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doctrina de la impunidad disfrazada


La doctrina Suprema: condena, pero no encarcela. La filosofía de esta doctrina beneficia a quienes colaboran con la justicia aportando información y reconociendo sus crímenes, buscando además "la paz social". Los familiares de las víctimas acusan que es una impunidad disfrazada.
[Jorge Escalante] Los fallos de la Sala Penal de la Corte Suprema han adquirido un particular sello en los últimos años. Aunque la justicia mantiene su función de perseguir el delito y reparar el daño causado, en el camino paralelo de búsqueda de paz social y equilibrio se han otorgado importantes compensaciones a quienes colaboran eficazmente con las diligencias.
Los fallos se han fundado en la denominada doctrina Dolmestch. El ministro Hugo Dolmestch, tal como el resto de los integrantes de la sala, no se pronuncia públicamente acerca de sus consideraciones. Sólo hablan a través de sus fallos. Tres de los cinco jueces que conforman la sala comulgan con esta interpretación jurídica. Los otros dos, Rubén Ballesteros y Nibaldo Segura, son abiertos partidarios de la amnistía y la prescripción de estos delitos por el paso del tiempo, sin atender la legislación penal internacional y los tratados firmados y ratificados por el Estado chileno, que justamente prohíben aquello.
Esta tesis jurídica benefactora se expresa de forma muy concreta. Si bien casi todos reciben condenas, en su mayoría éstas son bajas (cinco años o menos de presidio) en relación con el daño causado a las víctimas y sus familiares.
Sólo entre agosto y septiembre de este año, de 46 represores sentenciados en última instancia por la Sala Penal, el 63% fue beneficiado con la libertad vigilada o con la remisión condicional de la pena, según las condenas hayan sido rebajadas a cinco o tres años, respectivamente.
De este 63%, en 17 casos las penas aplicadas fueron de cinco años y en 12 fueron de tres años. Del total de 46 condenados, a otros 12 se les aplicó una pena de presidio efectivo entre cinco y diez años, pero se trató de ex agentes, como el jefe de la DINA Manuel Contreras y otros criminales de amplia figuración, que ya se encontraban cumpliendo condenas de prisión por otros delitos contra la humanidad. Sólo en cinco de los 46 casos se aplicaron condenas efectivas entre seis y diez años en contra de ex agentes que no se encontraban sentenciados con anterioridad.

La Tómbola Cruel
Desde hace un tiempo, la Sala Penal es una tómbola para sellar las causas por violaciones de los derechos humanos. Cuando falta uno de los tres ministros no partidarios de absolver derechamente a los culpables de todo cargo, pero sí de rebajar con frecuencia considerablemente sus penas, el acto de hacer justicia queda echado a la suerte, dependiendo de qué postura tenga el ministro o el abogado integrante que llega a reemplazar al ausente.
Junto al juez Dolmestch, en esta línea están los magistrados Jaime Rodríguez y Carlos Kunzemüller. Si el reemplazante es, al igual que los jueces Segura y Ballesteros, partidario de amnistiar o decretar prescrita la acción penal por el paso del tiempo, quienes hayan sido condenados en primera y segunda instancia probablemente serán absueltos.
Si el sustituto es partidario de la ‘doctrina Dolmestch’, la mayoría de las veces habrá penas bajas, posibilitando que los condenados las cumplan en un régimen de libertad. Así sucedió con los asesinos de 11 campesinos en la zona precordillerana de Liquiñe (Región de los Lagos), hecho ocurrido en 1973.
La base jurídica para la implementación de esta doctrina es la llamada "media prescripción", establecida en el Código Penal. Aunque no son partidarios de la prescripción completa ni menos de la amnistía al tratarse de delitos contra la humanidad, al recurrir a esta figura penal, los magistrados pueden respaldar su doctrina benefactora-compensatoria.
Una de las últimas variables jurídicas introducidas a este mecanismo ha sido acoger favorablemente indemnizaciones monetarias a favor de los familiares de las víctimas, cuestión que hasta no hace mucho era negada por las cortes de Apelaciones y Suprema. Sin embargo, en este plano, el Consejo de Defensa del Estado no ha variado su sistemática oposición a reparar económicamente a los familiares de las víctimas por el daño causado.
El abogado Juan Carlos Manns forma parte del equipo jurídico que defiende a los militares retirados y en servicio activo. El antiguo defensor de Manuel Contreras comprende a su manera la ‘doctrina Dolmestch’.
"A algunos ministros les parece descabellado estar aplicando penas tan altas después de tantos años desde que han sucedido los hechos. Los jueces aplican algunas atenuantes, como la irreprochable conducta anterior (no haber sido condenado antes por otro delito) o la colaboración eficaz con la justicia. Habrá recompensa en la medida en que se reconozca el delito cometido y se colabore con información para esclarecer la verdad de los hechos", plantea.
Manns reconoce que los delitos de lesa humanidad no pueden amnistiarse ni prescriben por el transcurso del tiempo, como lo establece la legislación penal internacional y los tratados que la conforman. No obstante, rebajar las penas como compensación a la colaboración del inculpado con la justicia para establecer la verdad y hacerlo además en aras del principio superior de la paz social, a su juicio "no es lo mismo que la impunidad, que sería no aplicar ningún tipo de condena".

