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creencias del terrorista noruego


La policía describe a Anders Behring Breivik "cristiano fundamentalista de extrema derecha", mientras que sus amigos dicen que había empezado a expresar opiniones cada vez más extremistas.
[Edmund Sanders] Oslo, Noruega. En las fotografías que circulan por todo el mundo, Anders Behring Breivik se ve casi como un pijo con el cabello rubio bien peinado y su  cara de niño. El cuello torcido de una camisa de polo color melocotón se asoma por un suéter Izod oscuro.
Es difícil reconciliar la imagen de este joven que sonríe en las tomas efectuadas en un estudio profesional del monstruo que según testigos se disfrazó de policía y persiguió para matar a decenas de jóvenes noruegos, disparando contra los que saltaron a las gélidas aguas en un desesperado intento por escapar.
"Los mataré a todos", le gritaba a las víctimas, contaron testigos.
Ahora es el turno de los detectives hacer coincidir estas dos imágenes incongruentes en un intento por comprender qué motivó al hombre que se cree es el autor de los ataques.
A medida que emergen más detalles, los noruegos empiezan a asimilar el hecho de que los atentados que destrozaron la idílica sociedad que pensaban construir no obedecen a ninguna trama extremista extranjera sino que fueron orquestados por un solo terrorista noruego -criado y educado en el seno de una familia de clase media que no había tenido nunca problemas con la ley.
De acuerdo a la página en Facebook con el nombre y la foto de Breivik, el hombre de 32 años se describe a sí mismo como un ex estudiante de economía con intereses que van desde Winston Churchill hasta el culturismo y la masonería. Sus preferencias incluyen las películas violentas, los videojuegos de guerra, la música clásica y la serie ‘Dexter’, de HBO, sobre un asesino en serie que se siente culpable.
La policía se está concentrando en su lado más oscuro y lo describe como un "cristiano fundamentalista de extrema derecha" que visitaba páginas web extremistas y dejó todo un rastro de apasionados sermones, a veces oscuros, que reflejaban opiniones vehementemente antimusulmanas, un profundo escepticismo sobre una sociedad compuesta de diferentes culturas y hostilidad hacia el socialismo.
Los funcionarios dijeron que no especularían sobre si sus opiniones políticas o religiosas jugaron o no un papel en los atentados.
Pero un escalofriante manifiesto político de cerca de mil quinientas páginas, titulado ‘Una declaración europea de independencia’, subido a la red a principio de año, expone las ideas de Breivik. La procedencia precisa del libro no pudo ser verificada.
Capítulos del libro online incluyen ‘Lo que tu gobierno, la academia y los medios te están ocultando’, ‘Documentando la deliberada estrategia de la UE para islamizar Europa’ y ‘Cómo la Guerra contra los Chicos de las feministas allanaron el camino del islam.’
El libro llama a una "revolución conservadora" y es una ‘declaración preventiva de guerra", incluyendo la "resistencia armada contra los regímenes multiculturalistas/marxistas de Europa Occidental."
Describe las "estrategias de ataque", incluyendo el asesinato de docentes y la realización de atentados coordinados contra múltiples objetivos al mismo tiempo.
En un pasaje que parece predecir las tácticas de los dos atentados del viernes, el manifiesto aconseja: "Normalmente siempre te atraparán, así que en lugar de volver a casa a esperar que golpeen a tu puerta, mejor avanza hacia el segundo objetivo, y luego hacia el tercero, etc."
El folleto sugiere usar como disfraz uniformes del grupo especial de operaciones de la policía para que el hecho de que porte armas no llame la atención. Y menciona específicamente atacar congresos políticos, parrilladas y reuniones que convoquen a cientos de personas, utilizando lanzallamas y rifles de asalto para atacar a la gente. "Los delegados del partido huirán como ratas", dice en el libro.
Los amigos de Breivik -un hombre solo que hasta hace poco vivía en Oslo con su madre - dijeron, de acuerdo a informes en la prensa noruega, que en los últimos años empezó a expresar opiniones cada vez más nacionalistas y extremistas. Era un fanático de las armas y poseía varias inscritas legalmente, pero no se sabe que haya exhibido conductas violentas, aparte sus escritos, que pudieran haber llamado la atención.
En los foros en los medios sociales afirmaba ser un descontento ex miembro del Partido del Progreso de Noruega, un pequeño partido antigubernamental y anti-impuestos, de acuerdo a la agencia de noticias Norwegian Nettavisen.
En 2009, fundó una compañía agrícola llamada Breivik Geofarm, que cultivaba melones y tubérculos, de acuerdo al canal TV2 de Noruega.
Ahora los investigadores están indagando si usó su empresa para comprar fertilizantes que pudieron ser utilizados para hacer la potente bomba que hizo estallar cerca de un edificio gubernamental en el centro de Oslo.
En la cuenta de Twitter abierta hace poco por él, una actualización del 17 de julio cita al filósofo británico John Stuart Mill y no ofrece ningún indicio de un hombre que se está preparando para usar armas y bombas para difundir su mensaje: "Una persona con una creencia es igual a la fuerza de cien mil que sólo tienen intereses."
[Janet Stobart en Londres y Henry Chu en Oslo contribuyeron a este reportaje.]
27 de julio de 2011
23 de julio de 2011
©los angeles times
cc traducción mQh

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