demasiada libertad de prensa
Ámsterdam, Holanda. Los medios de comunicación holandeses no pueden quejarse de no gozar de libertad de prensa; más bien la libertad de prensa es excesiva. "En cualquier otro área de actividad cuya producción fuera tan importante para la sociedad , y cuya calidad hubiera decaído tantísimo, ya hace tiempo que el legislador habrá intervenido".
Son palabras del ministro de justicia, Donner, pronunciadas el lunes en Ámsterdam durante un congreso celebrado con ocasión del Día Internacional de la Libertad de Prensa. A él le parece que los medios de comunicación adaptan sus noticias demasiado a las necesidades de los ciudadanos y las empresas. Donner sacó entre otros a colación el asunto Margarita como ejemplo de cómo los medios se copiarían unos a otros y convertirían los chismes en hechos. La libertad de prensa, regida por ley, se resiste a ser intervenida por parte de las autoridades, según Donner. Por ello la misma prensa debe autocontrolarse y regularse.
Son palabras del ministro de justicia, Donner, pronunciadas el lunes en Ámsterdam durante un congreso celebrado con ocasión del Día Internacional de la Libertad de Prensa. A él le parece que los medios de comunicación adaptan sus noticias demasiado a las necesidades de los ciudadanos y las empresas. Donner sacó entre otros a colación el asunto Margarita como ejemplo de cómo los medios se copiarían unos a otros y convertirían los chismes en hechos. La libertad de prensa, regida por ley, se resiste a ser intervenida por parte de las autoridades, según Donner. Por ello la misma prensa debe autocontrolarse y regularse.
4 mayo 2004
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volkskrant ©traducción mQh
1 comentario
merici -
En Amsterdam ya pidió un político (del PvdA) obligar a los imanes a leer sus sermones... ¡en holandés! Otro político quiere que esos sermones sean escritos con antelación para ser aprobados por las autoridades.
También en Amsterdam, este caso: se enteran en el ayuntamiento, por una denuncia de una organización, que en la biblioteca de una mezquita se presta un libro donde se leen textos donde se incita a los fieles musulmanes a arrojar a los homosexuales cabeza abajo de los edificios. Arremeten enseguida con solemnes e inflamadas declaraciones. Pues bien: el mentado libro data del siglo 14! (Cuando la ministro -que tiene pocas luces, de verdad- defendía el punto de vista en la tela, no sabía que era del siglo 14 o no le interesaba).
Después ha dicho que el libro es de 1964, pero que el texto discriminatorio es una cita de un texto del siglo 14. Ya algunos políticos habían propuesto controlar las bibliotecas musulmanas.
Curiosamente estas estupideces y malos pasos de las autoridades apenas si se comentan en la prensa.
Dicen los muy bestias que no saben si un iman comete delito o no en los sermones porque no saben árabe. De ahí venía la propuesta de obligarlos a hablar en holandés en las mezquitas. ¡Idiotas! Los ciudadanos y nuestras libertades tienen que pagar por la ineficiencia e incapacidad de los servicios secretos.
Hay que seguir estos desarrollos.