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retirada de las tropas


[Ralph Nader] Con cada día que permanecen nuestras expuestas tropas en un Iraq destrozado por la guerra, ponemos en peligro la seguridad de Estados Unidos, se desangra nuestra economía, ignoramos nuestras necesidades internas e impedimos la formación de un gobierno iraquí soberano y democrático. Necesitamos anunciar el retiro de nuestras tropas, no aumentar su número.
Los llamados de los principales candidatos presidenciales a "mantener el curso" indefinidamente, espolonea la espiral de violencia. La presencia norteamericana sirve como magneto de la insurrección, de los secuestros, del terrorismo y de la anarquía. El anuncio de una retirada definitiva y el fin del control por parte de las empresas americanas de la economía y petróleo iraquíes separará a la mayoría de los iraquíes de los insurgentes y le dará a la gente un motivo para querer remplazar la ocupación por la independencia.
Tres pasos para una retirada anunciada:
$ Desarrollar una fuerza de paz adecuada bajo los auspicios de Naciones Unidas con naciones neutrales con experiencia en estas operaciones y con países musulmanes. Esta fuerza debería comenzar cuanto antes a remplazar a todas las tropas americanas y los guardias privados. El ex general Wesley Clark describió la política exterior del presidente Bush como unilateralidad de vaquero que va contra todo lo que se supone que represente Estados Unidos en el mundo. Es tiempo de que Estados Unidos vuelva a la familia de naciones. Estados Unidos deberá financiar una parte de esta fuerza de corto plazo y menos onerosa.
$ Deben sostenerse cuanto antes elecciones libres y honestas bajo supervisión internacional, de modo tal que se pueda instalar en Iraq un gobierno soberano que permita que Iraq se ocupe de su propia seguridad. Iraq es un país que estuvo durante largo tiempo controlado por un dictador brutal, devastado por las sanciones económicas y destruido por la guerra. Algo de autonomía para los suníes, shiíes y kurdos harán más viable el nuevo gobierno. Iraq podrá resolver estos problemas más fácilmente sin la presencia de las fuerzas ocupantes y las proyectadas catorce bases militares americanas. Los iraquíes las ven como protectoras de un gobierno títere que justificará indefinidamente la ocupación militar y de la industria del petróleo.
$ Estados Unidos y otros deben proveer entretanto ayuda humanitaria a Iraq. Las sanciones económicas y la guerra han causado enorme daño a la gente, a sus hijos y a la infraestructura iraquí. Hasta la Guerra del Golfo de 1991, Sadam Husein fue un aliado anti-comunista de Estados Unidos, que también fue utilizado para mantener a raya a Irán. Durante los años ochenta, durante el gobierno del presidente Reagan y el primer presidente Bush, las empresas americanas fueron autorizadas a exportar materias primas a Iraq para la fabricación de armas químicas y biológicas. Las empresas petrolíferas y otras empresas americanas no deben sacar provecho de la invasión y ocupación ilegales de Iraq. Son los iraquíes los que deben controlar su petróleo y otros recursos. El ex general Clark dijo, "El presidente Bush juega a la política con la seguridad nacional. Es cosa de vaqueros. El gobierno es una amenaza para las libertades públicas".
Tenemos que deshacernos de la política del miedo y apoyar una ruta estable para salirnos de la pesadilla iraquí.


Ralph Nader es candidato independiente a la presidencia.©usa today ©traducción mQh

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