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derechos civiles

murió joseph hittelman


Médico fue perseguido por McCarthy.
[Elaine Woo] Murió el martes en el Centro Médico Cedars-Sinai en Los Angeles el doctor Joseph Hittelman, médico de Los Angeles cuya propuesta de introducir un seguro médico para personas de bajos recursos provocó que fuera perseguido como subversivo durante la era de McCarthy. Tenía cien años.
La causa de su muerte fueron complicaciones tras un ataque al corazón, informó su hijo Paul M. Hittelman.
A principio de los años cincuenta, Joseph Hittelman era un médico de cabecera cuando fue citado por comisiones gubernamentales que buscaban identificar y remover a miembros del Partido Comunista de posiciones de poder e influencia. Los blancos más famosos trabajaban en la industria del espectáculo, pero otros grupos profesionales, como abogados, periodistas y profesores, también fueron vigilados.
Hittelman fue uno de los once médicos de Los Angeles interrogados por el Comité de Actividades Antiamericanas de la Cámara Baja en octubre de 1952 después de que un colega médico dijera que formaban parte de una unidad médica del Partido Comunista. Como los guionistas y directores de los llamados Los Diez de Hollywood, los médicos dijeron que el interrogatorio sobre sus opiniones políticas violaba sus derechos constitucionales y se negaron a responder.
Progresista durante toda su vida, Hittelman creía que él y sus colegas habían despertado las sospechas de los cazadores de brujas porque defendían programas de salud y otros servicios para los pobres.
"Los médicos que fueron citados por el comité eran todos activos socialmente", recordó en un artículo en el Times en 1999. "La mayoría de nosotros trabajábamos en clínicas y veíamos las enormes brechas en la salud. Tratamos de liberalizar la profesión médica... Formamos un grupo para apoyar a Roosevelt. En eso consistían las actividades comunistas."
Hittelman fue citado por el Subcomité del Senado de Actividades Antiamericanas, conocido también como el Comité Burns, y por la Comisión de Actividades Antiamericanas de la Cámara de Representantes. Aunque no fue procesado, fue puesto en lista negra durante varios años. Durante la mayor parte de los años cincuenta estuvo excluido del personal de Cedars del Lebaon Hospital, una prestigiosa institución en Hollywood que más tarde se fusionó con el Mount Sinai Hospital para fundar Cedars-Sinai.
De acuerdo a la transcripción de la audiencia de la comisión de la Cámara sobre  actividades comunistas en círculos profesionales, Hittelman evadió las preguntas sobre si había pertenecido alguna vez al Partido Comunista, diciendo que según la Constitución sus opiniones políticas eran privadas.
"Cuando fui por primera vez a la facultad de medicina me pasaron una caja con huesos y un cráneo y, quién lo iba a decir, el cráneo tenía un gozne arriba y se podía levantar y mirar dentro", contó a la comisión. "Mi cráneo no tiene ningún gozne arriba y nadie va a mirar que hay dentro."
Su hijo dijo que no sabía si su padre había pertenecido o no al Partido Comunista, "pero ciertamente era un activista de izquierda" que participaba en organizaciones que luchaban por los derechos de los trabajadores, la igualdad racial y las libertades civiles.

Hijo de judíos rusos, Hittelman nació el 25 de diciembre de 1910 en Rochester, Nueva York, donde su padre había empezado una exitosa constructora. En 1920 se mudó con su familia a Los Angeles y creció en Boyle Heights. Tras egresar de la Escuela Secundaria Roosevelt, asistió a la Universidad de California en Los Angeles y en Berkeley, donde estudió ciencias. Se doctoró en la Universidad de California en San Francisco en 1936.
Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió en Estados Unidos y en las Filipinas como miembro del Cuerpo Médico del Ejército de Estados Unidos.
Después de ser colocado en la lista negra de Cedars, Hittelman continuó atendiendo pacientes en su consulta privada y en pequeños hospitales de la región. Finalmente pudo volver al Cedars-Sinai, practicó medicina interna en Beverly Hills y trabajó como voluntarios en la Venice Family Clinic. Se retiró en 1994.
Le sobreviven su esposa, Helen; tres hijos: Karl, de Corte Madera, California; Paul, de Los Angeles; y Jeff, de Butte Valley, California; dos hermanos: Nathan Hittelman y Celia Frimkess, ambos de Los Angeles; seis nietos y cinco biznietos.
29 de julio de 2011
17 de julio de 2011
©los angeles times
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anonymous recupera secretos de la otan