Impunidad Disfrazada
La presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Lorena Pizarro, tiene una visión muy distinta. "Aquí lo que está ocurriendo en el Poder Judicial y en especial en la Sala Penal de la Corte Suprema, es simplemente una impunidad disfrazada", critica.
La dirigente agrega que "no necesitamos penas simbólicas como para que a los jueces no se les diga que no condenaron los crímenes. Lo que se requiere es nada más que la verdad y la justicia total, y que los que violaron los derechos humanos vayan a la cárcel".
Acerca de la explicación que han dado algunos defensores de esta teoría benefactora, en el sentido de que el Estado debe conformarse porque ya están en la cárcel los principales ejecutores materiales e intelectuales de estos crímenes, Pizarro afirma que "Manuel Contreras, como jefe de la DINA, y sus principales colaboradores no cometieron solos todos los crímenes. Cientos de agentes tomaron parte del terrorismo de Estado y por eso todos deben ir a la cárcel".
Dado que la Sala Penal de la Corte Suprema no se desvía de sus caminos benefactores, la presidenta de la AFDD admite que "ahora lo único que nos queda es recurrir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para denunciar al Estado chileno por denegación de justicia, y porque sus tribunales no están respetando los tratados internacionales de los cuales Chile es parte".
Entre los beneficiados en agosto pasado con este criterio jurídico, está la mayoría de los asesinos del periodista José Carrasco, además de los opositores al régimen de facto Felipe Rivera, Gastón Vidaurrázaga y Abraham Muskablit, todos secuestrados y ejecutados por agentes de la CNI horas después del atentado a Augusto Pinochet, el 7 de septiembre de 1986.
De los 14 condenados en primera y segunda instancia por la Corte de Apelaciones de Santiago, la Sala Penal de la Corte Suprema concedió el beneficio de la libertad vigilada a 11 de ellos, al aplicarles penas de sólo cinco años. De los tres condenados con penas de cárcel efectivas, dos de ellos ya estaban en prisión cumpliendo sentencias por otros delitos: Álvaro Corbalán e Iván Quiroz. Sólo Jorge Vargas Bories se encontraba en libertad.
Curiosamente, esta vez los ministros Ballesteros y Segura no votaron por absolver a los condenados por la vía de la prescripción. Y en ese detalle se refleja otro acuerdo tácito en ese tribunal: con los casos considerados emblemáticos, no se meten. Eso explica, según fuentes de tribunales consultadas por LND, por qué los asesinos de los 11 campesinos de Liquiñe pueden hoy seguir caminando las mismas calles del sur por las que transitan los hijos de estos obreros agrícolas, incluso insultándolos y enrostrándoles burlescamente su "triunfo" logrado gracias a esta beneficencia judicial. De los fallos se desprende que no era lo mismo dejar libres a los culpables de la matanza de Liquiñe, un pueblito abandonado allá lejos en la precordillera del sur, que a los autores materiales e intelectuales de la Operación Albania, en la que se aplicó hasta el presidio perpetuo para el ex jefe de la CNI Hugo Salas Wenzel.
En este contexto parece imposible que, en una resolución que se entregará en pocas semanas, esta doctrina benefactora ampare a los nueve ex agentes de la DINA condenados por el doble crimen del general Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert, crimen ocurrido en Buenos Aires hace 35 años. Según sostienen las fuentes de tribunales consultadas por LND, la Sala Penal no se expondría a una condena nacional e internacional, beneficiando a los autores y cómplices de este doble homicidio. Más aún, teniendo en cuenta de que, no hace mucho, hasta el propio Ejército chileno se pronunció por primera vez públicamente en contra de este doble asesinato, a través de una ceremonia de reconocimiento a la familia del general y su esposa.

