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investigarán muerte de refugiada


[Greta Riemersma] Hace mucho tiempo que corren espantosos rumores sobre el trato que se da a los refugiados en los centros de acogida. Un refugiado iraní acusa a los médicos de negligencia en la muerte de su mujer.
Groningen, Holanda. El Ministerio Público de Leeuwarden ha iniciado una investigación sobre la muerte de la refugiada iraní Farideh Karimi, 42, de Appelscha. Su marido, Jalal Mousavi, ha entablado una demanda contra cuatro médicos de cabecera del ayuntamiento de Ooststellingwerf y cuatro enfermeros de Centro Médico para Refugiados [Medische Opvang Asielzoekers MOA]. Les acusa de muerte por negligencia médica.
Según el abogado de Mousavi, Martin de Witte, de Amersfoort, ninguno de los médicos y personal de enfermería pudo diagnosticar que la mujer padecía de cáncer de pecho. Farideh Karimi comenzó a sufrir, a poco de llegar al centro de refugiados de Appelscha, dolores en el pecho, que también cambiaron de forma. Más tarde tuvo también dolores de espalda.
De acuerdo a De Witte en sus visitas a los médicos o personal de enfermería no la acompañó nunca un intérprete: "Mientras que es una directriz del MOA".
Cuando en junio de 2001 fue enviada al hospital por un quinto médico de cabecera, se le constató un extendido cáncer; su condición era terminal. La mujer murió poco después.
Su marido interpuso una denuncia recién en abril de este año; el abogado De Witte quería primero hablar con todos los médicos involucrados en el caso. Según él, uno de los doctores dijo que a los refugiados les prestaba ayuda médica sólo en casos excepcionales.
Mousavi también ha presentando una denuncia ante el órgano disciplinario médico de la Inspección Sanitaria de Groningen. Además, ha pedido a la Inspección de la Salud Pública que investigue el servicio del seguro médico de Appelscha.
La denuncia de Mousavi fue ignorada durante un tiempo por el servicio de Investigaciones de Wolvega, sin que nadie le prestara atención. "Eso es escandaloso, no lo voy a negar", declaró el portavoz Kees Gunnink de la policía de Friesland. Ni la policía ni el ministerio público de Leeuwarden han querido declarar sobre el caso. Tampoco quiso comentarlo la Autoridad Central para Acogida de Refugiados [Centraal Orgaan opvang Asielzoekers COA].
Si de la investigación apareciera que los médicos en realidad han cometido una falta en el tratamiento de la mujer, deberán rendir cuentas ante el juez. De acuerdo al abogado De Witte, eso ocurre rara vez o nunca.

21 de octubre de 2004
©volkskrant
©traducción mQh

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