la orden era tratarlos como a perros
Londres, Inglaterra. La militar estadounidense que estaba a cargo de la prisión iraquí de Abu Ghraib dijo que la habían convertido en un chivo expiatorio del abuso a detenidos y expresó que su sucesor le manifestó que los prisioneros deberían ser tratados "como perros". Habla la ex jefa de Abu Ghraib.
En una entrevista con la radioemisora de la BBC transmitida el martes, la general de brigada Janis Karpinski sostuvo que el mayor general Geoffrey Miller -a cargo del centro de detención de Guantánamo y que ahora supervisa las prisiones estadounidenses en Irak- le dijo a fines del 2003 que los prisioneros "son como perros, y si en algún momento se los deja creer que son más que un perro, se pierde el control de ellos".
El teniente coronel Barry Johnson, portavoz de los centros de detención de Estados Unidos en Irak, dijo que Miller "no efectuó ese comentario a la brigadier general Karpinski ni a ninguna otra persona".
"Estas acusaciones son opuestas a la filosofía de trato humanitario para todos los detenidos en todas las circunstancias que el mayor general Miller adoptó primero en Guantánamo y ahora constituye su posición en Irak", sostuvo.
"Las declaraciones de la brigadier general Karpinski efectuadas a la prensa son categóricamente falsas", indicó.
Karpinski fue suspendida en mayo del comando de la Brigada 800 de la Policía Militar, después que investigadores del Ejército dijeron que junto con otros funcionarios había prestado poca atención a las operaciones diarias de la prisión y no había actuado con suficiente firmeza para disciplinar a los soldados por transgredir las normativas de procedimientos.
Varios soldados estadounidenses enfrentan procesos en tribunales militares por su presunta participación en abusos cometidos contra prisioneros iraquíes.
El escándalo estalló con la publicación en abril de imágenes de detenidos desnudos siendo abusados por soldados estadounidenses.
Para defenderse Karpinski dijo que los interrogatorios de la prisión no estaban bajo su control sino que de una división de inteligencia militar.
"El centro donde eran interrogados los prisioneros funcionaba bajo una comandancia separada y yo no tenía ninguna razón para ir a los bloques de células 1A y 1B o para visitar ese centro, pues no estaban bajo mi dirección", alegó la Karpinski.
En 2003, Karpinski era responsable de los 16 centros de detención del Ejército estadounidense en Irak, entre los cuales la prisión de Abú Ghraib.
El general Miller fue el comandante del Campamento Delta, en Guantánamo, donde aún hay unos 600 prisioneros capturados por las fuerzas estadounidenses, sobre todo en Afganistán, en el marco de la guerra contra el terrorismo lanzada por Estados Unidos.
La general Karpinski, ahora en espera de los resultados de la investigación por torturas aplicadas a prisioneros iraquíes en la prisión de Abú Ghraib, afirmó ser "un chivo expiatorio cómodo".
La general forma parte de siete oficiales que fueron castigados por el Ejército debido al escándalo de las torturas.
A diferencia de otros seis que recibieron una sanción que pone de hecho fin a sus carreras militares, por el momento, la general Karpinski sólo recibió una advertencia y hasta el 25 de mayo pasado seguía dirigiendo la 800ª Brigada de Policía Militar.
Por otro lado, la semana pasada se informó que Karpinski estaba siendo investigada también por el Ejército por un supuesto robo en una tienda militar, informó la cadena CBS de televisión.
En su defensa, la general indicó que el supuesto robo nunca ocurrió y que si hay documentos al respecto son falsificados.
CBS citó a "fuentes militares", según las cuales Karpinski fue detenida en octubre de 2002 cuando se llevaba, sin pagar, un frasco de perfume de 22 dólares en una tienda militar en la base MacDill de la Fuerza Aérea, en Florida.
La cadena de televisión señaló que el Inspector General del Ejército investiga el asunto.
En octubre de 2002, Karpinski era coronel, pero cuando en esas fechas acompañó al jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, en una visita de la prisión de Abu Ghraib lucía en su uniforme la estrella de general de brigada.
"El Ejército investiga cómo es que, a pesar de la denuncia de robo menor, fue promovida y puesta al mando de todas las prisiones en Irak", añadió la cadena de televisión.
Acerca del supuesto hurto, "los informantes sostienen que (después del supuesto robo) Karpinksi se las arregló para participar en un programa de consejería y de servicio comunitario porque era su primer delito y el valor en dólares era muy reducido", según la televisión.
"Eso aparentemente mantuvo el incidente fuera de los registros de los tribunales y de su ficha militar personal", añadió CBS."Pero algunos oficiales del Ejército sostienen que el asunto debió salir a luz durante la verificación de antecedentes que, habitualmente, incluyen preguntas sobre arrestos en los siete años anteriores", continuó la información.
Karpinski ha dicho que los abusos cometidos contra detenidos iraquíes en la prisión de Abu Ghraib fueron responsabilidad de oficiales de inteligencia militar que tomaron el control de un sector de ese edificio para llevar a cabo sus interrogatorios.