Evolución de Sala Penal
A fines de los ’90, la Corte Suprema comenzó a variar notoriamente en materia penal la postura que tenía desde el régimen militar. Por un lado, se puso fin al derecho que ostentaba el Ejército para integrar esta Sala Penal a través de su auditor general, cargo que por largo tiempo mantuvo el general Fernando Torres Silva.
Hoy Torres está procesado y formalmente acusado por el secuestro y homicidio del químico de la DINA Eugenio Berríos. Además, en 2004, fue condenado a 800 días de prisión por el crimen del líder sindical Tucapel Jiménez, aunque no cumplió la pena en la cárcel, porque la Sala Penal del máximo tribunal lo benefició remitiéndole la pena.
Por otro lado, algunos jueces de este tribunal -Alberto Chaigneau, Enrique Cury, Milton Juica y José Luis Pérez, entre otros- comenzaron a adoptar la postura jurídica del reconocimiento a los tratados internacionales que castigan los crímenes de guerra y lesa humanidad, declarándolos inamnistiables e imprescriptibles. Ello permitió que varias causas que habían sido cerradas por las fiscalías militares y la Corte Marcial aplicando el decreto Ley de Amnistía vigente desde 1978 fueran reabiertas manteniéndose muchas de ellas en ese estado hasta hoy. Sin embargo, con el retiro por edad de algunos de los cuatro magistrados mencionados y la partida de otros como José Luis Pérez y Milton Juica hacia otras salas de esa corte, en la Sala Penal se fue reponiendo en algunos nuevos integrantes el pensamiento del no castigo a este tipo de delitos y en otros, introduciéndose la tesis de la compensación benefactora mediante la rebaja de las condenas, a veces de manera considerable.
Este es el actual escenario de la Sala Penal que espera a los 352 procesos por violaciones de los derechos humanos, que actualmente se mantienen abiertos.

4 de octubre de 2009
©la nación 
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nuevo ataque de carabineros


Hospitalizado se mantiene mapuche que recibió perdigón en un ojo. El afectado asegura que el proyectil fue disparado por un carabinero cuando se dirigía con su mujer a recibir el ajuar  entregado por el gobierno.
Ercilla, Chile. Pablo Catrillanca, hijo del lonko de Temucuicui, Juan Catrillanca, permanece internado en el Hospital Hernán Henríquez debido al impacto de perdigón que recibió en uno de sus ojos.
El afectado -que está con riesgo de perder la visión de uno de sus ojos- asegura que recibió el impacto por parte de la policía cuando se dirigía junto a su cónyuge hacia el centro asistencial de Ercilla para solicitar el ajuar entregado por el gobierno.
"Andábamos en la posta y nunca pensé que Carabineros me podía hacer esto", dijo el joven comunero a Radio Cooperativa.
El padre de la víctima acusó al recinto hospitalario de no coordinar el traslado de su hijo hacia Santiago para que le extrajeran el proyectil del ojo.

4 de octubre de 2009
©la tercera 
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carabineros disparan contra niño


Niño mapuche herido en enfrentamiento en Ercilla. Menor de 10 años acusó a Carabineros de la lesión con balines de goma. La policía reportó operativo de desalojo en que fue alcanzado un funcionario.
Ercilla, Chile. Un niño de 10 años, identificado como Felipe Andrés Marillán Morales, se recupera luego de ser alcanzado por balines de goma en la cabeza supuestamente disparados por carabineros que desalojaban este jueves un predio tomado por mapuches en Ercilla.
La víctima acusó a esa policía por la lesión cuando salió de su casa en el sector de la comunidad Pancho Curamil, cercana a Temucuicui, en momentos en los efectivos intervenían en la toma del fundo La Romana .
De acuerdo a la denuncia, el niño regresó con el rostro ensangrentado por sus propios medios a la vivienda desde donde luego lo trasladaron de urgencia hasta una posta de Victoria en donde confirmaron una herida en la región parietal sin compromiso.
Carabineros, según informa radio Cooperativa, reportó un enfrentamiento para desalojar a unos 25 comuneros de Temucuicui en que el cabo primero Felipe Arellano fue herido por un proyectil en una oreja y el mentón.

