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qué hacer con los perros peligrosos


El caso fatal ocurrido a principios de esta semana en una parcela de Peñaflor volvió a reflotar la discusión sobre las reglas que deben regir la convivencia entre el perro, a quien muchos consideran el mejor amigo del hombre, y el ser humano.
[Verónica Muñoz] Santiago, Chile. La muerte de dos mujeres en Peñaflor debido a un ataque de una jauría de perros cuyo dueño no habría cercado adecuadamente la parcela en que los mantenía, puso nuevamente en la agenda pública la discusión sobre la tenencia de animales y los daños irreparables que puede causar el ser humano cuando tiene un manejo irresponsable de ellos. El dueño fue formalizado por dos cuasidelitos de homicidio, pero tenía tres denuncias anteriores por agresiones de sus canes en parcelas vecinas que al parecer no se atendieron debidamente para prevenir la desgracia que finalmente ocurrió.
El tema no es nuevo, ya la semana anterior un pitbull había mordido en el abdomen y piernas a una persona en San Bernardo y en octubre varios niños saltaron a las páginas de los diarios por casos de diversa consideración. En 2009 las mordeduras de perros sólo en la Región Metropolitana llegaron a 18.000, considerando sólo los casos que atienden los servicios de salud, pues se estima que hay un porcentaje que no es notificado. En todo el país se registraron 35.000.
Según los especialistas el problema básico es que la gente adquiere perros como mascotas y/o guardianes, pero es irresponsable en su manejo y cuidado.
"Falta mucha educación y conocimiento, cuando uno quiere tener un perro debería consultarle a toda la familia si están dispuestos a cuidarlo y a asumir las responsabilidades para darle alimentación, condiciones sanitarias y espacio adecuado durante 10 a 15 años, no sólo cuando es un lindo cachorrito. Mucha gente los va a botar lejos cuando crecen y así se incrementa la población de perros vagos", asegura el médico veterinario José Segura, jefe del Departamento de Zoonosis de la Seremi de Salud Metropolitana.
Según estimaciones, sólo en esta región hay 1.250.000 perros para una población que bordea los siete millones de personas. De ese total, 220.000 circulan por las calles sin supervisión, el 52% son perros callejeros que tienen dueño y domicilio conocido, pero en forma irresponsable los dejan salir y los otros corresponden a perros vagos (18%) que suelen no ser agresivos porque están mal alimentados y los de vecindario, que cuidan un pasaje y son alimentados por los vecinos.
"La mayoría de las mordeduras de perros se producen al interior del domicilio o en los alrededores. Los perros callejeros muerden, porque sienten invadido su territorio. Es el típico caso del perro que está en su casa, pero dejaron la puerta abierta, entonces ve pasar a un extraño y lo muerde porque lo desconoce", explica Segura, quien destaca que son muy pocos los ataques como el ocurrido en Peñaflor y dice que sólo el 1% de los casos de mordeduras en los servicios de urgencia requieren cirugía plástica o reparación mayor.
Las organizaciones pro animales defienden a los perros y señalan que el problema real son las personas que desconocen el comportamiento del animal y cómo formarlo, o que simplemente dejan la puerta abierta o los dejan vagar por la calle sin importarles si muerde.
Hasta ahora se han propuesto muchas soluciones que se multiplican cada vez que un caso alcanza connotación pública, pero quedan en el tintero. En los últimos tres años se han enfrentado los defensores de animales y aquellos que consideran sólo los derechos de las personas, polarizando el debate. Siete proyectos de ley han ingresado al Parlamento sin que ninguno de ellos haya fructificado. Las principales normas están fundidas en una última iniciativa sobre tenencia responsable de mascotas que está analizando la Comisión de Salud del Senado y cuya tramitación estaba paralizada desde marzo. Luego del impactante caso de Peñaflor, el Ejecutivo le puso urgencia simple, sacando el polémico tema de la eutanasia que se convirtió en piedra de tope de este proyecto.