En un mensaje en la cuenta de la red Twitter del grupo se señaló que la seguridad de los sistemas informáticos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) "fue sido comprometida".
Colombia. El grupo de ciberactivistas Anonymous aseguró el jueves que dispone de un gigabyte de "documentos restringidos" sustraídos a la OTAN y advirtió de que seguirá combatiendo a empresas y Gobiernos que atenten contra la libertad de información.
"Ahora contamos con un gigabyte de datos, que en su mayor parte no se puede publicar porque sería irresponsable", pero "en los próximos días, esperen más datos interesantes", escribió el grupo en su cuenta @AnonymousIRC.
Supuestos integrantes de Anonymous también incluyeron en otros trinos enlaces a archivos PDF de los presuntos documentos robados.
Los activistas informáticos no revelaron el motivo de su operación contra la OTAN, pero criticaron en sus mensajes a la Oficina Federal de Investigaciones de EE. UU. (FBI) por detener a 14 de sus miembros en una operación dirigida contra el grupo de ciberactivistas por los ataques realizados contra el servicio de pagos por internet PayPal.
"Nosotros estamos trabajando y el FBI también. Vamos a ver quién es más eficiente", señaló @AnonymousIRC.
Por su parte, el grupo de "hackers" LulzSec respaldó a Anonymous y ambos colectivos advirtieron a las autoridades estadounidenses de que detenerles no acabará con su cruzada contra Gobiernos y multinacionales.
"Sólo aceptaremos un alto el fuego cuando todos lleven los zapatos en la cabeza. Ésa será la única manera en que todo esto terminará", indicó la misiva conjunta.
Anonymous y LulzSec subrayaron que lucharán para derribar a "los Gobiernos que mienten a sus ciudadanos y generan miedo y terror para mantener bajo control el desmantelamiento de su libertad pieza por pieza".
También son sus enemigos "las empresas que ayudan y conspiran con sus gobiernos para acumular miles de millones de fondos con contratos que, como bien sabemos, son incapaces de cumplir", por lo que consideran justificado cualquier ataque a sus páginas web.
Los catorce detenidos en Estados Unidos están acusados de haber dañado intencionalmente los sistemas informáticos de PayPal después de que la empresa cancelara la cuenta para enviar donaciones a través de Internet al portal WikiLeaks.
De ser hallados culpables del delito, se enfrentan a penas máximas de diez años de cárcel y multas de hasta medio millón de dólares.
23 de julio de 2011
22 de julio de 2011
©semana

poner fin a la guerra contra las drogas


Ron Paul y Barney Frank presentarán juntos un proyecto de ley para poner término a la guerra federal contra la marihuana.
Estados Unidos. Los congresistas Ron Paul, Barney Frank y otros presentarán el jueves un proyecto de ley que busca reducir una gran parte de la guerra contra las drogas, especialmente la guerra contra la marihuana.
Los representantes Paul (republicano de Texas) y Frank (demócrata de Massachusetts), aunque técnicamente rivales en el hemiciclo, se han pronunciado a menudo contra la guerra contra las drogas y propondrán mañana un "proyecto de ley que pone fin a la guerra federal contra la marihuana y permite que los estados legalicen, regulen, cobren impuestos y controlen la marihuana sin interferencia federal", de acuerdo a una declaración del Marijuana Policy Project, vía Reason.
El proyecto permitiría que los estados individuales decidan cómo hacerlo con la marihuana. Actualmente el gobierno federal tuerce la ley, a veces, por ejemplo, arrestando a dueños y empleados de instalaciones de marihuana médica que pensaban que estaban funcionando legalmente según las leyes nacionales, del estado u ordenanzas del condado.
"La ley limitará el papel del gobierno federal en la implementación de las leyes contra la marihuana a través de las fronteras y el contrabando entre estados, permitiendo que los ciudadanos la puedan cultivar legalmente, consumirla o venderla en estados donde es legal", de acuerdo a la declaración del MPP.
El proyecto, patrocinado por los representantes John Conyers (demócrata de Michigan), Steve Cohen (demócrata de Tennessee), Jared Polis (demócrata de Colorado) y Barbara Lee (demócrata de Oakland), es el primero de su tipo en ser propuesto al Congreso que pondría fin a 73 años de prohibición federal de la marihuana que empezó con la Ley Fiscal de la Marihuana de 1937.
Aunque Frank insiste en que este "no es un proyecto para legalizarla", será de todos modos un excelente test para los que en el Congreso dicen estar a favor de un gobierno federal más limitado y más pequeño: un gobierno que dé más poder a los estados cuando sea posible, como han pedido insistentemente Paul y el ‘tea party’ en los últimos años.
Si de algún modo el proyecto sobrevive en las dos Cámaras del Congreso, será interesante ver si el presidente Obama lo promulga, sabiendo que los sentimientos del presidente sobre este polémico asunto han sido confusos.
"Tenemos que repensar y despenalizar nuestras leyes sobre la marihuana", dijo Obama en febrero de 2008. "Pero tampoco creo en la legalización de la marihuana. Yo creo que tenemos que repensar en cómo estamos llevando la guerra contra las drogas. En la actualidad, no lo estamos haciendo bien."
3 de julio de 2011
22 de junio de 2011
©los angeles times
cc traducción mQh

