RÓTTERDAM METE A PROSTITUTAS EN INTERNADO
Rótterdam, Holanda. El diario Trouw informó el lunes que 180 prostitutas drogadictas que todavía trabajan en la zona roja de Keileweg, en Rótterdam, serán colocadas en "internados" especiales donde contarán con un supervisor las 24 horas del día. Ahí podrán vivir, si lo quieren, toda la vida.
Todas las prostitutas drogadictas con un permiso de trabajo en (la avenida de) Keileweg serán internadas durante los primeros meses en una clínica donde serán tratadas individualmente antes de ser trasladadas a vivir a un internado. Sin embargo, las prostitutas no serán obligadas a desintoxicarse. "La idea es que las mujeres lo hagan de manera concentrada. Por ejemplo, usando drogas sólo una vez al mes o una vez a la semana", dijo la concejala de seguridad y salud pública de Rótterdam Marianne van den Anker. La clínica determinará si las mujeres pueden ser tratadas con metadón o ser agregadas a proyectos de entrega gratuita de heroína.
El ayuntamiento de Rótterdam cree que solamente algunas terminarán viviendo independientemente. Aparte de proporcionarles vivienda, el ayuntamiento las pondrá a trabajar como costureras o barriendo el barrio donde se ubica el internado.
A las prostitutas que se nieguen a participar en el proyecto se las podrá obligar a través de un procedimiento jurídico, pero la concejala da por sentado que todas ellas querrán participar. "Esas mujeres viven en condiciones inhumanas en Keileweg. Con los internados creamos para ellas una vida digna".
5 de julio de 2004
©frontpage ©traducción mQh
Todas las prostitutas drogadictas con un permiso de trabajo en (la avenida de) Keileweg serán internadas durante los primeros meses en una clínica donde serán tratadas individualmente antes de ser trasladadas a vivir a un internado. Sin embargo, las prostitutas no serán obligadas a desintoxicarse. "La idea es que las mujeres lo hagan de manera concentrada. Por ejemplo, usando drogas sólo una vez al mes o una vez a la semana", dijo la concejala de seguridad y salud pública de Rótterdam Marianne van den Anker. La clínica determinará si las mujeres pueden ser tratadas con metadón o ser agregadas a proyectos de entrega gratuita de heroína.
El ayuntamiento de Rótterdam cree que solamente algunas terminarán viviendo independientemente. Aparte de proporcionarles vivienda, el ayuntamiento las pondrá a trabajar como costureras o barriendo el barrio donde se ubica el internado.
A las prostitutas que se nieguen a participar en el proyecto se las podrá obligar a través de un procedimiento jurídico, pero la concejala da por sentado que todas ellas querrán participar. "Esas mujeres viven en condiciones inhumanas en Keileweg. Con los internados creamos para ellas una vida digna".
5 de julio de 2004
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