rescatan a niñas de un burdel
Rescataron a tres niñas víctimas de trata en el barrio Santa Marta de Santa Fe. Encerradas por proxenetas a los 13. Dos de las rescatadas tenían pedido de localización de su familia. Dos chicas de nombre Micaela, una de 15 y otra de 13, y Débora, también de 13, estaban en las habitaciones de atrás de un taller mecánico a la espera de los clientes.
Argentina. Era plena tarde del viernes, en el barrio Santa Marta de la ciudad de Santa Fe, cuando el personal de la comisaría séptima llegó al taller de chapa y pintura de Ex Combatientes de Malvinas 6421. Allí pudieron encontrar a Micaela, de 15 años, desaparecida el 14 de febrero. Pero no fue tan fácil llegar hasta ella, porque el dueño del lugar, David Slaminsky, de 58 años, se resistió a la presencia policial. La policía revisó y en el fondo del comercio encontró dos habitaciones, donde había otras dos niñas, Micaela y Débora, las dos de 13 años. Con intervención del juez de instrucción Jorge Pegassano, el dueño de casa quedó detenido y le iniciaron actuaciones por privación ilegítima de la libertad y corrupción de menores. El caso se encuadra en el delito de trata de personas. Las más pequeñas habían sido captadas en uno de los barrios más pobres de Santa Fe, San Agustín, y permanecían en las habitaciones camufladas detrás del comercio, a la espera de los clientes.
En el mismo lugar había un hombre de 40 años, José Luis Aguilar, y una joven, Vanina Gorosito, de 21. La justicia investigará cuál era su papel en la explotación sexual de las niñas. Dos de las chicas liberadas contaban con pedidos de localización y paradero para ser restituidas a sus respectivos hogares, pero no así una tercera, a quien nadie había reclamado.
El procedimiento fue encabezado por el jefe de la seccional séptima, Gastón Pelegri, que tuvo a su cargo la investigación previa para localizar el lugar. El hallazgo de otras dos nenas de 13 años convertirá a este procedimiento en emblemático de la trata de personas en la ciudad de Santa Fe.
Las niñas fueron retiradas por la policía desde las habitaciones individuales donde permanecían alojadas a la espera de los clientes que visitaban la casa. Pelegri hizo conocer el resultado arrojado por el procedimiento a la Jefatura de la URI y las chicas pasaron inmediatamente a disposición de la Justicia de Menores.
Los policías encontraron y secuestraron elementos como preservativos y otros vestigios que hacen creíbles los dichos de vecinos, quienes aseguraron que allí las chicas eran obligadas a ejercer la prostitución. Una de las menores, la que había escapado de su casa el 14 pasado, vivía en la zona norte de Santa Fe. Las otras dos niñas habrían sido captadas mediante engaños en el barrio San Agustín, una de las zonas más pobres de la capital provincial.
Según publicó ayer el diario El Litoral, en su edición digital, entre los investigadores se da por hecho que las niñas no sólo eran ofrecidas a clientes habituales sino que también estaban en oferta para la venta a proxenetas de otras ciudades o provincias.
Incluso, presumen los policías que las chicas eran sometidas a sesiones fotográficas para despertar el interés de los potenciales clientes residentes en puntos alejados de la región. La actividad prostibularia que tenía lugar en el inmueble se disimulaba tras la apariencia de un taller mecánico.
21 de febrero de 2011
20 de febrero de 2011
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