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los angeles restringe criaderos


La ordenanza del condado de Los Angeles reprime duramente abusos de ‘fábricas de mascotas’. Se imponen exigencias severas a las operaciones de crianza comercial con más de cincuenta perros, sometiéndolas a inspecciones más frecuentes y más horas mínimas de dotación de personal. Editorial de Los Angeles Times.
Estados Unidos. Las ‘fábricas de mascotas’ son los criaderos de perros -grandes y, demasiado a menudo, negligentes y crueles. Las hembras son frecuentemente sobrecargadas con ciclos de celo consecutivos hasta el extremo de que sus huesos se rompen y pierden sus dientes. Cientos, incluso miles de perros y cachorros de crianza pueden terminar hacinados en jaulas sucias, denuncian activistas por el bienestar animal, que han realizado numerosas filmaciones en video de manera encubierta en algunos de los peores criaderos en todo el país.
Pero como las granjas de ganadería intensiva, los criaderos de perros son perfectamente legales. Están sujetas a normas de la Ley de Bienestar Animal tan mínimas que incluso el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, que las implementa y otorga permisos para las operaciones, insta a los operadores a superarlas. Cerrarlas es difícil. En Missouri, donde hay más operaciones comerciales de crianza de perros que en cualquier lugar en todo el país, un proyecto que limita las operaciones a la crianza de cincuenta perros que fue aprobada por los votantes el año pasado, está ahora en peligro de ser desmantelada por la Legislatura del estado. Un proyecto en California incluía restricciones similares en cuanto al tamaño de las operaciones, fue aprobado en ambas cámaras de la Legislatura, pero vetado por el entonces gobernador Arnold Schwarzenegger en 2009. (Explicó que aunque condenaba el maltrato animal, el proyecto de ley iba demasiado lejos.)
Si los gobiernos encuentran difícil limitar el número de animales de una operación de crianza comercial, los legisladores podrían al menos hacer más estricto su control. Eso es lo que hizo esta semana la Junta de Supervisores del condado de Los Angeles cuando aprobó una ordenanza, presentada por el supervisor Michael D. Antonovich, que regulará más estrechamente a todos -criadores, peluqueros caninos, operadores de caniles- los que alberguen más que algunas mascotas.
Pero las exigencias más estrictas de la ley cubren las operaciones de crianza con más de cincuenta perros, sometiéndolas a inspecciones más frecuentes de funcionarios de control animal, un extenso examen veterinario anual de cada perro de más de un año de edad y más horas mínimas de dotación de personal. (Los criaderos deben contar con personal dieciocho horas al día.) La ley prohíbe la cruza de hembras de menos de un año. Tres días después de que una hembra de a luz, debe ser separada de otros perros adultos y llevada con su camada a otro área de albergue donde pueda atender a sus cachorros.
Todas las operaciones animales, sin importar su tamaño, deben contar con detectores de humo en buen estado y con equipos de extinción de incendios. Y todos los animales puestos a la venta deben contar con un microchip o provistos de un tatuaje antes de su venta o cuando cumplan cuatro meses de edad. "Si vemos animales enfermos, queremos poder localizarlos", dijo Marcia Mayeda, directora del Departamento de Control y Cuidado Animal del condado, que tiene por misión implementar la ordenanza.
La nueva ley no es tan severa como quisieran algunas organizaciones de protección animal. Dale Bartlett, de la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos, observa que la ley no exige que las hembras descansen entre periodos de celo, aunque dice que es de todos modos una ordenanza buena e importante.
Las nuevas regulaciones cubren sólo algunas zonas del condado de Los Angeles, un área que no exactamente un centro de criaderos de mascotas. Sin embargo, fue el descubrimiento de un criadero en el Antelope Valley en malas condiciones, y con una severa situación de hacinamiento, en 2008, la que espoloneó la promulgación de la ordenanza municipal. En la actualidad hay seis operaciones de crianza comercial en las áreas rurales, cada una con entre noventa y 245 hembras de crianza, y todas ellas con sus cachorros. Así que el número de animales afectados por la ordenanza es significativo.
Es difícil de entender que alguien intente comprar un cachorro de un criadero cuando lo puede hacer en una tienda de mascotas, pero los activistas de la protección animal dicen que eso es lo que ocurre. De momento, es labor de los gobiernos locales realizar controles más estrictos de las operaciones comerciales a gran escala. "Lo que queremos es que al final del día los legisladores estudien la ordenanza y digan: ‘La podemos hacer más estricta’", dijo Elizabeth Oreck, que dirige la campaña sobre los criaderos de mascotas de la Best Friends Animal Society.
De momento, la nueva ley del condado es un paso positivo hacia la identificación y reforma de la crianza irresponsable.
28 de junio de 2011
18 de marzo de 2011
©los angeles times
cc traducción mQh

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