murió clara m. luper


Luchó por los derechos civiles en Oklahoma, dirigiendo las manifestaciones o sentadas en las cantinas.
[Elaine Woo] Murió en su casa en Oklahoma, por causas naturales, la activista por los derechos civiles de los negros en Oklahoma, Clara M. Luper, cuyo temprano liderazgo de las sentadas en las cafeterías contribuyó a echar abajo las barreras raciales en restaurantes y cafeterías casi veinte años antes de que las sentadas en Greensboro, Carolina del Norte, atrajeran la atención nacional en 1960. Tenía 88 años.
El papel de Luper en la historia de los derechos civiles empezó con un viaje en bus (Greyhound) a Nueva York n 1957. Maestra de historia en la secundaria, Luper había escrito una pieza de teatro titulada ‘Brother President’, sobre el Reverendo Martin Luther King Jr., líder del exitoso boicot a los buses en Montgomery, Alabama. Luper y sus estudiantes fueron invitadas a representar la pieza en la convención nacional de la NAACP (National Association for the Advancement of Colored People; Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color] en Nueva York.
Sabiendo que muchos de sus estudiantes no habían viajado nunca fuera de Oklahoma, Luper trazó una ruta a través del Norte que los expondría a ciudades donde no existía la segregación racial. Durante una parada en St. Louis para almorzar, el grupo comió en una cafetería con clientes blancos por primera vez en sus vidas.
"Para nosotros, eso fue asombroso", recordó Marilyn Hildreth, hija de Luper, que tenía entonces ocho años.
Después de su actuación en Nueva York, el grupo volvió siguiendo una ruta por el Sur. A medida que entraban a territorio de Jim Crow, una vez más tuvieron que comer de bolsas de papel.
Según su hija, Luper decía a menudo: "Un poquito de libertad es algo peligroso". De vuelta a casa, pensó sobre su padre, veterano de la Segunda Guerra Mundial que había muerto ese año, sin haber tenido nunca la experiencia que tuvo ella y sus alumnas en St. Louis.
"Recordé que siempre nos decía que algún día nos llevaría a un restaurante y a parques y zoológicos", escribió Luper en su libro de memorias, ‘Behold the Walls’ (1979). "Y cuando yo le preguntaba cuándo sería ese día, me decía siempre: ‘Algún día muy pronto’, mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. Así que mi respuesta era: ‘Sí, esta noche es la noche. La historia nos obliga a ir. Dejemos que sea la historia la que nos juzgue."
De regreso en Oklahoma, el concejo juvenil decidió lanzar un nuevo proyecto para romper las barreras raciales que impedían que los negros fueran atendidos con blancos en los restaurantes.
Primero trataron de negociar, pero los establecimientos de expendio de comidas de la ciudad temían perder a sus clientes blancos si empezaban a aceptar a clientes negros y se negaron a cambiar. Después de un año de negociaciones infructíferas, Luper y el concejo juvenil optaron por la acción directa.
El 19 de agosto de 1958, Luper y trece estudiantes, de edades entre los seis y diecisiete años, entraron a la cafetería Katz en el centro de Oklahoma y se sentaron a la barra. "Trece Coca-Colas, por favor", dijo Luper, pero la camarera los ignoró. Los clientes blancos los escupieron y les arrojaron sus bebidas, insultándolas, y abandonaron el local sin terminar sus consumiciones. "Personas que nos conocían de toda la vida empezaron a insultarnos", recordó Luper en una entrevista en el blog Stories in America en 2005.
Después de varias horas, los manifestantes se rindieron. Pero volvieron al día siguiente. Entonces les sirvieron bebidas y hamburguesas. "En esas hamburguesas estaba la esencia misma de la democracia", dijo Luper más tarde.
Congratuladas por su victoria, los manifestantes (que fueron llamados los ‘sit-inners’) reprodujeron sus pacíficas protestas en todos los restaurantes de la zona céntrica. Protestas similares surgieron en todos los restaurantes en el estado.
En 1960, las sentadas se extendieron por todo el país después de que cuatro estudiantes de la Universidad Técnico-Agrícola de Carolina del Norte se sentaran en la sección Sólo para Blancos en una cafetería en el interior de los grandes almacenes Woolworth, en Greensboro.
Luper fue detenida veintiséis veces antes de que el ayuntamiento de Oklahoma aprobara en 1964 una ordenanza prohibiendo la discriminación en lugares públicos por motivos raciales, religiosos o de color de la piel. Fue adoptada dos días después de que el presidente Lyndon B. Johnson firmara la Ley de Derechos Civiles en 1964.

Nativa del condado de Okfuskee, Oklahoma, Luper nació el 3 de mayo de 1923. Estudió matemáticas en la Universidad de Langston, en Langston, Oklahoma, en 1944, y se licenció en historia en la Universidad de Oklahoma en 1951. Enseñó en escuelas públicas durante cuarenta años, trabajó en la comisión escolar del ayuntamiento de Oklahoma, dirigió la lucha por la integración escolar y fomentó la enseñanza de la historia de los negros en Estados Unidos.
Además de Hildreth, le sobrevive su hijo Calvin; su hija Chelle Luper Wilson; su hermana Onita Brown; cinco nietos y ocho biznietos.
24 de junio de 2011
10 de junio de 2011
©los angeles times

