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piezas de rompecabezas


El abogado del ’Tuso’ resultó vecino de oficina del ex senador Mario Uribe y de finca de Santiago Uribe Vélez, señalados como coautores del complot. Un implicado implicó al ex presidente Alvaro Uribe. Apareció muerto el 23 de abril de 2009, tres semanas después de salir de la cárcel.
[Daniel Coronell] Colombia. Juan Carlos Sierra, alias ’el Tuso’, cuya declaración fue revelada por El Espectador, puede ser la pieza clave para armar un enorme rompecabezas. Él y algunos allegados suyos conectan varias historias de los últimos años.
Libardo Duarte, conocido como ’Monomaicol’ o ’Bam Bam’, fue durante mucho tiempo el lugarteniente del Tuso. Un buen día, una carta suya llegó a manos del entonces presidente Álvaro Uribe. Duarte estaba preso en La Modelo, y los internos deben registrar la salida de correspondencia; pero esta carta no tenía sello de salida de la cárcel, tampoco de radicación en la Casa de Nariño.
La misiva del recluso, escrita en una bella caligrafía, había aparecido sobre el escritorio del primer mandatario sin explicaciones. Allí aseguraba que a través de un hueco, que conectaba dos celdas, el paramilitar Francisco Villalba le había ofrecido 250 millones de pesos para que declarara en contra de Álvaro Uribe.
De acuerdo con la epístola, Villalba quería compartir con su amigo Duarte 500 millones de pesos que le habían entregado Gustavo Petro, Piedad Córdoba y Daniel Coronell para desacreditar al presidente, vinculándolo con una masacre. Según la versión del ex director de Inteligencia del DAS Fernando Tabares, por esa misma época el secretario general de la Presidencia, Bernardo Moreno, les señalaba a él y a la directora María del Pilar Hurtado que esas tres personas (Petro, Córdoba y Coronell) y la Corte Suprema de Justicia eran los blancos de mayor interés para el presidente de la República.
Para colmo de casualidades, por esos días, y también sin número de radicación, el entonces Jefe de Estado recibió otra carta desde la cárcel. La firmaba el propio Francisco Villalba, quien le pedía perdón por haber hecho una declaración en su contra y se regocijaba porque había sido tocado "por el espíritu de Dios, a través de nuestro señor Jesucristo".
El plan se les cayó porque las dos cartas estaban escritas con la misma letra. Esa letra es idéntica a la de otro recluso, Jesús Amado Sarria, viudo de ’la Monita Retrechera’ y protegido por una trabajadora social que resultó compañera del grupo de oración del secretario jurídico de Palacio, Edmundo del Castillo.
Villalba reveló, inmediatamente, que Sarria le había hecho firmar un papel en blanco para trasladarlo a un patio mejor. Sostuvo esa versión y sus señalamientos contra Álvaro Uribe hasta cuando lo mataron, el 23 de abril del año pasado, tres semanas después de salir de la cárcel.
Otra célebre carta sin radicación la recibió el entonces mandatario de José Orlando Moncada Zapata, alias ’Tasmania’, en lo que ya está judicialmente probado como un complot contra el magistrado auxiliar de la Corte Suprema que investigaba la parapolítica y, particularmente, al senador Mario Uribe.
El hombre que movió la carta de Tasmania fue su abogado, Sergio González, a la vez apoderado del Tuso. La ex directiva del DAS Martha Leal declaró que por instrucciones de Bernardo Moreno fue a Medellín -con cargo a gastos reservados- para recibir la carta de manos del abogado González.
Cuando Tasmania se retractó, aseguró que el Tuso le había prometido una casa para su mamá a cambio de su declaración. El abogado del Tuso resultó vecino de oficina del ex senador Mario Uribe y de finca de Santiago Uribe Vélez, señalados en otro testimonio como coautores del complot.
Como si fuera poco, el abogado González fue uno de los precursores de la visita de alias ’Job’ a la Casa de Nariño y el hombre que relacionó al DAS con un fotógrafo que vendió una información contra Yidis Medina, después de que ella declaró que le habían comprado el voto para aprobar la primera reelección.
Ahora, su mandante el Tuso atestigua sobre los favores que le hizo Mario Uribe. Cuenta que lo recomendó con el ministro plenipotenciario de la Embajada en España, Ignacio Guzmán. Según el extraditado, eso fue como andar con pasaporte diplomático mientras hacía sus vueltas de narcotráfico. También revela los negocios de fincas que hizo con el primo del presidente y habla de los apartamentos que le cedió y las camionetas que le regaló.
Estamos cerca de llenar el álbum.
11 de octubre de 2010
9 de octubre de 2010
©semana
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