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terrorismo neo-nazi en alemania


Neo-nazis implicados en una larga serie de delitos, incluyendo asaltos a bancos, atentados con bomba y asesinatos de policías e inmigrantes en Alemania. Acusan de pasividad a policía alemana.
[Nicholas Kulish] Zwickau, Alemania. Terroristas neo-nazis son responsables de una ola de crímenes que se remontan a más de diez años, entre los que se incluyen el asesinato de al menos diez personas, incluyendo entre ellas a inmigrantes, tenderos y una agente de policía, informaron el domingo funcionarios del gobierno alemán. Se sospecha que la organización es responsable de más de una decena de asaltos a bancos y un atentado con bomba en Colonia, dijeron.
Los dos principales sospechosos de los crímenes están muertos, aparentemente por suicidio. Otro se entregó a la policía y un cuarto implicado fue detenido el domingo.
Gran parte de las evidencias sobre la organización se encontraron entre las ruinas de un departamento al este de Alemania donde vivían varios de los sospechosos. El 4 de noviembre, en una escena que parecía sacada de una película de suspenso, una explosión y las llamas resultantes destruyeron el departamento, aparentemente en un intento de los sospechosos de borrar las evidencias. Pero la policía pudo recuperar el arma que fue probablemente usada en los homicidios, junto con un espeluznante video de propaganda de quince minutos y otras evidencias.
El diario Der Spiegel publicó imágenes sacadas del video, incluyendo los cuerpos ensangrentados de varias de las víctimas de lo que se conoció como los asesinatos de los vendedores de döner -una referencia al hecho de que algunas de las víctimas eran vendedores de comida nacidos en el extranjero que trabajaban en puestos de döner kebab.
El caso ha sobrecogido a la sociedad alemana, que ha luchado durante décadas para poner tras de sí el periodo nazi del país. [Pese a las evidentes diferencias] el alcance de la violencia atribuida a los neo-nazis ha sido comparada con la de los terroristas de extrema izquierda de la Fracción del Ejército Rojo, conocido también como banda Baader-Meinhof.
Los asesinatos son signos de "una nueva forma de terrorismo de extrema derecha", dijo el ministro del Interior del país, Hans-Peter Friedrich, en una rueda de prensa en Berlín este domingo pasado. Hablando con periodistas en Leipzig el domingo, la canciller Ángela Merkel dijo que los crímenes revelaban "estructuras que nunca imaginamos que existirían".
El domingo surgieron acusaciones de que uno o más miembros del grupo, que se llamaba a sí mismo Resistencia Nacional Socialista, puede haber trabajado como un informante secreto del servicio de inteligencia nacional de Alemania. Políticos de la oposición pidieron una sesión especial de la comisión parlamentaria de control de la inteligencia para tratar el asunto.
Informes en el diario Bild y en otros medios informaron que la policía había encontrado documentos de identidad con nombres falsos, similares a los que se otorgan a informantes y agentes encubiertos. Funcionarios del estado alemán de Turingia dijeron que habría una investigación oficial.
Los dos principales sospechosos -Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt, identificados por la policía como militantes de extrema derecha- aparentemente se suicidaron el 4 de noviembre en una auto-caravana en Eisenach, a 177 kilómetros al oeste de Zwickau. La policía declaró en el sitio del suceso que encontraron pistolas semiautomáticas Hecker & Koch, que pertenecían a los dos agentes que fueron atacados en Heilbronn en 2007; uno de ellos murió, y el otro quedó gravemente herido.
Las autoridades dicen que los crímenes del grupo no se limitan a ese ataque. Se sospecha que los miembros de la organización cometieron al menos catorce asaltos a bancos, incluyendo uno en Eisenach el día en que murieron. También se sospecha que la organización hizo detonar una bomba frente a una peluquería en un vecindario de inmigrantes en Colonia en 2004, que dejó heridas a veintidós personas. El video de propaganda incluye una fotografía de un bomba llena de clavos, similar a la usada en Colonia.