Soluciones y Controversia
Parece haber consenso en que una de las medidas más relevantes es implementar un plan de esterilización masiva porque ayudaría a controlar la población de canes y, de paso, disminuiría la agresividad. "Con la esterilización se frena de inmediato el instinto normal de los perros de extender su dominio, sobre todo en aquellos que son los machos y hembras alfa dentro de una jauría. Un animal esterilizado baja todo su ímpetu de dominancia, sin dejar de ser guardián porque igual seguirá cuidando a su familia si se siente parte de ella. Y las hembras no entran en celo con lo cual tampoco van a provocar el alza de testosterona y adrenalina en los machos", señala Erwin Flores, profesor de zootecnia canina, socio del Kennel Club y asesor de Chile Animal. A juicio de este experto sólo los criadores certificados deberían tener animales fértiles.
Un aspecto relevante es el costo de este procedimiento. Organizaciones como Chile Animal desarrollan campañas con un costo de $3.500 por mascota, aunque los alcaldes evalúan un costo cercano a $13.000 y en clínicas privadas supera los $25.000. En este sentido, el alcalde de Lo Prado y encargado de Salud de la Asociación Chilena de Municipalidades, Gonzalo Navarrete, es partidario de que el Ministerio de Salud diseñe una política nacional de este tipo con metas concretas y financiamiento, cuya ejecución esté a cargo de los municipios.
"Desde hace un tiempo nosotros hemos estado promoviendo la esterilización, porque si bien no es una panacea, ayuda mucho al control de la población canina y es algo que la gente solicita. Algunas municipalidades pueden hacerlo por cuenta propia y otras no. La idea es ayudar a aquellos que carecen de recursos para que puedan instalar un centro de esterilización y después puedan continuar solos con este trabajo", afirma el doctor Segura, quien esta semana puso en marcha, junto al seremi metropolitano, un centro de este tipo en la comuna de San Pedro, con mesa quirúrgica y elementos para la esterilización de material quirúrgico, además de anestésicos, sueros, antisépticos, suturas y todos los insumos necesarios para efectuar cerca de 700 esterilizaciones a perros y felinos.
Otras soluciones que se han implementado en países desarrollados y también en Chile por el Kennel Club y la Municipalidad de Las Condes, incluyen la inserción subcutánea de un microchip que contiene un código de barras con los datos de identificación del dueño, con un costo de $2.700 que podría bajar considerablemente si se importara en forma masiva.
Erwin Flores dice que en materia de responsabilidad "en la actualidad hay leyes que son bastante claras, pero por desconocimiento de las autoridades, de las policías, de los fiscales y jueces, no se aplican" y destaca que en el caso de Peñaflor se habían presentado tres denuncias ante la fiscalía "y nada se hizo". Reclama un ente fiscalizador que pueda hacerse cargo del tema. A su vez, el alcalde Navarrete
coincide en que falta una política central en esta materia y echa de menos en el proyecto de ley que se establezca un rol del gobierno nacional, "porque se deja todo a los municipios".

La Piedra de Tope
Un problema de marca mayor es qué se hace con los animales derechamente agresivos o cuyos dueños no se hacen cargo. El proyecto de ley que está en el Senado contempla el retiro de circulación de estos perros y le entrega a las municipalidades unos seis mil millones de pesos para que se hagan cargo de esta tarea que incluye la construcción de recintos para la permanencia temporal de animales, los llamados caniles. Sólo autoriza la eutanasia en caso de perros enfermos, muy viejos o muy agresivos. Pero el tema no es fácil y no agrada ni a los ediles ni a las organizaciones pro animales.
"La solución no es la matanza de animales, porque no se está abordando el problema de fondo. Hay que educar a la gente", dice Carlos Ernesto Sánchez, del Centro de Estudios Ambientales y Defensa de los Animales, quien se muestra partidario de que el gobierno entregue financiamiento a entidades que se dedican al cuidado de animales para atender a estos perros. A su vez, el experto en zootecnia, Erwin Flores, asegura que "existen nichos territoriales, tú matas a los perros en un sector y vas a provocar que la migración de los otros machos dominantes para llegar al lugar donde hay perras. En Puente Alto, por ejemplo, se están matando perros hace tiempo y sigue habiendo, por eso ni la perrera, con cuya imagen terrorífica crecimos todos, ni la matanza son soluciones".
El alcalde Navarrete asegura que en su comuna hay 25.000 perros catastrados por un estudio de la Universidad Mayor, de los cuales al menos 2.500 pasan en la calle. "No sólo se trata de disponer de una jaula de dos por uno, se necesita además espacio para pasear al perro, un veterinario, condiciones sanitarias y cuidadores. Yo no tengo ninguna posibilidad de tener un canil para 2.500 perros, ya tenemos suficiente déficit en el presupuesto. ¡No nos trasladen el problema a nosotros que de caniles no nos vamos a hacer cargo!", recalca el edil, quien afirma que son los seremis quienes podrían abordar una tarea como ésa, creando y manteniendo recintos a nivel regional. Por ello es partidario de considerar la eutanasia, regulada y bien hecha según las normas del servicio de salud, no indiscriminada, pero que exista esta posibilidad.
Otro aspecto a considerar son las grandes diferencias en los ingresos de una y otra municipalidad lo que según los especialistas hará que el problema sea tratado mejor donde hay más recursos disponibles.
Desde el Parlamento, el senador Mariano Ruiz-Esquide, uno de los autores de la iniciativa legal, dice que ya ha habido suficiente discusión y se ha escuchado a todos los expertos y organizaciones que han querido hacer presente su posición. "Este proyecto debe ser tratado ya y se debe asumir la eutanasia como última fórmula, regulado para que a ningún veterinario municipal se le ocurra exterminar a los perritos porque sí. Pero hay que despacharlo ya, porque el proyecto no sólo es la eutanasia, sino todos los otros puntos que hoy día no existen", concluye.