no perdonamos, no olvidamos


Hacktivistas detenidos por inhabilitar sitios web. Anonymous, la palabra más buscada. Esta organización de militantes en "defensa de la libertad de expresión" a través de Internet sufrió algunos golpes y respondió con furia, volteando sitios web. Ayer, los activistas "bajaron" sitios turcos.
[Mariano Blejman] Turquía. "Fire, fire, fire", "go, go, go", "Just keep firing" ("fuego, vamos, sigan disparando"), leía ayer este cronista a las 17.38 hora argentina en uno de los canales de comunicación usados por la organización Anonymous para coordinar los ataques cibernéticos. El blanco esta vez era un sitio del gobierno turco, bilisimsuclari.iem.gov.tr ,y, a través de los canales de chat, se podía observar la organización del ataque. La dirección para atacar fue posteada a último momento cuando todos tenían sus "cañones" prendidos. El objetivo era dar de baja el sitio turco para captar la atención internacional luego de la detención de 32 supuestos militantes de Anonymous en Turquía. Diez minutos después, unos veinte activistas digitales tiraban abajo el sitio turco. A las 19 horas también habían bajado adalet.gov.tr.
Este tipo de acciones ocurre cotidianamente en los últimos tiempos. Son ataques eminentemente político-culturales, que suelen afectar a gobiernos y empresas grandes involucrados en alguna acción que el "colectivo" de Internet interpreta como un ataque a la libertad de expresión. Algunos ataques tienen más prensa que otros. Y no en todos los países tienen el mismo tipo de pena (de hecho, en la Argentina este tipo de acto ni siquiera está tipificado en el Código Penal). El concepto de denegación distribuida de servicio (ddos) consiste en que muchas computadoras accedan al mismo tiempo a una misma dirección, bloqueando el acceso para todo el mundo. Este "sistema" de protesta empieza a ser conocido ahora masivamente: cada vez que un activista de Anonymous es arrestado, o se vulnera algún derecho a la libre información (dar de baja wikileaks.org puede ser un motivo), una masa de militantes vuelve a la carga contra "el sistema" y da de baja algún sitio clave involucrado en las detenciones o en las acciones de hostigamiento. Los últimos días volvieron a poner a Anonymous en el centro de los medios, los gobiernos, los aparatos policíacos y –claro– los nuevos militantes por la libertad de expresión en Internet.
"Somos anónimos, somos legión, no perdonamos, no olvidamos", son algunas de las frases que usan los militantes de Anonymous, que han tomado la mascarilla de la película V de Vendetta, basada en el comic de Alan Moore, que funciona como una crítica a la sociedad de control. Es la idea de adoptar una máscara para liberar a una sociedad de la censura efectuada por los gobiernos y las corporaciones. Esconderse en el anonimato para liberarse de los controles es la disyuntiva que plantean. Anonymous tiene todos los condimentos necesarios para conseguir seguidores jóvenes activos y mala prensa mediática: sigue la lógica de la interconexión para coordinar acciones, usa la velocidad como instrumento perturbador, descree de personalismos para tomar decisiones, defiende el flujo libre de información y comunicación, es –en estos momentos– algo así como la conciencia ética de la red. El daño real que puedan lograr los militantes de Anonymous es mucho menor que el simbólico: lo que queda es la idea de que la información debe circular libremente.
El asunto es que este colectivo que apoya el "libre flujo de la información" es un organismo espontáneo en el cual cualquiera puede sumarse de manera bastante sencilla: sólo basta con saber dónde apuntar los cañones digitales a través de un software libre llamado LOIC, o de proponer uno que tenga cabida en los canales de chat. Porque nadie seguirá un ataque a ningún sitio si el "colectivo" estima que es un objetivo que no se lo merece. Y ya que se basa en la participación espontánea, no es muy difícil saber cuál será la próxima acción. De allí que la pantomima organizada por la policía española el viernes pasado, cuando anunció la detención de tres "cabecillas" de Anonymous que supuestamente habían participado de ataques, fue el centro de todas las risas en Twitter.
Aunque los hacktivistas más respetados de Anonymous saben enmascarar sus direcciones de Internet a través de redes privadas virtuales o proxies, la mayoría de los activistas "anónimos" no son especialistas en seguridad informática, participan voluntariamente de los ataques en muchas ocasiones develando su información, no usan máquinas infectadas para atacar, y suelen ser personas con algo de tiempo libre y la sensación de que hay algo injusto, y que deberían llamar la atención. La detención de estas tres personas, "cabecillas" de la "organización de hackers organizada en células", fue correspondida con un ataque al sitio policia.es dado de baja el lunes a la madrugada, organizado bajo el hashtag #OpPolicia. Al parecer, las cabecillas no eran tales.
Lo de la policía española con Anonymous es algo así como el encuentro de dos mundos: los oficiales creen estar lidiando con alguna célula perdida de la ETA o de los talibán, mientras que Anonymous encarna una cultura de intercambio preexistente a la invención de Internet, claro, pero que se ejerce cotidianamente en la presunción de que liberar cualquier información es bueno para las sociedades. La de Anonymous es apenas una idea (diría Sarmiento), y es difícil matar a las ideas. Sin embargo, la detención de 32 personas en Turquía denota una situación un tanto más preocupante en cuanto a la ignorancia de la gran mayoría de los voluntarios que quieren participar: moverse sin dejar rastros por Internet no es sencillo, y requiere de una serie de conocimientos técnicos que Anonymous no ha desarrollado entre sus filas con especial dedicación. Y ser detenido en España, se sabe, no tiene las mismas implicancias que en otros países, como es el caso de Turquía, Egipto, Túnez, Argelia o China.
El caso de Wael Ghonim, ejecutivo de Google que encendió el fósforo de la revuelta convocando a una movilización en Egipto (y que recientemente dejó Google), no tiene nada que ver con Anonymous, está claro, pero sí muestra el impacto del rastreo de direcciones de Internet en la vida cotidiana de los militantes sociales: Ghonim (que no había usado su nombre real en Facebook) fue detenido a las pocas horas de haber convocado a la marcha, estuvo preso una decena de días y salió en libertad gracias a que la "revuelta" triunfó en Egipto, convertido en héroe nacional. Pero no todas las historias terminan así.
15 de junio de 2011
14 de junio de 2011
©página 12