Detectives dijeron el domingo que estaban estudiando otros delitos que pueden haber sido cometidos por la organización, incluyendo un atentado con bomba en marzo de 1999 en una exposición sobre las fuerzas armadas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial y otro similar en un cementerio judío en Berlín en 2002. La policía también está investigando si el grupo puede estar detrás del asesinato a principios de mes de un hombre en Döbeln que vendía kebabs.
Las autoridades están tratando de determinar si los miembros conocidos de la organización tenían conexiones con otros criminales no identificados. Funcionarios de todo el espectro político exigieron saber cómo pudo la organización operar tanto tiempo sin ser detectada.
"Este es un fracaso demoledor", dijo Hajo Funke, experto en extremismo de derecha de la Universidad Libre de Berlín. "Todavía no hay suficiente voluntad pública para perseguir con más determinación a organizaciones nacional-socialistas".
La fiscalía federal anunció que la policía había arrestado el domingo, cerca de Hanover, a un sospechoso de la organización. Los fiscales identificaron al detenido sólo como Holger G., y declaró que había estado en contacto con Mundlos y Böhnhardt, los dos principales sospechosos, desde fines de los años noventa. Dijeron que el detenido prestó su pasaporte al grupo y alquiló auto-caravanas para ellos en varias ocasiones, incluyendo una utilizada en el atentado contra los agentes de policía en Heilbronn.
El extremismo de extrema derecha recibió una renovada atención en toda Europa después del asesinato, en julio, de más de sesenta jóvenes en Noruega por un individuo que tenía conexiones con organizaciones extremistas. El gobierno alemán ha trabajado para contener incluso el más ligero resurgimiento de ese tipo de extremismo, pero organizaciones políticas de extrema derecha, como el Partido Nacional Democrático sigue encontrado acogida, especialmente en los estados de la antigua Alemania del Este. Los extremistas operan en redes flexibles, especialmente en Sajonia, Sajonia-Anhalt y Turingia, dijo Funke.
Mundlos, Böhnhardt y una tercera sospechosa, Beate Zschäpe, eran buscados desde 1998, cuando la policía descubrió un taller de bombas caseras en un garaje alquilado por Zschäpe.
El 4 de noviembre, el mismo día que Mundlos y Mr. Böhnhardt incendiaron su auto-caravana y se suicidaron en Eisenach cuando la policía estrechaba el círculo, vecinos en Zwickau dijeron que vieron a Zschäpe saliendo a toda prisa del edificio en Frühlingsstrasse momentos antes de que el departamento estallara, de acuerdo a la policía local. Se entregó a la policía algunos días después.
La policía declaró que entre las ruinas encontraron una pistola Ceska del mismo modelo utilizado con un silenciador en los asesinatos de los vendedores de kebab.
De las nueves personas asesinadas entre 2000 y 2006 en esos casos, en realidad sólo dos vendían kebabs; las otras vendían flores o verduras o diarios, una poseía un cyber-café y otra una cerrajería. Los asesinatos ocurrieron en todo el territorio alemán, desde Munich y Nuremberg en Bavaria hasta Rostock en el Mar Báltico y Dortmund en el oeste.
El video de propaganda minimizaba esos asesinatos de una manera mórbida. En una imagen publicada en Der Spiegel, el personaje de la historieta de la Pantera Rosa aparece junto a un cartel que dice "Gira Alemana, 9o Turco Asesinado a Tiros", con una foto en la que aparentemente se ve a una de las víctimas.
"Es escalofriante", dijo Christin Giller, 28, un vecino que paró en la Frühlingsstrasse a mirar los daños el domingo. "Tú sabes que se reúnen de vez en cuando y luego expresan su rabia y esas cosas, pero nunca pensé que serían capaces de hacer una cosa así".
Un hombre de edad mediana susurró: "[El nazismo] está oculto en todas partes, pero puede volver a surgir en cualquier momento", y se alejó sin dar su nombre.
[Stefan Pauly contribuyó a este reportaje desde Berlín.]
20 de noviembre de 2011
3 de noviembre de 2011
©new york times
cc traducción c. lísperguer

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