murió leo cullum
Dibujante de The New Yorker.
[William Grimes] Murió el sábado en Los Angeles Leo Cullum, un dibujante cuyos vociferantes hombres de negocios, médicos incompetentes, abogados veniales y perros y gatos demasiado humanos divirtieron a los lectores de The New Yorker durante los últimos 33 años. Tenía 68 años y vivía en Malibu, California.
Según su hermano Thomas la causa de su muerte fue un cáncer.
Cullum, que fue piloto de TWA durante más de treinta años, era un clásico dibujante de gags cuyos absurdos visuales eran subrayados, en la mayoría de los casos, por una leyenda introducida desde la izquierda. "El servicio está bien, pero los cargos por roaming me están matando", dice un búfalo, hablando por un celular. "Sus glóbulos rojos y blancos son normales", le dice un doctor a su paciente. "Los que me preocupan son los glóbulos rosados".
Cullum sentía particular afinidad con el reino animal. Sus simpatías cómicas se extendían más allá de perros, gatos y ratones e incluía a aves -"Cuando vi por primera vez a tu madre, ella se estaba bañando en la luz de la luna", le cuenta un padre búho a sus hijos- e incluso a los representantes más humildes de la familia de peces. "Algunos te querrán, otros te odiarán", le dice un boquerón a su hijo. "Siempre ha sido así con las anchoas".
"Una caricatura puede ser buena de muchas maneras, empezando por ser divertida, y Leo era uno de los dibujantes más consistentemente divertidos que hemos tenido", dijo Robert Mankoff, editor de dibujos de The New Yorker. "Ciertamente era uno de los dibujantes más populares; algunos de sus dibujos se imprimieron miles de veces".
En total, Cullum publicó 819 dibujos en el New Yorker, el más reciente en el número del 25 de octubre. Muchos de ellos fueron reunidos en las antologías ‘Scotch & Toilet Water?’, un libro de perros de revistas; ‘Cockatiels for Two’ (gatos); ‘Tequila Mockingbird’ (varias especies) y ‘Suture Self’ (doctores).
Leo Aloysius Cullum nació el 11 de enero de 1942 en Newark y creció en North Bergen, Nueva Jersey. Asistió al College of the Holy Cross en Worcester, Massachusetts, donde se licenció en Inglés en 1963. Tras graduarse, entró al Cuerpo de Marines como subteniente y fue instruido como piloto en Pensacola, Florida.
En 1966 fue enviado a Vietnam, donde realizó doscientas misiones, la mayoría de ellas como apoyo de operaciones de tropas terrestres, aunque también hizo misiones secretas para bombardear la Ruta de Ho Chi Minh en Laos. "Todavía no sé para quién eran secretas", dijo Cullum a la revista Holy Cross en 2006. "Obviamente, los norvietnamitas sabían que no eran los suizos los que los estaban bombardeando".
Pasó directamente de Vietnam a un empleo en TWA, para vuelos nacionales e internacionales. Se jubiló a los sesenta de American Airlines, que se fusionó con TWA en 2001.
Durante periodos ociosos reavivó el interés que tenía de niño en el dibujo y decidió convertirse en dibujante. "Me parecía que era algo que yo podía hacer", dijo a la revista Holy Cross. "Compré algunos manuales que explicaban el formato y empecé a estudiar el trabajo de varios dibujantes".
Inevitablemente, se interesó en el New Yorker. La revista rechazó sus primeras entregas, pero compró algunas de sus ideas, entregándoselas a Charles Addams para que las ilustrara. La primera se convirtió en un dibujo de Addams, sin leyenda, de 1975, de una pareja de ancianos en una canoa en un tranquilo lago. Su reflejo en el agua, que describe su estado mental real, lo muestra dominado por una furia homicida, atacando con el remo a su esposa.
Después de que Addams lo alentara a establecerse como dibujante, Cullum vendió su primer dibujo a la revista Air Line Pilot Magazine y pronto su trabajo apareció en True, Argosy, Saturday Review y Sports Afield.
No mucho después llegó al New Yorker. El 3 de enero de 1977, la revista publicó su primer dibujo, que mostraba a un hombre de negocios en albornoz y bebiendo café en su escritorio, rodeado de pollos y hablando por teléfono. La leyenda decía: "No, no me estás molestando, Herb. Esta mañana estoy con los pollos".
Cullum se convirtió rápidamente en un colaborador habitual. En los ochenta fue uno de los dibujantes más prolíficos y populares de la revista. "Desde mediados de los noventa, nadie publicó más que Leo en el New Yorker", dijo Mankoff. También dibujaba regularmente para The Harvard Business Review y Barron’s.
Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Cullum logró la delicada proeza de encontrar humor, en momentos en que el ánimo nacional prevaleciente era muy sombrío. El número de The New Yorker publicado después de los ataques no llevaban dibujos, pero el dibujo de Cullum fue el primero que vieron los lectores a la semana siguiente, en página 6, bajo el listado de colaboradores. Una mujer, volviéndose hacia el hombre que está a su lado en la barra, dice: "Pensé que nunca me iba a volver a reír. Pero entonces vi su chaqueta".
Su dibujo más popular, de 1998, muestra a un hombre dirigiéndose al gato de la familia, que está sentado junto al arenero. "Nunca, nunca pienses fuera de la caja", dice.
Le sobreviven su esposa, Kathy; su hermano Thomas, de Reston, Virginia; y dos hijas -la antigua niña actriz, Kimberly Berry, y Kaitlin Cullum, ambas de Los Angeles.
En 2006 el trabajo de Cullum apareció en ‘The Rejection Collection’, un libro de dibujos rechazados por The New Yorker. Cuando le pidieron completar la frase: "Cuando no estoy dibujando, estoy...", él escribió: "Estoy luchando, luego estoy duchándome, con mis demonios".
9 de noviembre de 2010
25 de octubre de 2010
©new york times
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