usuarios de drogas no son criminales


Comisión de alto nivel insta a un enfoque no criminal al mundo de las políticas sobre drogas. El informe de la Comisión Global de Políticas sobre Drogas, que incluye a ex jefe de Naciones Unidas, Kofi Annan, y ex presidentes de México, Brasil y Colombia fue rápidamente desechado por Estados Unidos y México.
[Ken Ellingwood y Brian Bennett] Ciudad de México, Washington, Estados Unidos. Describiendo la guerra global contra las drogas como un costoso fracaso, un grupo de líderes mundiales de alto nivel llama al gobierno de Obama y otros a poner fin a la "criminalización, marginalización y estigmatización de personas que usan drogas sin causar daños a terceros".
Un informe de la Comisión Global de Políticas sobre Drogas, que incluye al ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, y a ex presidentes de México, Brasil y Colombia, recomienda que los gobiernos exploren nuevas maneras de legalizar y regular las drogas, especialmente la marihuana, como un modo de privar de beneficios a los carteles de la droga.
La recomendación fue rápidamente desechada por el gobierno de Obama y el de México, que son aliados en la violenta represión de los carteles que ha terminado con la vida de más de 38 mil personas en México, en una guerra que se extiende por más de cuatro años y medio.
"Estados Unidos tiene que empezar un debate", dijo el ex presidente de Colombia, César Gaviria, miembro de la comisión, por teléfono desde Nueva York, donde el informe será dado a conocer el jueves. "Si llevas cuarenta años de aplicación de una política que no brinda resultados, entonces tienes que preguntarte si acaso no es tiempo de cambiarla."
Una copia del informe fue proporcionada al Times.
Tres de los firmantes latinoamericanos del informe, Gaviria y los ex presidentes Ernesto Zedillo, de México, y Fernando Henrique Cardoso, Brasil, hicieron recomendaciones similares hace dos años. Su punto de vista no logró cambiar el enfoque policial que domina las políticas de drogas en todo el mundo.
El conservador presidente mexicano, Felipe Calderón, ha convertido la guerra contra los carteles de la droga en un elemento central de su gobierno. Aunque el creciente número de homicidios ha provocado consternación pública en México, Calderón no da señales de dar marcha atrás antes de su mandato de seis años el próximo año. Una encuesta sobre temas de seguridad publicado el miércoles constató una amplia oposición a la legalización de las drogas en México.
El gobierno de Estados Unidos ha respaldado la represión mexicana proporcionándole equipos policiales, adiestramiento y palabras de apoyo del presidente Obama.
"Hacer más asequibles las drogas -como sugiere el informe- hará más difícil mantener sanas y seguras a nuestras comunidades", dijo Rafael Lemaitre, portavoz de la Oficina de Políticas Nacionales de Control de Drogas de la Casa Blanca.
Aunque el gobierno de Obama ha enfatizado su política de drogas basada en la "salud pública", los funcionarios rechazan severamente la legalización.
"Legalizar drogas peligrosas sería un profundo error, conducirá a más consumo y más consecuencias perniciosas", dijo este año el zar de las drogas Gil Kerlikowske.
Funcionarios de gobierno disputan la idea de que no se puede hacer nada para reducir la demanda de drogas en Estados Unidos. Un portavoz de la agencia antidrogas de la Casa Blanca dijo que en Estados Unidos el consumo alcanzó su punto máxime en 1979, cuando las encuestas mostraron que el catorce por ciento de los encuestados había usado drogas ilegales el mes previo. Ahora esa cifra se ha reducido al siete por ciento.
"Este no es solamente un problema policial", dijo Kerlikowske en febrero en la Universidad George Washington en Washington.
En su presupuesto de 2012, el gobierno destinó 1.7 billones de dólares para programas de prevención de drogas, un aumento del 7.9 por ciento con respecto al año anterior.
Funcionarios de gobierno han fomentado el uso de los tribunales de drogas donde los jueces pueden sentenciar a los infractores a seguir tratamientos y otras condenas alternativas de la prisión. La Casa Blanca también está trabajando para expandir sus programas de reingreso, que buscan reducir la tasa de reincidencia, ayudando a los cerca de 750 infractores por drogas liberados de prisión cada año a efectuar con más fluidez su transición hacia las comunidades.
Vanda Felbab-Brown, investigador de la Brookings Institution que ha estudiado la política de drogas de Estados Unidos, dijo que el gobierno de Obama ha llevado el tema en una "dirección considerablemente mejor". Sin embargo, agregó, "muchas cosas quedaron en el nivel de la estrategia y la retórica."
"Si Obama va a gastar su capital político en algo, no será la política de drogas", dijo Felbab-Brown, autor de ‘Shooting Up: Counterinsurgency and the War on Drugs’.
Gaviria, ex presidente de Colombia, dijo que vio signos de cambios de la opinión pública el año pasado, cuando los californianos votaron sobre una medida que habría legalizado la posesión de pequeñas cantidades de marihuana. Aunque la medida fue rechazada, "la gente está cambiando de opinión", dijo.
El nuevo informe dice que las políticas mundiales para limitar el acceso a las drogas, implementado hace cincuenta años cuando Naciones Unidas adoptó su ‘Convención Única sobre Drogas Narcóticas’, no han logrado reducir ni el suministro ni el consumo de drogas. El informe, que cita cifras proporcionadas por la organización internacional, dice que el consumo global de marihuana subió en más de un ocho por ciento; el de cocaína subió en un veintisiete por ciento entre 1998 y 2008.
El grupo citó una estimación de Naciones Unidas de que en el mundo hay 250 millones de personas que usan drogas, concluyendo que "simplemente no podemos tratarlos como si fueran criminales".
Se necesitan más opciones de tratamiento para adictos, dice el informe. Y argumenta que la detención y el encarcelamiento de "decenas de millones" de campesinos productores de drogas, correos y vendedores callejeros no han respondido a las necesidades económicas que empujan a muchos al tráfico.
La evaluación mencionó estudios de países como Portugal y Australia, que constataron que la despenalización del consumo y posesión de al menos algunas drogas no ha conducido a ningún aumento significativo del consumo.
Los miembros del grupo son el ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Paul Volcker, los escritores Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa, y Richard Branson, fundador del Virgin Group.
En México desde fines de 2006, cuando Calderón desplegó a las fuerzas armadas para utilizarlas en la lucha contra el crimen organizado, miles de personas han muerto en incidentes de violencia asociada a las drogas. La mayoría de las muertes ocurren en el contexto de las guerras territoriales entre carteles de la droga rivales.
El mes pasado, decenas de miles de personas se echaron a las calles de Ciudad de México para protestar contra la violencia y exigir el fin de la guerra contra las drogas. Empero, Calderón cree que sería irresponsable abandonar ahora.
Calderón criticó la moción de legalización en California, diciendo que socavaría la lucha de su gobierno contra el crimen. El presidente mexicano dijo que está abierto a oír opiniones divergentes sobre el problema, pero que sería "absurdo" considerar la legalización en México mientras los narcóticos sean prohibidos al norte de la frontera, donde una masiva demanda determina los precios y la rentabilidad del negocio de las drogas.
Otros analistas rechazan la idea de que la reducción de los beneficios del comercio de drogas mediante la legalización disminuiría la delincuencia en general, alegando que muchas bandas de traficantes violentos han ampliado sus actividades criminales, abarcando el secuestro extorsivo y la producción y venta de artículos falsificados.
[Ellingwood informó desde Ciudad de México y Bennett desde Washington.]
7 de junio de 2011
1 de junio de 2011
©los angeles times
cc traducción mQh

