Blogia
mQh

la guerra sucia de blackwater


Tras la revelación de documentos que hizo el sitio wikileaks sobre las muertes de civiles en Bagdad. La compañía de seguridad, que hoy lleva el nombre de Xe, estaría involucrada en los asesinatos de civiles iraquíes que salieron a la luz este fin de semana. El vicepremier británico dijo que las denuncias son "graves".
[Patrick Cockburn] Irak. El gobierno iraquí prometió investigar si los empleados de la compañía de seguridad Blackwater estuvieron involucrados en asesinatos que no habían sido revelados hasta que aparecieron publicados por el medio Wikileaks. Además del caso ocurrido en Bagdad en 2007, cuando guardias de Blackwater asesinaron a 17 e hirieron a 18 civiles, el Buró de Periodismo de Investigación afirmó haber descubierto otros 14 casos cuando el personal de Blackwater abrió fuego contra civiles. La información surgió de los partes de guerra que fueron publicados por Wikileaks. Ese material muestra que más de diez civiles fueron asesinados y unos siete heridos por los integrantes de Blackwater, una compañía de seguridad privada estadounidense que ahora se llama Xe. En un tercio de los casos, los guardias privados estaban protegiendo a diplomáticos norteamericanos como parte de un contrato equivalente a 465 millones de dólares.
Los partes de guerra revelan repetidos casos en que les dispararon a vehículos civiles que pasaban cerca de los convoys. En una ocasión, hasta mataron al conductor de una ambulancia que había concurrido hasta un lugar donde había habido un ataque con bombas. En Bagdad, políticos sunnitas sostienen que los informes militares de Estados Unidos confirman y dan credibilidad a sus denuncias de que miembros de su comunidad estaban siendo torturados por las fuerzas de seguridad dominadas por los chiítas.
La organización Iraq Body Count (Recuento de cuerpos en Irak) afirma que los 400 mil partes de guerra difundidos por Wikileaks muestran que los muertos en Bagdad no son 107 mil, como la entidad estimaba, sino que a esa cifra deben sumársele 15 mil bajas más. Desde el comienzo de la guerra en 2003, los militares estadounidenses reiteraron que no tenían estadísticas de cuántos civiles iraquíes habían sido asesinados o heridos. El objetivo de esto habría sido impedir que se dieran protestas por estas pérdidas, como había ocurrido en Vietnam.
Los gobiernos de Estados Unidos y el Reino Unido intentaron restar importancia a las víctimas civiles en Irak, afirmando que sólo en cuatro de las 18 provincias del país existía un alto nivel de violencia. Hace poco, el Pentágono admitió que las muertes no militares llegaron a ser de 3500 o 4 mil en diciembre de 2006.
Aun así, el viceprimer ministro bitánico, Nick Clegg, dijo que las revelaciones de Wikileaks son extremadamente graves. "Debe investigarse todo lo que lleve a pensar que las reglas de la guerra fueron violadas y que la tortura fue tolerada", dijo el político liberal. Clegg, antes de formar parte de la coalición de gobierno del premier conservador David Cameron, fue uno de los más férreos detractores de la participación británica en la guerra de Irak. "Su lectura es francamente desoladora", declaró el vicejefe de gobierno a la cadena BBC, refiriéndose a la publicación de los documentos. "Son hechos muy graves y la administración estadounidense querrá dar su propia respuesta y no nos corresponde decirles cómo hacerlo", agregó. La Casa Blanca todavía no hizo declaraciones, aunque la difusión de los documentos fue condenada por el jefe de estado mayor estadounidense, el almirante Mike Mullen. Dijo que fue una acción irresponsable y que pone en riesgo a muchas personas.
La organización Human Rights Watch (HRW) pidió a las autoridades iraquíes que investiguen las denuncias que afirman que sus tropas infligieron torturas y abusos sistemáticos a los detenidos. "El gobierno estadounidense tiene que investigar si sus fuerzas violaron el derecho internacional al transferir a miles de detenidos iraquíes a custodia iraquí a pesar del riesgo de tortura", agregó.
El primer ministro en funciones iraquí, Nuri al Maliki, negó la veracidad de los papeles y denunció que la publicación en Internet persigue objetivos políticos. En ese clima, la Corte Suprema de ese país le ordenó ayer al Parlamento que se reúna para elegir a su nuevo presidente.
25 de octubre de 2010
©the independent
©página 12
rss

0 comentarios