LLAMADO A LA HONESTIDAD CONMOCIONA CHINA - edward cody
China vive interesantes cambios. En su lucha contra la corrupción, el partido comunista ha decidido permitir algo más a la prensa del partido. Pero la lucha es dura: un secretario del partido de una provincia del sur de China tuvo que usar chaleco anti-balas y guardaespaldas para protegerse de otros funcionarios del partido.
Pekín, China. Un oscuro cuadro del Partido Comunista en el sur de China irrumpió en la escena nacional el viernes con una carta abierta en la que se queja amargamente de que sus esfuerzos por combatir la corrupción son bloqueados por funcionarios de rango superior del gobierno y del partido.
"No obtuve ningún apoyo de las autoridades o departamentos locales", se lamenta Huang Jingao, secretario del partido en el municipio de Lianjiang, 482 kilómetros al sur de Shangai en la provincia de Fujian. "Me sorprendió".
En un extenso relato de lo que describe como su cruzada para encarcelar a funcionarios locales deshonestos y sus co-conspiradores en negocios, Huang denuncia las "reglas subentendidas" mediante las cuales los funcionarios corruptos se protegen unos a otros.
Después de que se lo nombrara jefe del partido del municipio de Lianjiang en enero de 2002, dice en su larga carta, se le acercó gente a quejarse de que su predecesor había conspirado con agentes de bienes raíces para sacar a los residentes de sus casas y vender tierras del estado por debajo de su valor. Sus investigaciones confirmaron sus denuncias, dijo.
La carta de Huang tocó una fibra nacional. Las páginas en la red zumbaron de comentarios favorables sobre su coraje para hablar. Se oyó a pasajeros de metro de Pekín discutir el caso en camino al trabajo. Los diarios publicaron editoriales sobre su papel en la promoción de una administración honesta.
Publicada por primera vez en la página oficial en la red del Diario del Pueblo, la carta no era inhabitual en sus quejas. Funcionarios y gente de a pie en todo China han lamentado la decadencia que ha acompañado las reformas económicas en los últimos 25 años.
"Rectificarse a sí mismo y combatir la corrupción será una tarea dura para el gobierno", reconoció el premier Wen Jiabao en su informe anual sobre el estado de la nación el 5 de marzo.
Significativa fue la decisión de Huang de airear abiertamente sus frustraciones y la disponibilidad de la censurada prensa china de ofrecerle un foro nacional. A pesar de los cambios que han revolucionado la economía china y permitido algún grado de libertad política y social, la información ha estado normalmente fuertemente controlada; el gobierno y el Partido Comunista trabajan la mayor parte de las veces en secreto.
Huang dijo que había escrito su manifiesto el domingo pasado. Fue emitido el miércoles por la mañana por el Diario del Pueblo, el órgano oficial del gobierno y del partido. El jueves, periodistas desde Hong-Kong a Pekín se abalanzaron sobre la historia. Cuando salió la edición del viernes, todo el país se puso a leer sobre la lucha de Huang en Lianjiang.
"Que Huang haya recurrido a los medios muestra su confianza en el poder de la opinión pública", comentó el gobiernista Diario de China, de Pekín. "Los medios están jugando un papel cada vez más importante en investigar y descubrir la corrupción, y demuestran que la supervisión externa también contribuye a la lucha contra la corrupción".
A pesar del interés público, las autoridades provinciales y nacionales no han comentado el asunto.
En una serie de entrevistas, Huang, 52, se retrató a sí mismos como un antiguo campesino con educación secundaria, un funcionario leal del partido que surgió de entre las filas y sólo desea hacer lo correcto.
"Quiero ser oído, que se oiga la voz de un secretario de partido en una situación desesperada", dijo al diario South China Morning Post de Hong Kong en una entrevista telefónica. "Los cuadros de alto nivel no saben lo qué pasa. A veces son engañados por sus subalternos. Deberían saber la verdad".
Huang se negó a ser entrevistado por The Washington Post. Por teléfono dijo que era un miembro leal del Partido Comunista y no quería hablar con la prensa extranjera. "Es un partido disciplinado", explicó.
De hecho, funcionarios de alto nivel lanzaron el mes pasado una importante investigación de la sección de disciplina del Partido Comunista después de que un inspector de disciplina de la provincia de Hunan fuera vinculado a prácticas económicas corruptas. Las secciones de disciplina y contra la corrupción han sido el último tiempo blanco de los investigadores anti-corrupción, dijo a reporteros en Pekín, Shao Daosheng, profesor jubilado e investigador de la Comisión Central de Disciplina del Partido Comunista chino.
