sed de sangre del premio nobel de la paz
columna de lísperguer
Continúa agresión de Estados Unidos y la Unión Europea contra Libia.
¿Qué debemos creer si descartamos, por evidentemente falsos, los motivos defendidos por Obama y sus aliados europeos para atacar a Libia? Hasta febrero de este año Gadafi era bienvenido en muchas, sino todas, las ciudades europeas. Financió la campaña electoral de Sarkozy, ayudó a Italia a sobrevivir la última crisis y hasta hace apenas unas semanas era aliado de EUA en la lucha contra el terrorismo islámico. En 2009 un cable lo describe como "nuestro principal aliado para combatir el flujo de combatientes extranjeros" en África del Norte. El este de Libia está ahora en manos de fundamentalistas islámicos, tras el apoyo que les prestó la alianza de Obama destruyendo la fuerza aérea libia. Otro objetivo evidente es destruir la infraestructura libia, para frenar su desarrollo o reconstruir el país con empresas occidentales. Pero la premura en atacar sin haber agotado otros medios delata la sed de sangre del Premio Nobel de la Paz.
lísperguer
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