2 de octubre de 2009
©la nación
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chile exige una constitución democrática


Jaime Guzmán sostenía que la Constitución que se redactaba debería prever que "si llegan a gobernar los adversarios, se vean constreñidos a seguir una acción no tan distinta a la que uno mismo anhelaría.
[Roberto Garretón] La proposición del senador Eduardo Frei de convocar a una comisión que elabore una nueva Constitución ha merecido reacciones de Sebastián Edwards en La Tercera y del candidato Sebastián Piñera. Dos materias ligadas deben distinguirse: una, que compartimos, es la necesidad de una Constitución nueva, democrática en su origen, aprobación y producto final. Así lo han entendido Enríquez-Ominami, Arrate y Frei. Así lo entiende también el Movimiento por una Asamblea Constituyente. Dos, el método: una comisión nombrada por el Ejecutivo (Frei) o una asamblea constituyente (nuestro movimiento).
Piñera objeta cambiar la Constitución impuesta en 1980, y emanada de una comisión designada a dedo, con exclusión de todos los sectores democráticos, objetos de persecución y exclusión. Su argumento es el mismo de Pinochet para mantener el poder: al pueblo no le interesan las elecciones ni la democracia, sólo el empleo y la seguridad. Obvio. Edwards asimila todos los procesos constitucionales a Venezuela, Bolivia y Ecuador. Ignora que las constituciones de Colombia de 1991; Brasil de 1988; Paraguay de 1992; y Perú de 1979 fueron obras de asambleas constituyentes democráticas. La añorada Carta del Perú tuvo que ser abrogada por Fujimori en 1992 para imponer una útil a sus propósitos liberticidas y criminales, y que la derecha peruana se niega a derogar. Los pueblos colombiano, paraguayo y brasileño son tan orgullosos de sus constituciones como ecuatorianos, venezolanos y bolivianos, y como lo fue el peruano hasta Fujimori.
Esas naciones asumieron postulados de los revolucionarios franceses de 1793, que rigieron en Chile hasta la asonada de 1973. En su "Catecismo de los patriotas", de 1813, fray Camilo Henríquez escribía que "el pueblo tiene siempre derecho de rever y reformar su Constitución. Una generación no puede sujetar irrevocablemente a sus leyes a las generaciones futuras".
Todo lo contrario a la lógica de la dictadura: Jaime Guzmán sostenía que la Constitución que se redactaba debería prever que "si llegan a gobernar los adversarios, se vean constreñidos a seguir una acción no tan distinta a la que uno mismo anhelaría, porque -valga la metáfora- el margen de alternativas posibles que la cancha imponga de hecho a quienes juegan en ella, sea lo suficientemente reducido para hacer extremadamente difícil lo contrario". Esto es lo que defienden Edwards y Piñera.
Para Edwards, modificar el binominal o reconocer el derecho a voto de los chilenos expatriados serían reformas "limitadas". No lo son tanto si los seguidores de la dictadura se niegan a modificarlos, amparándose en los absurdos quórum que los benefician y que constituyen el núcleo duro del espacio reducido de la cancha a que aludía Guzmán.
Preocupa a Edwards que se proponga reconocer los derechos sociales (seguridad alimentaria, seguridad social; salud gratuita a los mayores de edad). Pero ellos están reconocidos en todas las constituciones modernas, salvo en la de Pinochet. Su reconocimiento, en contra de lo sostenido por Pinochet y Piñera, sí interesa a la gente, que tiene claro que la carta impuesta por Pinochet es la base de sus carencias.
Comparto con Edwards una crítica a Frei: no definir cómo hacerlo para vencer la obstinación de su sector. Veinte años de transición demuestran que los herederos de la dictadura no aceptan cambios democratizadores de fondo; la carta sólo permitió los plebiscitos que interesaban a Pinochet; y no contempla la iniciativa ciudadana. Y nadie quiere que un Presidente elegido se transforme en un Fujimori.
Nuestro movimiento tiene una propuesta que sigue el proceso colombiano, que en 1990 utilizó el sistema electoral para agregar a las seis papeletas previstas una séptima que pedía asamblea constituyente. La población acogió arrolladoramente la proposición, y el establecimiento político no tuvo más alternativas que convocar a la asamblea.
En Chile es legal que el ciudadano, junto con marcar su preferencia, escriba en el voto su deseo de tener una Constitución democrática. Los únicos votos nulos son aquellos en que el elector marque más de una preferencia.

