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límites de la lucha contra el terrorismo


Casa Blanca sopesa límites de la lucha contra el terrorismo. ¿Puede Estados Unidos asesinar a los que percibe como enemigos en cualquier lugar del mundo?
[Charlie Savage] Washington, Estados Unidos. El equipo jurídico del gobierno de Obama está dividido sobre el derecho de Estados Unidos para asesinar a militantes islámicos en Yemen y Somalia, una pregunta que podría definir los límites de la guerra contra al Qaeda y sus aliados, de acuerdo a funcionarios del Congreso y del gobierno.
El debate, de acuerdo a funcionarios familiarizados con las deliberaciones, se centra en si Estados Unidos debe apuntar sólo contra un puñado de líderes de alto nivel de las organizaciones militantes que están personalmente asociados a conspiraciones para atacar a Estados Unidos o si también debe disparar contra los miles de reclutas de bajo nivel encargados de asuntos parroquiales: controlar los territorios esencialmente autónomos cerca del Golfo de Aden, que separa a los países.
La disputa sobre los límites en el uso de fuerza letal en la región -se trata de ataques con aviones no tripulados, misiles de crucero o acciones de comandos- ha dividido al Pentágono y al Departamento de Estado durante meses, aunque a la fecha sigue siendo un desacuerdo meramente teórico. La actual política de gobierno es atacar solamente a "individuos de alto valor" en la región, como ha tratado de hacer una docena de veces.
Pero la pregunta incontestada es si el gobierno puede escalar los ataques si quiere disparar contra la tropa de al Qaeda en la Península Arábiga, con sede en Yemen, y de Shabab, con sede en Somalia. La respuesta podría sentar las bases de un cambio en la lucha contra los terroristas a medida que al Qaeda original, operando desde Afganistán y Pakistán, se debilita. Esa organización se encuentra mutilada por el asesinato de Osama bin Laden y por una feroz campaña de ataques con aviones no tripulados en las regiones tribales de Pakistán, donde la autoridad legal para atacar a militantes que luchan contra las tropas estadounidenses en la vecina Afganistán no es puesta en cuestión por el gobierno.
Un alto funcionario subestimó el desacuerdo del jueves, definiéndolo como una diferencia en énfasis político, no en opiniones jurídicas. Los abogados del ministerio de Defensa están tratando de mantener un máximo de flexibilidad teórica, mientras que los abogados del Departamento de Estado están tratando de acercarse a sus aliados europeos, que piensan que, para propósitos legales, no hay un conflicto armado fuera de Afganistán y que Estados Unidos tiene derecho a emprender acciones en cualquier lugar del mundo sólo en casos de auto-defensa, dijo el funcionario.
Pero otros funcionarios insistieron en que los abogados del gobierno no se pusieron de acuerdo sobre la autoridad legal subyacente de Estados Unidos para ejecutar esos ataques.
Robert Chesney, profesor de derecho en la Universidad de Texas en Austin que se especializa en leyes de la guerra, dijo que la disputa reflejaba un extendido desacuerdo sobre cómo aplicar las normas escritas para guerras tradicionales en un conflicto contra una red fragmentaria de terroristas -y temores de que podría conducir a una guerra "global" interminable y sin restricciones.
"Es un barullo porque la ley está pendiente", dijo el profesor Chesney. "¿Las reglas varían de región en región? ¿El conflicto armado se libra solamente en la actual zona de combate, como Afganistán, o se libra donde quiera que estén sus participantes? ¿Cómo se define una parte en el conflicto? En esos debates se juegan un montón de cosas."
Funcionarios de contraterrorismo han retratado a al Qaeda en la Península Arábiga -que fue responsable del atentado con bomba fallido contra un avión de pasajeros con destino a Detroit el 25 de diciembre de 2009- como una organización afiliada a al Qaeda que ahora puede ser más peligrosa que lo que queda del grupo original. Esos funcionarios también han expresado preocupación sobre Shabab, aunque esa organización generalmente se concentra más en temas locales y no ha sido acusada de atacar a Estados Unidos.
En Pakistán, Estados Unidos ha golpeado a al Qaeda en parte mediante asesinatos selectivos -aquellos que buscan eliminar grupos de personas cuyas identidades no son conocidas, pero a las que se considera probables miembros de una organización extremista sobre la base de indicios como seguir adiestramiento en campos terroristas. La disputa sobre estos ataques podría determinar si esta táctica podría algún día ser empleada en Yemen y en Somalia.
El director jurídico del ministerio de Defensa, Jeh C. Johnson, alegó que Estados Unidos podría ampliar significativamente sus blancos, dijeron funcionarios. Su opinión, explicaron, es que si una organización se ha alineado con al Qaeda contra Estados Unidos, este país puede atacar a cualquiera de sus combatientes, especialmente en un país que es incapaz de neutralizarlos, o no quiere hacerlo.
El abogado del Departamento de Estado, Harold H. Koh, ha aceptado que el conflicto armado con al Qaeda no se limita al campo de batalla de Afganistán y regiones adyacentes de Pakistán. Pero, dicen los funcionarios, también ha afirmado que el derecho internacional impone límites adicionales al uso de la fuerza en otros lugares. Para asesinar en otros lugares, dijo, Estados Unidos debe justificar el acto como necesario para su defensa -queriendo decir que debería concentrarse solamente en individuos que planean ataques contra Estados Unidos.
El destino de los detenidos de Bahía Guantánamo, Cuba, depende fuertemente de este debate, dijeron los funcionarios. En varios recursos de hábeas corpus, los jueces han aprobado la detención de sospechosos de al Qaeda que fueron capturados lejos del teatro de la guerra en Afganistán, así como detenidos que fueron considerados miembros de una fuerza que estaba solamente "asociada" con al Qaeda. Una parte de la disputa es si el alcance de esos fallos sobre las detenciones son relevantes para la ley.
También el Congreso debe influir en el resultado del debate. Está considerando, como parte de un proyecto de defensa pendiente, una nueva autorización para emplear fuerza militar contra al Qaeda y sus asociados. Una versión de la disposición propuesta por la Comisión de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes establecería unas norma expansiva para las categorías de grupos que Estados Unidos puede señalar como blancos de acción militar, haciendo potencialmente más fácil que Estados Unidos asesine a un gran número de militantes de bajo nivel en países como Somalia.
En una entrevista, el senador Lindsey Graham, republicano de Carolina del Sur en la Comisión de las Fuerzas Armadas, dijo que apoyaba la versión de la Cámara y que iría más lejos. Dijo que presentaría una enmienda que autorizaría explícitamente el uso de la fuerza contra una lista de organizaciones específicas, incluyendo Shabab, así como instalaría un mecanismo para agregar otros grupos a la lista si se hiciesen culpables de algunos "actos evidentes."
"Este es un conflicto mundial, sin fronteras", alegó Graham. "Restringir la definición de campo de batalla y restringir la definición del enemigo permite que el enemigo se regenere y no disuade a la gente que mira desde fuera."
2 de octubre de 2011
15 de septiembre de 2011
©new york times
cc traducción c. lísperguer

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