Blogia
mQh

orden de captura complica conflicto


La decisión del Tribunal Penal Internacional aislará todavía más al gobernante libio, pero hace más improbable que renuncie al poder.
[Henry Chu] Londres, Inglaterra. La orden de captura internacional por crímenes contra la humanidad emitida contra Muamar Gadafi y algunos miembros de su familia aísla todavía más al líder libio, pero también reforzará su determinación a luchar antes que abandonar el poder o buscar refugio fuera del país.
Con el impasse militar entre la OTAN y las fuerzas del gobierno libio que ya supera los cien días, la Corte Penal Internacional de La Haya ordenó el lunes la detención de Gadafi, su hijo y un cuñado. El tribunal sostiene que los líderes ordenaron o alentaron a sus fuerzas a disparar contra civiles libios y a encarcelar a cientos de ellos durante los primeros días del levantamiento contra el gobierno que estalló en febrero.
Las órdenes de captura no serán implementadas fácilmente. Se desconoce el paradero exacto de Gadafi, 69, excepto para su círculo íntimo. Los países de la OTAN no han mostrado ningún deseo de utilizar tropas terrestres en el conflicto. Y aunque las fuerzas rebeldes celebraron las órdenes, su capacidad de ocupar la fuertemente armada capital, Trípoli, sigue siendo un encargo difícil.
"Tiene significación simbólica", dijo Shashank Joshi, experto del Royal United Services Institute, un laboratorio ideológico con sede en Londres. Ahora Gadafi tiene pocos motivos para rendirse, dijo, y las opciones de si seguir luchando o entregarse "son las mismas que ayer."
Pero como un espectro rondando en torno a Gadafi, la orden podría complicar cualquier intento de una resolución diplomática del conflicto. Si el gobernante abrigara alguna vez la idea de hacerse a un lado y marcharse al exilio, tendría que llegarse a un acuerdo para ocuparse de su probable insistencia en no ser detenido.
"Lo hace un poco más difícil, pero no imposible", dijo Joshi. "No deberíamos exagerar y decir que esto excluye todo acuerdo político, o algún tipo de exilio. Pero eleva el precio a pagar que tiene que considerar Gadafi."
Gadafi podría consolarse con el destino del presidente sudanés Omar Hassan Ahmed Bashir, el otro único jefe de estado buscado por el Tribunal Penal Internacional. La orden de captura contra Bashir fue emitida hace más de dos años, pero sigue libre y ha viajado sin impedimento alguno a otros países africanos, algunos de los cuales, como otras decenas de países, no reconocen al Tribunal Penal Internacional.
Gadafi es apoyado por algunos países africanos que han disfrutado de su generosidad y podría buscar refugio en uno de ellos.
Pese a preguntas sobre si la orden de captura hace más difícil remover a Gadafi, la portavoz jefe del Departamento de Estado de EUA defendió la decisión.
"Estados Unidos cree que la decisión de referir el caso al Tribunal Penal Internacional fue una decisión correcta. El TPI se ha expresado sobre la necesidad de justicia y rendición de cuentas", dijo Victoria Nuland a los periodistas en Washington. "Con respecto a si esto obstaculiza o ayuda, no cambia el hecho de que Gadafi ha recibido el mensaje de que es hora de marcharse."
Estados Unidos es uno de los países que no ha reconocido al tribunal, diciendo que los soldados americanos desplegados fuera del país podrían quedar en una situación vulnerable ante persecuciones motivadas políticamente.
El gobierno libio se burló de la orden de captura antes incluso de que fuera emitida. En anticipación de la orden, el portavoz Musa Ibrahim dijo a periodistas el domingo que Trípoli no reconocía la autoridad del Tribunal Penal Internacional.
"El TPI no tiene ninguna legitimidad", dijo Ibrahim. "De eso nos ocuparemos."
Pero en las montañas al oeste del país en manos de los rebeldes, los combatientes de oposición y sus partidarios celebraron la orden disparando sus AK-47.
"Merece más que ser metido en la cárcel," dijo Mohammad Adel, un estudiante de ingeniería de veintiún años en la ciudad de Zintan. "Merece ser tratado como Saddam Hussein. Hay que matarlo en la horca."
La orden de 43 páginas menciona numerosos incidentes durante las dos primeras semanas del levantamiento de la oposición en las que se dice que las fuerzas leales ametrallaron a los manifestantes, encarcelaron a algunos disidentes y torturaron a los otros con descargas eléctricas en sus genitales o colgando a sus víctimas cabeza abajo para darles de latigazos.
Según el tribunal, Gadafi es el responsable de la brutal represión como el líder supremo de Libia, su hijo Seif Islam Kadafi como el "primer ministro de facto" y su cuñado Abdullah Sanoussi como jefe de la inteligencia militar.
En un ataque el 21 de febrero, dice la orden, francotiradores del gobierno abrieron fuego contra mezquitas en Trípoli, matando al menos a cien personas. En Bengasi, una ciudad al este del país que finalmente cayó en manos de los rebeldes, las fuerzas de Gadafi, reza la acusación, golpearon con garrotes y espadas a los manifestantes y los rociaron con ácido.
Gadafi, afirma el tribunal, ejercía "el control absoluto, definitivo e incuestionado sobre el aparato de estado", identificando a Seif Islam y a Sanoussi como dos de sus colaboradores más cercanos.
La orden también acusa a los tres funcionarios de tratar de encubrir las acciones de las fuerzas de seguridad amenazando a periodistas e incluso ordenando el retiro de cuerpos de los hospitales.
Luis Moreno Ocampo, fiscal del TPI, entregó el mes pasado su petición de emisión de las órdenes de detención, y su emisión el lunes no fue ninguna sorpresa. Sin embargo, fueron bien recibidas por la OTAN como otra prueba del creciente aislamiento de Gadafi.
También vincula más estrechamente el destino de Gadafi con el resultado de una misión autorizada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como una intervención humanitaria para proteger a la población civil.
"El hecho es que aumentamos la presión sobre Gadafi", dijo al Parlamento el primer ministro británico David Cameron. "Debemos mantener la presión, porque está empezando a surtir efecto."
Según un cable de la Associated Press, el lunes los aviones de guerra de la Organización del Tratado del Atlántico Norte continuaron bombardeando a las fuerzas de seguridad libias, aunque se oyeron dos fuertes explosiones cerca de la residencia de Gadafi en Trípoli. El gobierno libio dijo que los misiles de la OTAN impactaron en un bus del mandatario libio e hirieron levemente a dos personas.
La lucha se ha intensificado al occidente de Libia a medida que las fuerzas antigubernamentales tratan de cercar Trípoli desde el oeste y desde zonas controladas por los rebeldes al este. Un feroz ataque aéreo de la OTAN está respaldando esa campaña.
Un alto funcionario de Naciones Unidas dijo el lunes que parece que los rebeldes están ganado la batalla contra el gobierno.
"Está claro que la iniciativa, aunque vacilante, la llevan ahora las fuerzas de la oposición, apoyadas por el poder aéreo de la OTAN", dijo al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas B. Lynn Pascoe, subsecretario general para asuntos políticos.
Agregó que continuarían los esfuerzos diplomáticos.
[Borzou Daragahi en Zintan contribuyó a este reportaje.]
28 de junio de 2011
©los angeles times


0 comentarios