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referéndum en bolivia


columna de mérici
[A partir de hoy periódicamente contaremos en exclusiva en mQh con las columnas de Amado de Mérici.]
El referéndum en Bolivia tiene como telón de fondo una ya tradicional reivindicación de una salida soberana al mar. No se ve la relación necesaria entre una cosa y la otra.
Bolivia, uno de los países más pobres de América, necesita con urgencia los recursos que puede obtener con la exportación de su gas natural, pero debe también adoptar actitudes cuerdas. En un mercado moderno no deben intervenir criterios añejos y arbitrarios ajenos a las operaciones normales de un mercado libre. Si se decide finalmente que Bolivia explotará y exportará esos recursos, debe hacerlo como lo hace todo el mundo.
Pero estos criterios trasnochados no deben hacernos olvidar que si Bolivia tuviese con una salida al mar no se contaría hoy entre las naciones menos favorecidas del continente, con una población mayoritariamente analfabeta y en un estado de abandono social asombroso.
Tampoco hay que cerrar los ojos. Que el gas sea finalmente explotado y exportado no significa que las condiciones de vida de la población mejoren de inmediato. Todo eso está por verse. Pero naturalmente fluirán suficientes recursos como para que una clase política más responsable se ocupe realmente del país y haga que la democracia signifique algo más tangible y deseable en Bolivia.
Que en algunas comunidades se haya caído en costumbres atávicas y violentas es nada más testimonio de la extrema fragilidad de las instituciones y del estado de desesperación de la población. Pero ni las instituciones pueden funcionar sin recursos y del estado de desesperación no se sale con promesas sospechosamente mesiánicas. Sus representantes políticos deben probarse ante su pueblo y demostrar que están en estado de implementar los principios básicos que han de regir un estado mínimamente democrático. Que la justicia la tomen los ciudadanos en sus manos no es algo bueno. Pero el estado tiene que demostrar que sus instituciones son legítimas y que funcionan honestamente para todos.
Chile daría un gran paso -ese paso que esperan muchos en América del Sur- en ceder suficientes territorios para hacer posible ese anhelo boliviano. Chile debería dejarse de pretextos para eludir una decisión que habrá de tomar alguna vez y que sería bueno que la hubiese tomado ayer, y no hoy. El desarrollo de Bolivia y su participación en la vida económica, social y cultural del sur de América es un reto histórico y ceder una salida al mar por Chile constituiría también para ese país un acto histórico de solidaridad y nobleza.
No se entiende bien, en verdad, qué motivos profundos podría tener Chile para no ceder una franja de esos territorios antiguamente bolivianos a Bolivia, sobre todo teniendo en cuenta que Chile cuenta con una muy larga costa de varios miles de kilómetros. Y las tradiciones históricas no son motivo suficiente para que Chile siga eludiendo esa responsabilidad: tender una mano a Bolivia y ayudarla en su incierto aunque necesario camino hacia la modernidad. Y, si Dios quiere, hacia la justicia social.

18 de julio de 2004©mQh

4 comentarios

oriundo -

si es una cuestion moral tambien las naciones unidas debieran actuar por presencia cosa que las partes en conflicto respeten ambas las resoluciones no como lo que sucede en la realidad que incluso los conflictos no paran y las resulociones de las naciones unidas se las meten en el bolsillo asi que sigue vigente aquello de que bolivia debe resolver sus problemas de subdesarrollo desvinculandose de justificaciones externas y aun mas creo que los que gobiernan en chile no son los mas morales que digamos

Federico -

Es una cuestión moral. Si te parece que hay que agarrarse a la letra de los tratados por conveniencia, pasando por alto la injusticia del reparto en el mundo, apaga y vámonos. Se necesita tomar decisiones que atañen al terrícola, no al nacionalista ni al terrateniente.

oriundo -

seria la misma wea que irak le cediera territorio a los kurdos o que uruguay se vuelva provincia de argentina

Luis Parra Flores -

Además Chile malusa los territorios del norte. Son cuatro familiaslas que se comen los beneficios de las empresas allí establecidas. Moralmente es bien insostenible la weá del del dedo/de los de los galones.