2 de octubre de 2009
©la nación
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rechazan castigar desaparición forzada


Cámara rechazó Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas.
Valparaíso, Chile. El texto requería un mínimo de 69 votos para su aprobación, sin embargo recibió 57 votos a favor, 7 en contra y 1 abstención. De esta forma, no prosigue su tramitación aunque el Ejecutivo puede ingresarlo nuevamente a través del Senado.
El instrumento internacional (boletín 6689), adoptado el 9 de junio de 1994 en Belém do Pará, Brasil, por la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), busca contribuir a la prevención y sanción de eventuales desapariciones forzadas de personas que ocurran a futuro en el continente.
En la Convención los Estados Partes contraen compromisos fundamentales como no practicar, permitir ni tolerar la desaparición forzada de personas, ni aún en estado de emergencia, excepción o suspensión de garantías individuales.
También se comprometen a sancionar en el ámbito de su jurisdicción a los autores, cómplices y encubridores del delito de desaparición forzada de personas, así como la tentativa; cooperar entre sí para contribuir a prevenir, sancionar y erradicar la desaparición forzada de personas; y tomar las medidas legislativas, administrativas, judiciales o de cualquier índole necesarias para cumplir con la Convención.
También se consagra la obligación de adoptar, conforme a las disposiciones constitucionales de los Estados, las medidas legislativas necesarias para tipificar el delito de desaparición forzada de personas e imponerle una pena apropiada que tenga en cuenta su extrema gravedad, delito que será considerado como continuado o permanente mientras no se establezca el destino o paradero de la víctima.
No obstante, también se estipula que los Estados Parte podrán establecer en sus legislaciones atenuantes de responsabilidad para quienes habiendo participado en actos de tal naturaleza contribuyan a la aparición con vida de la víctima o suministren informaciones que permitan esclarecer la desaparición forzada de una persona.
La Convención define la desaparición forzada de personas como el acto en que se haya privado a una persona de la libertad en cualquier forma; que esa privación de la libertad haya sido ejecutada por agentes del Estado o personas o grupos de personas que actúen con su autorización, apoyo o aquiescencia; que la privación de libertad haya sido seguida de la falta de información o negativa a reconocer la privación de libertad o de informar sobre el paradero del individuo y que a consecuencia de lo anterior se haya impedido a la persona ejercer los recursos legales y las garantías proce­sales pertinentes.
Asimismo, se establece que los hechos constitutivos de la desaparición forzada serán considerados delitos en cualquier Estado Parte.
La desaparición forzada de personas no será considerada como delito político para los efectos de extradición; será incluido entre los delitos que dan lugar a la extradición en todo tratado de esta naturaleza celebrado entre países que ratifiquen la Convención; se asume el compromiso de los Estados de incluirlo como susceptible de extradición en todo tratado que celebren entre sí en el futuro, que podrá considerar esta Convención como la base jurídica necesaria para la extradición relativa a este delito; y, finalmente, que la extradición estará sujeta a las disposiciones previstas en la Constitución y demás leyes del Estado requerido.
Adicionalmente, el texto legal establece como competente para conocer del delito de desaparición forzada de personas sólo a las jurisdicciones de derecho común, con exclusión de toda jurisdicción especial, en particular la militar.

Delito imprescriptible y extraditable
También se declara que la correspondiente acción penal y la pena que se impongan judicialmente al responsable de la desaparición forzada de personas no estarán sujetas a prescripción.
A la vez, se impone la obligación al Estado que no conceda la extradición a someter el caso a sus autoridades competentes como si el delito se hubiera cometido en el ámbito de su jurisdicción, para efectos de investigación y, cuando corresponda, de proceso penal, de conformidad con su legislación nacional. La decisión que adopten esas autoridades será comunicada al Estado que haya solicitado la extradición.

