renacen xenofobia y racismo en francia

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columna de lísperguer

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Senado francés aprueba prohibición del velo integral que usan cerca de mil quinientas mujeres musulmanas en Francia.

Esta es una medida insensata que no sirve exactamente para nada, excepto zaherir a un grupo étnico que no se hace querer. Es igualmente lamentable que esta campaña xenófoba sea impulsada por el presidente Sarkozy, que es él mismo hijo de inmigrantes polacos. Lo peor es que los políticos franceses estimen que pueden votar sobre lo que se cree que son valores fundamentales de toda democracia, para socavar su contenido. Si se puede privar a un grupo étnico del derecho a su integridad o identidad psíquica, sin que las fuerzas sensibles del país lo impidan, nada más habrá entonces que pueda proteger a Francia, y a los extranjeros que viven en su suelo, de la barbarie fascista. La prohibición de vestirse como uno quiera, en una ruin expresión de odio contra las mujeres árabes que se niegan a rendir su identidad, y la deportación masiva de los gitanos, ponen a Francia a la cabeza del bruto fascismo europeo.