las cuales con hijos, de acuerdo a datos del censo de 2000.
Tan pronto como se dio a conocer el fallo, miles de parejas homosexuales se acercaron a los ayuntamientos del estado para casarse, y muchos viajaron desde otros lugares para casarse en California. Mientras aumentaban los matrimonios, los opositores montaron una briosa campaña, con ayuda de iglesias y conservadores, para anular la decisión de la corte.
Aunque la corte ratifique la Proposición 8, una parte clave del fallo de la corte del 15 de mayo de 2008 seguirá intacta. La orientación sexual seguirá recibiendo la protección constitucional más fuerte posible cuando los tribunales de California vean casos de discriminación. La Corte Suprema de California es el único tribunal de estado en el país que ha elevado la orientación sexual a la misma condición que la raza y el género a la hora de tratar casos de discriminación.
26 de mayo de 2009
©los angeles times
cc traducción mQh
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