1 de octubre de 2009
©diario de la cámara
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libertad vigilada para ex agentes


Ex DINA suman nueva condena por violaciones a derechos humanos. Suprema dictó sentencia definitiva por secuestro calificado del matrimonio de Cecilia Bojanic, embarazada de 4 meses al momento de su desaparición, y Flavio Oyarzún.
Santiago, Chile. Seis ex agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), encabezados por el jefe del disuelto organismo represivo, Manuel Contreras Sepúlveda, sumaron una nueva condena por violaciones a los derechos humanos, esta vez por el caso del secuestro calificado del matrimonio de Cecilia Bojanic Abad (embarazada de cuatro meses) y Flavio Oyarzún Soto, ambos ex militantes del MIR.
En fallo dividido, los ministros de la Segunda Sala del máximo tribunal del país Nibaldo Segura, Jaime Rodríguez, Rubén Ballesteros, Hugo Dolmestch y Carlos Künsemüller, emitieron la condena definitiva en este caso.
Los ministros Segura y Ballesteros se mostraron partidarios de acoger la excepción de prescripción de la acción judicial y determinar la absolución de los seis agentes acusados, atendido el tiempo transcurrido desde la ocurrencia de los hechos.
De acuerdo a esta resolución, "Mamo" Contreras recibió 10 años de presidio por su responsabilidad como autor de ambos secuestros calificados, sin beneficios. Marcelo Moren Brito, Miguel Krassnoff Martchentko, Fernando Lauriani Maturana y Maximiliano Ferrer Lima fueron condenados a 4 años de presidio, también en calidad de autores, pero se les concedió la libertad vigilada. A Orlando Manzo Durán, en tanto, se le aplicaron 3 años de presidio como cómplice de ambos secuestros calificados. Recibió el beneficio de la remisión condicional.

1 de octubre de 2009
©la nación 
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campos de concentración en honduras


Represión y magnicidio en Honduras.
[Sandra Russo] Desde hace tres meses es posible seguir con algún detalle la situación en Honduras sólo con la ayuda de Internet. Prácticamente no hemos tenido crónicas desde la resistencia. Ese prolongado, persistente e increíble gesto colectivo de nunca, ni por instante, dar "por hecho" el golpe, o resignarse. Ese gesto de millones es ahora un gesto heroico. En América latina hemos tenido muchos golpes de Estado, pero pocas veces o ninguna un pueblo reaccionó con la decisión del hondureño. En 2002, los venezolanos pudieron revertir el golpe con mucha más rapidez, ya con unas fuerzas armadas en parte seducidas con el acople a un nuevo orden político.
En blogs, en diarios digitales, en correos reenviados, es posible reconstruir las voces de quienes están dentro de la pesadilla. Y también es posible escuchar sus miedos. Puede que sean fantasmas, o puede que sean presentimientos. Como fuere, con la deportación de los funcionarios de la ONU y la OEA, con el ultimátum dado al gobierno de Brasil, con las armas químicas usadas contra los ocupantes de la embajada, con los miles de detenidos en los estadios de fútbol, con los discursos en inglés, cierto rasgo borderline se insinúa en la cúpula golpista, que incluye a civiles y militares. En algunos testimonios de intelectuales hondureños que circulan en medios alternativos es posible advertir que el magnicidio constituye el peor temor de la resistencia, y que creen a los golpistas capaces de todo. El día a día hace cada vez más verosímil lo exagerado.
Desde las bases, en los barrios, entre la gente que puebla las manifestaciones diarias contra la dictadura, recibí un correo. De su lectura se desprende por qué es necesario publicarlo. Lo escribe una joven encerrada en su casa de Tegucigalpa. Está escrito con mucho miedo. El pueblo hondureño es hoy el enemigo interno de esta absurda patrulla perdida de la Escuela de las Américas. ¿Será eso? ¿O será una patrulla piloto para inaugurar un ciclo?
El correo dice:

Andrea: nos acaban de avisar que van a realizar un corte de energía por 48 horas a partir de las siete de la noche en el territorio nacional, así que no podremos salir a comprar comida, ni nada. Van a sitiarnos. Desde San Pedro Sula reportan que los militares se han metido a las casas a sacar a la gente que venía de la manifestación. Mi hermana, que es dirigente magisterial, está golpeada, pero pudo llegar a su casa. El ejército está en los barrios y en las colonias entrando a las casas, así que estamos esperando, y listas. En San Pedro Sula están deteniendo a la gente y encerrándola en el estadio Olímpico. Aquí, en Tegucigalpa, en el estadio Chochi Sosa (al más puro estilo Pinochet). El ejército está entrando en los hospitales, sacando a la gente. Necesitamos estar conectadas, por favor difundan esta noticia, difundan que estamos en peligro de ser detenidas, lo de la entrada a los hospitales, la detención de la gente. Si no pueden comunicarse por esta vía, porque no sabemos qué viene, traten de comunicarse a los celulares. Un abrazo, desde el amor, el temor y la resistencia.

