un techo para todos
columna de lísperguer
Campaña de Un Techo para Chile lamenta prioridades torcidas por tenencia de mascotas.
La mayoría de las familias chilenas están compuestas por miembros humanos y no humanos. Todos los que somos miembros de este tipo de familia consideramos a las mascotas como familiares, y les tenemos por hijos y hermanos menores. Me causa dolor e indignación lo que parece ser su sugerencia, después de la primera frase, de que tenemos que revisar nuestras prioridades, de que una de ellas debería consistir en convertir a miembros de mi familia en un porcentaje y quitarlos de mi lista. El texto sugiere que esos miembros de mi familia son desechables. Me indigna que se quiera introducir una cuña entre las mascotas y los otros como parte de una campaña en pro de un motivo que es noble y que no debiese estar asociado a propuestas odiosas e hirientes. Es el colmo, además, que quieran instruirme sobre cómo formar y llevar mi familia y en qué orden de prioridades debo clasificarlos. Un humanismo bien entendido que aspire a la felicidad humana, no puede ignorar que esta se construye sobre la felicidad de los otros, entre ellos las mascotas.
Hubiese sido mucho mejor que Un Techo para Chile hubiera anunciado que, en el futuro, entregarán las viviendas con el número de casetas para perros necesarias según las familias y según los que duerman fuera o dentro.
lísperguer
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