murió elmer ‘gerónimo' pratt


Ex Pantera Negra cuya condena por homicidio fue revocada.
[Robert J. López] Murió Elmer G. ‘Geronimo’ Pratt, ex líder del Partido Pantera Negra de Los Angeles cuya condena por homicidio de 1972 fue revocada después de que pasara veintisiete años en la cárcel por un crimen que dijo que no había cometido. Tenía 63 años.
Pratt, cuyo caso fue para muchos el símbolo de las injusticias raciales durante los turbulentos años sesenta, falleció el jueves en su casa en un pequeño pueblo de Tanzania, informó su madre, Virginia. No mencionó la causa de su muerte.
El caso de Pratt se convirtió en una causa célebre para toda una gama de partidarios, entre ellos funcionarios elegidos, activistas, Amnistía Internacional, clérigos y celebridades que creían que había sido víctima de un montaje de la policía de Los Angeles y del FBI debido a que era afroamericano y miembro de los radicales Panteras Negras. Pratt mantuvo que el FBI sabía que era inocente porque la agencia lo estaba vigilando en Oakland cuado se cometió el asesinato en Santa Monica.
"Geronimo era un líder fuerte", dijo al Times Stuart Hanlon, abogado de San Francisco que fue su defensor durante largo tiempo. "Fue atacado por esa razón."
Pratt fue detenido en 1970 y condenado dos años más tarde, en 1968, a prisión perpetua por el asesinato a balazos de Caroline Olsen y por causar lesiones graves a su marido, Kenneth, en un asalto que reportó dieciocho dólares. El caso fue revocado en 1997 por el juez del Tribunal Superior del condado de Orange que falló que los fiscales en el juicio de Pratt habían ocultado evidencias que podrían haber determinado su absolución.
Más tarde un juez federal aprobó una indemnización de 4.5 millones de dólares en el litigio de Pratt por encarcelamiento indebido y derechos civiles.
Pratt, que también era conocido como Geronimo Ji Jaga Pratt, nació el 13 de septiembre de 1947 en Morgan City, Los Angeles, una pequeña ciudad a dos horas de Nueva Orleans. El menor de siete hermanos, Pratt fue criado como católico por su madre y padre, que operaban un pequeño negocio de chatarra.
Crecer en un Sur segregado en el seno de una comunidad negra muy unida tuvo un profundo efecto sobre Pratt, contó más tarde a periodistas.
"Por un lado, la situación era muy racista", dijo en una entrevista con la revista Race and Class. "Por otro, eran muy íntegros y dignos y se sentía uno orgulloso de pertenecer a esta comunidad... Sus valores, y su ética del trabajo, proclamaban el respeto de todos."
Pratt se enroló voluntariamente en el Ejército y sirvió en la División Aerotransportada 82 en Vietnam, donde recibió dos Estrellas de Bronce, una Estrella de Plata y dos Corazones Púrpuras. Tras su licenciamiento, se mudó a Los Angeles en 1968 y se matriculó en la Universidad de California en Los Angeles. Cuando estudiaba, conoció a Alprentice ‘Bunchy’ Carter, nativo de Luisiana y temprano militante del Partido Pantera Negra que lo reclutó para la causa y lo bautizó como "Geronimo".
Pratt fue condenado por el atraco de 1968 después de una convincente declaración de Julius C. (Julio) Butler, un ex militantes de los Panteras Negras que contó a los miembros del jurado que Pratt comentó "la misión" con él antes de emprenderla y admitió más tarde haber asesinado a la pareja. Los archivos del gobierno muestran que Butler era, en ese entonces, un informante del FBI. Butler negó haber sido un informante.
Sin embargo, tres miembros del jurado que condenaron a Pratt dijeron que habrían votado por su absolución si hubieran sabido sobre la relación de Butler con el FBI.
Durante más de dos décadas, el equipo legal de Pratt -dirigido por Hanlon y el abogado de Los Angeles, Johnnie L. Cochran Jr.- se esforzó por obtener la libertad de Pratt. Cochran, que fue, antes de su muerte en 2005, un miembro clave del ‘Dream Team’ de O.J. Simpson, dijo que el caso de Pratt había sido el más importante de su carrera.
Tras su liberación de la Mule Creek State Prison en el condado de Amador, Pratt no abrigaba animosidad contra las autoridades que lo habían encarcelado, dijo Hanlon. "Estaba en paz consigo mismo", dijo el abogado.
A Pratt le sobreviven una hija, tres hijos, dos hermanas y dos hermanos.
7 de junio de 2011
3 de junio de 2011
©los angeles times
cc traducción mQh