También declaró que el Pentágono intenta usarla como "chivo expiatorio", culpándola por los abusos para que no se extienda la responsabilidad a otros oficiales de más alto grado en la jerarquía militar.
©univision
En una entrevista con la radioemisora de la BBC transmitida el martes, la general de brigada Janis Karpinski sostuvo que el mayor general Geoffrey Miller -a cargo del centro de detención de Guantánamo y que ahora supervisa las prisiones estadounidenses en Irak- le dijo a fines del 2003 que los prisioneros "son como perros, y si en algún momento se los deja creer que son más que un perro, se pierde el control de ellos".
El teniente coronel Barry Johnson, portavoz de los centros de detención de Estados Unidos en Irak, dijo que Miller "no efectuó ese comentario a la brigadier general Karpinski ni a ninguna otra persona".
"Estas acusaciones son opuestas a la filosofía de trato humanitario para todos los detenidos en todas las circunstancias que el mayor general Miller adoptó primero en Guantánamo y ahora constituye su posición en Irak", sostuvo.
"Las declaraciones de la brigadier general Karpinski efectuadas a la prensa son categóricamente falsas", indicó.
Karpinski fue suspendida en mayo del comando de la Brigada 800 de la Policía Militar, después que investigadores del Ejército dijeron que junto con otros funcionarios había prestado poca atención a las operaciones diarias de la prisión y no había actuado con suficiente firmeza para disciplinar a los soldados por transgredir las normativas de procedimientos.
Varios soldados estadounidenses enfrentan procesos en tribunales militares por su presunta participación en abusos cometidos contra prisioneros iraquíes.
El escándalo estalló con la publicación en abril de imágenes de detenidos desnudos siendo abusados por soldados estadounidenses.
Para defenderse Karpinski dijo que los interrogatorios de la prisión no estaban bajo su control sino que de una división de inteligencia militar.
"El centro donde eran interrogados los prisioneros funcionaba bajo una comandancia separada y yo no tenía ninguna razón para ir a los bloques de células 1A y 1B o para visitar ese centro, pues no estaban bajo mi dirección", alegó la Karpinski.
En 2003, Karpinski era responsable de los 16 centros de detención del Ejército estadounidense en Irak, entre los cuales la prisión de Abú Ghraib.
El general Miller fue el comandante del Campamento Delta, en Guantánamo, donde aún hay unos 600 prisioneros capturados por las fuerzas estadounidenses, sobre todo en Afganistán, en el marco de la guerra contra el terrorismo lanzada por Estados Unidos.
La general Karpinski, ahora en espera de los resultados de la investigación por torturas aplicadas a prisioneros iraquíes en la prisión de Abú Ghraib, afirmó ser "un chivo expiatorio cómodo".
La general forma parte de siete oficiales que fueron castigados por el Ejército debido al escándalo de las torturas.
A diferencia de otros seis que recibieron una sanción que pone de hecho fin a sus carreras militares, por el momento, la general Karpinski sólo recibió una advertencia y hasta el 25 de mayo pasado seguía dirigiendo la 800ª Brigada de Policía Militar.
Por otro lado, la semana pasada se informó que Karpinski estaba siendo investigada también por el Ejército por un supuesto robo en una tienda militar, informó la cadena CBS de televisión.
En su defensa, la general indicó que el supuesto robo nunca ocurrió y que si hay documentos al respecto son falsificados.
CBS citó a "fuentes militares", según las cuales Karpinski fue detenida en octubre de 2002 cuando se llevaba, sin pagar, un frasco de perfume de 22 dólares en una tienda militar en la base MacDill de la Fuerza Aérea, en Florida.
La cadena de televisión señaló que el Inspector General del Ejército investiga el asunto.
En octubre de 2002, Karpinski era coronel, pero cuando en esas fechas acompañó al jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, en una visita de la prisión de Abu Ghraib lucía en su uniforme la estrella de general de brigada.
"El Ejército investiga cómo es que, a pesar de la denuncia de robo menor, fue promovida y puesta al mando de todas las prisiones en Irak", añadió la cadena de televisión.
Acerca del supuesto hurto, "los informantes sostienen que (después del supuesto robo) Karpinksi se las arregló para participar en un programa de consejería y de servicio comunitario porque era su primer delito y el valor en dólares era muy reducido", según la televisión.
"Eso aparentemente mantuvo el incidente fuera de los registros de los tribunales y de su ficha militar personal", añadió CBS."Pero algunos oficiales del Ejército sostienen que el asunto debió salir a luz durante la verificación de antecedentes que, habitualmente, incluyen preguntas sobre arrestos en los siete años anteriores", continuó la información.
Karpinski ha dicho que los abusos cometidos contra detenidos iraquíes en la prisión de Abu Ghraib fueron responsabilidad de oficiales de inteligencia militar que tomaron el control de un sector de ese edificio para llevar a cabo sus interrogatorios.
También declaró que el Pentágono intenta usarla como "chivo expiatorio", culpándola por los abusos para que no se extienda la responsabilidad a otros oficiales de más alto grado en la jerarquía militar.
©univision
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