Jessica

Mientras tanto, en los ámbitos académicos de la resistencia, otras voces dan la mirada macro. Leticia Salomón es directora de Investigación Científica de la Universidad Autónoma de Honduras. Ha circulado un artículo suyo en el que afirma que hay diez familias en el nudo del golpe de Estado. Lo mismo afirmó hace poco el presidente Zelaya en declaraciones a la CNN, y responsabilizó a esas diez familias por su seguridad. Leticia Salomón explica por qué esta reacción salvaje del gobierno de facto puede llegar a consecuencias terribles si no se lo detiene. "Es conocido nacional e internacionalmente que detrás del golpe de Estado hay una alianza política, económica, mediática y religiosa que es la que promovió, financió y sostuvo el golpe de Estado. Están ahí, se muestran o se ocultan y mueven su poderío para impedir la restitución del presidente Zelaya. Su comportamiento es irracional, absurdo y casi demencial. No dudo de que serían capaces de llevar al límite sus miedos, sus mentiras y sus fantasmas."
Ricardo Arturo Salgado es investigador social. Escribió una nota que leí en el periódico digital Rebelión, cuyo título es "Honduras: la obstinada intención del régimen de facto por matar a Zelaya". Salgado escribe desde su propia conmoción. El regreso de Zelaya obligó a acelerar todos los niveles de la organización de la resistencia. Pasaron pocas horas hasta que se desató la cacería sobre ellos. La impunidad con la que los golpistas están violando las reglas diplomáticas espanta a los hondureños, cuyo única esperanza es la visibilidad internacional de lo aberrante. El mundo ve, el mundo está en contra del golpe, el mundo condena. Pero en su casa está Jessica, despidiéndose por mail de su amiga argentina, gritando que necesita seguir conectada, que se difunda, que se sepa lo que pasa.
Es la desesperación de la incomunicación, sumada a la impotencia de ver cómo en los medios hay cómplices que callan. Dice Salgado: "La sola reacción fascista demuestra que el huésped de honor de la embajada es un elemento que no sólo les importa y los incomoda, sino que es necesario quitarlo del camino, contra reloj, en un plan para liquidar el problema". En la embajada hay cien refugiados. "Es realmente ridículo ver cómo la ONU llega con los víveres y un sargentón los manda de regreso sin que ellos puedan hacer nada", escribe Salgado. Hay dos servicios sanitarios para todos. Han arrimado allí armas sofisticadas, como cañones del dolor, químicos que producen diarrea. La primera dama Xiomara Castro denunció un ultrasonido que les provoca jaquecas y olores que los descomponen. La entrada de agua la maneja el ejército. Y escribe Salgado:
"A nosotros sólo nos queda el recurso de la denuncia a través de medios alternativos amigos. En muchos casos, cuando hemos denunciado acciones y planes para concretar el magnicidio, se nos han pedido nombres de fuentes, pruebas de lo que decimos. Señores, la única prueba que podría darles, eventualmente, serían los cadáveres que ya suman cientos. Para nosotros es difícil poner fuentes al descubierto, pero los medios amigos deberían entender que una denuncia no es una noticia; la denuncia todavía representa la esperanza de que se eviten las monstruosidades de los fascistas; una noticia es la presentación de un hecho consumado".

1 de octubre de 2009
©página 12 
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hijo de pinochet declara por pinocheques


Augusto Pinochet Hiriart llamado a declarar por caso Pinocheques.
Santiago, Chile. Desde las 09.30 horas de este martes Augusto Pinochet Hiriart, hijo mayor del fallecido ex comandante en jefe del Ejército, declara ante el ministro Manuel Antonio Valderrama, quien investiga el llamado caso Riggs.
Aunque a su llegada Pinochet manifestó que lo habían citado para informarse de una resolución en el marco de la mencionada causa, el objetivo de su comparecencia a los tribunales es prestar testimonio en la arista conocida como "pinocheques".
En ésta se investiga la venta de la empresa de armas Valmoval al Ejército en 1989 -cuando la compañía estaba en quiebra- operación por la que Pinochet Hiriart habría recibido mil millones de pesos.
Cabe recordar que en esta arista no existen personas procesadas.

29 de septiembre de 2009
©estrella de iquique 
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