la vida como blanco del fbi


Durante al menos tres años, agentes de contraterrorismo vigilaron a los que entraban o salían de la casa del anarquista Scott Crow en Austin, Texas.
[Colin Moynihan y Scott Shane] Austin, Texas, Estados Unidos. Un grueso fajo de informes del FBI detallan con minucioso detalle la vigilancia a que agentes de contraterrorismo sometieron la casa de una planta en el este de Austin. Durante al menos tres años, apuntaron los números de las matrículas de los coches que aparcaron frente a la casa, anotaron las ideas y venidas de vecinos e invitados y, en un caso, especularon sobre un objeto plano en medio de la entrada.
"Desde la calle no se pudo determinar el contenido", observó un agente desde su coche un día de 2005. "Tenía un gran número de bloques multicolores, con figuras y/o letras", dice el informe, y "puede ser un letrero para ser usado en alguna protesta futura."
En realidad, el objeto en cuestión era más mundano.
"Era un edredón", dijo Scott Crow, preguntándose sobre los papeles en la mesa del comedor de su destartalada casa, donde vive con su esposa, una compañera de piso y un patio trasero con dos cabras, una docena de pollos y un pavo. "Para el programa extracurricular de la escuela de los chicos."
Crow, 44, anarquista y veterano organizador de manifestaciones contra el capitalismo según se define él mismo, es uno de varias decenas de activistas políticos en todo el país que se sabe que fue vigilado en el marco de las crecientes operaciones contraterroristas del FBI desde el 11 de septiembre de 2001.
Otros blancos para la vigilancia del buró, que ha sido criticado por organizaciones de libertades civiles y levemente acusada por el inspector general del ministerio de Justicia, han incluido a activistas pacifistas en Pittsburgh, defensores de los derechos animales en Virginia y católicos liberales en Nebraska. Cuando estas investigaciones no resultan en cargos criminales, sus métodos rara vez llegan a conocimiento del público.
Pero Crow, un larguirucho nativo de Texas que trabaja en un centro de reciclaje, es uno de los varios activistas de Austin que pidieron sus expedientes al FBI, recurriendo a la Ley de Libertad de Información. Las 440 páginas densamente redactadas que recibió, muchas de ellas con la rúbrica de ‘Terrorismo Interior’, entregan una reveladora mirada sobre los esfuerzos del buró, respaldado por otras agencias de la policía federal, estadual y local, para vigilar a la gente que consideraba peligrosa.
En el caso de Crow, que ha sido detenido una docena de veces durante manifestaciones, pero que no ha sido nunca condenado por nada más serio que invasión de morada, el buró presentó una impresionante variedad de herramientas, según muestran los documentos.
Los agentes observaban desde sus coches durante horas -Crow recuerda un agente habitual como un "tío gordo en un todoterrenos, con el motor y el aire acondicionado encendidos"- y espiaron reuniones en una librería y en un café. Para lograr cubrir el día entero, adosaron una cámara de video al poste del teléfono al otro lado de su casa en la Avenida Nueva York.
Trazaron las llamadas telefónicas y mails de Crow y revisaron su basura, identificando su banco y las compañías de crédito hipotecario, que parecen haber sido visitadas. Visitaron las tiendas de armas donde compró un rifle, observando escuetamente, en un documento, que un defensor vegano de los derechos animales, como Crow, no era el más probable de los cazadores. (Dice que el arma era para defenderse personalmente, porque vive en un vecindario marginal.)
Pidieron al Servicio de Impuestos Internos que examinara su relación con Hacienda, pero se retractaron después de que un empleado del SII sugiriera que los modestos ingresos de Crow no impresionarían al jurado, pese a que sus ingresos eran de origen incierto. (Gana 32 mil dólares al año en Ecology Action of Texas, dijo.)
Se infiltraron en reuniones políticas con agentes de policía encubiertos e informantes. Crow descubrió que cinco colegas activistas estaban informando al FBI.
Crow parece haberse sentido alternativamente asombrado, indignado y halagado por la atención del gobierno. "He pasado por momentos de intensa paranoia", dijo, especialmente cuando descubrió que algunos aliados en los que confiaba, eran en realidad espías.
"Pero al principio me hizo reír", dijo. "Es simplemente una gran farsa que el gobierno haga esos tigres de papel. Al Qaeda y los terroristas de verdad son difíciles de encontrar. Nosotros somos fáciles. Es escandaloso que gasten tanto dinero en vigilar a activistas civiles, y en particular a los anarquistas, y equiparando nuestras acciones con las de al Qaeda."
La investigación de activistas políticos tiene una larga historia en el FBI, siendo el episodio más infame el programa Cointel, que vigilaba y a veces hostigaba a defensores de los derechos civiles y pacifistas entre los años cincuenta y setenta. Esas actividades fueron limitadas después de que fueran denunciadas por la Comisión Church del Senado, y la vigilancia del FBI se ha regido por un conjunto de directrices establecidas por los fiscales generales desde 1976.
Pero el atentado con bomba de Oklahoma City de 1995 demostraron el letal peligro que representa el terrorismo nacional, y después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, el FBI juró no volver nunca más a pasar por alto a los terroristas que se ocultan a la luz del día. Las células durmientes de al Qaeda que temían muchos estadounidenses, resultaron ser escasas o no existentes.
