amuletos y brujerías contra la mafia
Mexicanos se defienden con brujerías y amuletos de las fuerzas oscuras de los carteles de la droga.
[Karla Zabludosvky] Catemaco, México. En el penumbroso cuarto trasero de una modesta casa en esta ciudad turística ahora en gran parte vacía, Luis Tomás Marthen Torres, un hechicero con cincuenta años de experiencia, cierra sus ojos y canta mientras restriega enérgicamente una clara de huevo crudo sobre los brazos, pecho y cuello de una preocupada cliente.
El ritual es antiguo y común aquí en el principal centro para maestros de las artes ocultas en México -donde la brujería se transmite de generación en generación-, pero como muchas cosas en México, las peticiones de ayuda han cambiado.
"La gente pide ayuda porque tiene miedo de las amenazas, de la extorsión. Están llenos de energía negativa", dice Marthen Torres.
Los visitantes de esta ciudad de clase media de cerca de 67 mil habitantes, que atribuye su misticismo a las antiguas raíces toltecas de la región, han llamado durante décadas a hechiceros para hacer encantamientos de amor y curar achaques físicos. Pero en medio de la violencia que ha acosado al estado de Veracruz, las nuevas y creativas formas de brujería de protección contra la extorsión y para ayudar a encontrar a familiares secuestrados se han convertido en la principal demanda de sus clientes, dicen practicantes locales.
El temor en Veracruz se ha intensificado debido a que el estado es uno de los más recientes campos de batalla de los más poderosos carteles de la droga en México. Jorge Chabat, experto en seguridad y tráfico de drogas en el CIDE, un centro de investigación en Ciudad de México, dijo que un cartel conocido como los Zetas y el cartel de Sinaloa estaban ajustando cuentas en este estado costero, sacando el último ventaja de los recientes golpes que le ha propinado al primero el gobierno federal.
La creciente presencia del tráfico de drogas aquí ha traído consigo un negocio que ha prosperado en todo el país en los últimos meses: la extorsión. Ni brujas ni hechiceros escapan a ella.
"Siempre dicen: ‘Le habla el jefe de los Zetas’", dijo el hijo y colega hechicero de Marthen Torres, John Joseph, sobre las llamadas que recibe de miembros de la organización criminal exigiendo dinero.
Algunos de los hechiceros de Catemaco tienen cada vez más miedo, mientras otros -quizás buscando un margen en la lucha por clientes- reclaman sentir las vibraciones de la persona al otro lado de la línea. Cuando sienten un aura negativo, dicen, simplemente no contestan el teléfono. De hecho, Marthen Torres dijo que estaba seguro de que él no sería otra víctima de la guerra contra las drogas porque la fecha de su muerte ya se le había revelado. (Y no ocurrirá en los próximos diez años, dijo).
Por supuesto, personas menos clarividentes pueden no sentirse tan equipadas para hacer frente a ola de violencia.
"Estoy constantemente consciente de que mis hijos podrían ser secuestrados en cualquier momento. Es mi mayor preocupación", dijo Julisa del Carmen después de ser limpiada por un hechicero. "Estás oyendo constantemente sobre niños que son secuestrados".
Visita tanto a Marthen Torres como a su hijo para una limpia cada vez que sufre ataques de pánico relacionados con la delincuencia, dijo.
No sorprende que la creciente demanda de protección haya provocado todo un nuevo conjunto de servicios místicos. Por sólo 180 dólares puedes encontrar a un familiar perdido, dijo Alondra Martínez, 35, una bruja que hace a menudo el trayecto hacia un cerro cercano para realizar un ritual por el retorno seguro de mujeres secuestradas. Dijo que el mes pasado había recibido cinco peticiones.
"Antes esto no era frecuente. Ahora se está convirtiendo en una moda", dijo Martínez.
Una pareja desesperada la visitó hace poco, pero dijo que no ayudaría a los aterrorizados padres si no pagaban toda la tarifa. "Les dije que tenían ocho días para encontrar a su hija".
No son sólo civiles los que buscan ayuda. Agentes de policía y matones de los carteles también acuden a los chamanes de Catemaco en busca de protección. Los agentes tienen miedo de ser asesinados en una emboscada o de que sus familias sean atacadas en actos de venganza; los traficantes de drogas temen "ser capturados por la policía federal o de perder su territorio", explicó un hechicero de una ciudad cercana que es conocido como El Gato Negro, agregando que a menudo hace sacrificios animales en una caverna. A veces, dicen los chamanes de aquí, las autoridades y los delincuentes se cruzan en las salas de espera de las brujas, aunque ningún lado identifica al otro.
Sin embargo, en general, los negocios marchan mal. Algunos dueños de hotel dicen que la tasa de ocupación ha caído en casi un ochenta por ciento en los últimos tres años, lo que quiere decir que hay menos clientes para los brujos. Pese a ello, algunos clientes nuevos son bastante rentables. Un brujo, José Alberto Vera Cisneros, contó que una persona que afirmaba ser un narcotraficante preso en Manzanillo, la ciudad que cobija al puerto más ajetreado de México, había llamado hace poco para pedirle un ritual que lo hiciera salir de la cárcel. Cuando poco después recuperó su libertad, contó el ocultista, el hombre le regaló un coche.
Mientras los miembros de los carteles hacen obsequios muy caros, Marthen Torres entrega lo que llama "servicios sociales" -limpias gratis para los que han sido extorsionados hasta el punto de quedar en la indigencia.
Para combatir la creciente ola de delincuencia, los gobiernos del estado y federal han empezado la Operación Veracruz Seguro. Las fuerzas federales se han desplegado en todo el estado, las policías locales y del estado está siendo purgadas de sus elementos corruptos y se han montado puestos de control fuertemente armados. Desde que el plan fuera implementado a principios del mes pasado, se ha detenido a más de 250 personas, pero la violencia persiste. El 20 de octubre, ocho cuerpos fueron encontrados en la ciudad de Paso de Ovejas, a 160 kilómetros al noroeste de Catemaco.
Y mientras persista la delincuencia, los chamanes de Catemaco seguirán siendo solicitados para hacer hechizos de protección y clarividencia por parte de policías, ladrones y sus víctimas. Marthen Torres dijo que los cuerpos de las víctimas golpeadas estaban todavía tibios cuando llegó al sitio del suceso al otro lado del país para determinar cómo habían ocurrido los asesinatos. "Puedo ver la última imagen que vio la víctima en sus ojos", dijo.
Ciertamente algunos encontrarán esto difícil de creer. "La delincuencia no se resuelve con magia", dijo el presidente Felipe Calderón en un discurso en 2009 (aunque obviamente lo dijo en un sentido figurado, no literal). Similarmente, Ernesto Cordero, un aspirante a la candidatura para la elección presidencial de 2012 y miembro del partido político de Calderón, señaló hace poco que no había remedios mágicos para "salir del problema en que nos metimos nosotros mismos".
Los brujos y hechiceras de Catemaco discrepan.
17 de noviembre de 2011
1 de noviembre de 2011
©new york times
cc traducción c. lísperguer
0 comentarios