El Proyecto en Trámite
La iniciativa legal refundida que está en la Comisión de Salud del Senado y a la cual el Ejecutivo puso urgencia (simple) establece una serie de normas para la tenencia responsable de mascotas, asignando responsabilidades a los tenedores de animales y a las municipalidades en especial.

Ministerio de Salud:
Debe reglamentar la tenencia responsable de mascotas y establecer un sistema de control de fertilidad.

Municipalidades:
Estarán obligadas a dictar ordenanza sobre tenencia responsable de mascotas

Deberán llevar un registro de mascotas.

Tendrán que hacerse cargo de retirar de circulación los perros agresivos o sin dueño.

Tendrán que construir y mantener recintos para albergar temporalmente a los canes que saquen de circulación.

Los perros que saquen de circulación y recluyan en caniles, si no son reclamados por sus dueños, podrán ser subastados o entregados en adopción, trasladándose la responsabilidad a la persona que se haga cargo a partir de ese momento.

Si hay un rezago de perros viejos, enfermos o demasiado agresivos se les facultaría para practicar la eutanasia. Éste es un punto en fuerte discusión y que empantana la aprobación del proyecto.

Se entregan 6.000 millones de pesos a la Asociación Chilena de Municipalidades para realizar estas tareas.

Las multas irán a beneficio de los municipios.

Dueños o tenedores de animales:
La responsabilidad por los daños ocasionados por perros bravos es del dueño o de quien actúa como tenedor en ese momento.

Toda persona que tenga un perro deberá inscribirlo en la respectiva municipalidad.

Mantener a la mascota al interior del domicilio.

Si sale a la calle el perro debe ir supervisado por un adulto y con la correa de sujeción.

Prohíbe el adiestramiento con el fin exclusivo de fomentar la agresividad.

El dueño deberá responder civilmente por los daños que causare el animal, sin perjuicio de la responsabilidad penal que pudiera corresponder.

Podrán ser objeto de multas que van desde 1 a 5 UTM

( $187.835 al mes de noviembre) que podrán duplicarse si hay reincidencia.

Prohíbe la venta ambulante de mascotas. En algunos sectores se ha hecho una práctica habitual el vender cachorros en la calle o directamente de una persona a otra.

Personas Afectadas
Otorga competencia a los juzgados de policía local para atender las infracciones a esta normativa.
Confiere a toda persona que sea amenazada o perturbada en su vida, salud o integridad, la posibilidad de ejercer una acción especial ante el juzgado de policía local competente para que éste adopte al más breve plazo las medidas necesarias para eliminar dicha amenaza. La denuncia no requiere formalidad.

Datos
1millón 250 mil perros hay en Santiago, de los cuales 220 mil andan en la calle.

18 mil mordeduras de canes se registraron en 2009 en los servicios de salud.
14 de noviembre de 2010
©la nación
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1 comentario

Camila Duarte -

Hola,
disculpa los datos sobre la población canina que son entregados acá, provienen de qué fuente? (estudio, autor y año)

Camila.