La consecuencia, dijo Michael German, ex agente del FBI y ahora en la Unión Americana de Libertades Civiles, ha sido un excesivo celo a la hora de investigar a los activistas políticos que no representan ninguna amenaza realista de terrorismo.
"Tienes a todo un equipo de hombres y mujeres en todo el país buscando a terroristas. Afortunadamente, no hay mucho terrorismo en las comunidades", dijo German. "Así que terminan persiguiendo a las personas que critican al gobierno."
Las quejas de la ACLU llevó al inspector general del ministerio de Justicia a evaluar las incursiones del FBI en el espionaje doméstico. El informe resultante de septiembre pasado absuelve al buró de investigar a disidentes sobre la única base de la expresión de sus opiniones políticas. Pero el inspector general también encontró una pobre justificación de algunas pesquisas, incertidumbre sobre si algún delito federal era incluso plausible en otros y un modo engañoso de etiquetar la desobediencia civil no violenta.
Interrogado sobre el espionaje de Crow, un portavoz del FBI, Paul E. Bresson, dijo que sería "inapropiado" discutir casos individuales. Pero dijo que las investigaciones eran realizadas sólo después de que el buró recibiera información sobre posibles delitos.
"No empezamos investigaciones sobre la base de individuos que ejercen sus derechos, que están garantizados por la Primera Enmienda", dijo Bresson. "De hecho, el ministerio de Justicia y las directrices del propio buró para realizar operaciones domésticas prohíben estrictamente esas acciones."
No es difícil entender por qué Crow atrajo la atención del buró. Se ha enfrentado deliberadamente con skinheads y miembros del Ku Klux Klan en sus reuniones, deleitándose con las escaramuzas resultantes. Dice que ha obligado a ejecutivos de multinacionales a mudarse debido a ruidosas protestas nocturnas.
Dice que le gustó particularmente una manifestación en 2003 a favor de Greenpeace en la que los activistas irrumpieron en la sede de ExxonMobil en Irving, Texas, para protestar por los daños ocasionados al medio ambiente. Vestidos con trajes de tigre, los manifestantes llevaron sus pancartas hasta el techo del edificio de la compañía, mientras otros, vestidos con trajes de ejecutivos, llegaban en coches Jaguar con choferes, obligando a los frustrados agentes de policía a distinguir entre los falsos y los verdaderos ejecutivos.
"Fue muy divertido", dijo Crow, uno de los trajes, que escapó mientras otros 36 manifestantes eran detenidos. "Tenían que ignorarnos y nos ignoraron. Pero eso les llamó la atención."
También llamó la atención del FBI, evidentemente, lo que condujo a una investigación de tres años que se concentró específicamente en Crow. Los documentos de la vigilancia muestran que también aparece en otras investigaciones sobre activistas en Texas y más allá, entre 2001 y 2008 al menos.
Para un aficionado de la desobediencia civil, Crow causa la impresión de ser más afable que combativo. Abandonó los estudios, se fue de gira con una banda de rock electrónico y gestionó con éxito un negocio de antigüedades en Dallas mientras se iniciaba en el tema de los derechos animales. En 2001, seducido por la filosofía del anarquismo, vendió su parte del negocio y decidió dedicarse completamente a sus actividades como activista.
Desde entonces ha dirigido una media docena de grupos y dirigido un campo de adiestramiento anual para manifestantes. (Los campos atraen invariablemente a los infiltrados de la policía, que a menudo no eran difíciles de reconocer. "Teníamos una regla", dijo. "Si eras fornido, no eras parte del grupo.") También ayudó a fundar Common Ground Relief, una red de organizaciones sin fines de lucro creada en Nueva Orleans después del huracán Katrina.
El anarquismo era un movimiento terrorista internacional al principio del siglo veinte. Pero Crow, cuya dirección electrónica incluye la frase "sueños quijotescos", describe al anarquismo como una suerte de movimiento de auto-ayuda locales, una variedad de "libertarismo social".
"No me gusta el estado", dice. "No quiero derrocarlo, pero sí quiero crear alternativas."
Este tipo de discurso parece haber dejado perplejos a los agentes asignados a vigilarlo, cuyos informes a los jefes del FBI parecen algo petulantes. Uno de los agentes habla de "acción directa no violenta", una frase del repertorio de los activistas, "un oxímoron". Curiosamente, otro agente comenta sobre Crow y su esposa, Ann Harkness, que llevan juntos veinticuatro años, escribiendo que "según las apariencias no parecía que estuvieran hechos el uno para el otro". En una sesión de formación, "la mayoría de los asistentes se vestían como hippies."
Esos comentarios se destacan en medio de detallados informes sobre banalidades: el correo en el cubo de reciclaje contenía "varios catálogos de negocios como Neiman Marcus, Ann Taylor y Pottery Barn."
Crow dijo que esperaba que la difusión de la operación del FBI podría disuadirlo de continuar vigilándolo. Los últimos documentos que ha visto en los que lo mencionan datan de 2008. Pero la Ley de Libertad de Información impide comentar o filtrar revelaciones de investigaciones todavía en curso.
"Todavía de vez en vez veo a gente sentada en sus coches al otro lado de la calle", dijo. "No creo que se hayan rendido."
6 de junio de 2011
28 de mayo de 2011
©new york times
cc traducción mQh