En total, se han abierto más de veinte mil investigaciones de casos de corrupción en los primeros meses del año en lo que el gobierno considera que son delitos laborales relacionados con delitos penales, de acuerdo a Jia Chunwang, procurador general de la Suprema Procuraduría del Pueblo. Esto representa un aumento del 6.9 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado, dijo Jia.
Pesquisadores iniciaron recientemente una investigación del antiguo director de la Capital Road Development Corp., de Pekín, que estaba encargado de seis carreteras de circunvalación y otras carreteras construidas para descongestionar el tráfico de la capital. El funcionario Bi Yuxi estaba siendo investigado por sospechas de haber aceptado sobornos de contratistas durante el tiempo que estuvo contratado entre 1994 y 2003, informó el lunes el Diario de la Juventuda de Pekín.
La construcción de carreteras ha sido una particular fuente de corrupción oficial, de acuerdo a fiscales chinos.
"Hay tantos funcionarios corruptos", dijo un usuario de internet al ofrecer anónimamente su opinión sobre la carta de Huang. "¿Cómo agarrarlos a todos?"
Pero otro comentarista de la red, tomando en cuenta la disciplina de partido a la que se refirió Huang, dijo: "¡Qué carta! ¿Fue aprobada por Comisión Central de Disciplina de China?"
Huang dice en la carta que al comienzo de su carrera en la ciudad de Fuzhou descubrió un matadero ilegal que era protegido por agentes de policía locales. Cerca de veinte funcionarios fueron condenados, dijo, después de una investigación durante la cual recibió cartas con amenazas y tuvo que hacer un chaleco anti-balas y guardaespaldas.
Más tarde, en el municipio de Lianjiang, sus esfuerzos por investigar las estafas en el sector de bienes raíces fueron repetidas veces bloqueados por funcionarios más arriba en el escalafón en lo que se transformó en "una enorme e invisible red que cubría siempre los casos", se quejó. En total, dijo, el fraude en la urbanización costó al gobierno local unos ocho millones de dólares. A pesar de sus esfuerzos, el principal caso fue dejado de lado recientemente después de la intervención de funcionarios de más rango, dijo Huang.
"Durante dos años me he cansado luchando contra los rumores, las presiones y a veces amenazas de muerte, pero nunca pierdo la esperanza", continuó. "Nunca lo he abandonado, porque creo que los ojos del pueblo son agudos y la bandera del Partido Comunista de China está siempre ondeando".
Jin Ling y Zhang Wei contribuyeron a este informe.
15 de agosto de 2004
©traducción mQh
©washingtonpost
"No obtuve ningún apoyo de las autoridades o departamentos locales", se lamenta Huang Jingao, secretario del partido en el municipio de Lianjiang, 482 kilómetros al sur de Shangai en la provincia de Fujian. "Me sorprendió".
En un extenso relato de lo que describe como su cruzada para encarcelar a funcionarios locales deshonestos y sus co-conspiradores en negocios, Huang denuncia las "reglas subentendidas" mediante las cuales los funcionarios corruptos se protegen unos a otros.
Después de que se lo nombrara jefe del partido del municipio de Lianjiang en enero de 2002, dice en su larga carta, se le acercó gente a quejarse de que su predecesor había conspirado con agentes de bienes raíces para sacar a los residentes de sus casas y vender tierras del estado por debajo de su valor. Sus investigaciones confirmaron sus denuncias, dijo.
La carta de Huang tocó una fibra nacional. Las páginas en la red zumbaron de comentarios favorables sobre su coraje para hablar. Se oyó a pasajeros de metro de Pekín discutir el caso en camino al trabajo. Los diarios publicaron editoriales sobre su papel en la promoción de una administración honesta.
Publicada por primera vez en la página oficial en la red del Diario del Pueblo, la carta no era inhabitual en sus quejas. Funcionarios y gente de a pie en todo China han lamentado la decadencia que ha acompañado las reformas económicas en los últimos 25 años.
"Rectificarse a sí mismo y combatir la corrupción será una tarea dura para el gobierno", reconoció el premier Wen Jiabao en su informe anual sobre el estado de la nación el 5 de marzo.
Significativa fue la decisión de Huang de airear abiertamente sus frustraciones y la disponibilidad de la censurada prensa china de ofrecerle un foro nacional. A pesar de los cambios que han revolucionado la economía china y permitido algún grado de libertad política y social, la información ha estado normalmente fuertemente controlada; el gobierno y el Partido Comunista trabajan la mayor parte de las veces en secreto.
Huang dijo que había escrito su manifiesto el domingo pasado. Fue emitido el miércoles por la mañana por el Diario del Pueblo, el órgano oficial del gobierno y del partido. El jueves, periodistas desde Hong-Kong a Pekín se abalanzaron sobre la historia. Cuando salió la edición del viernes, todo el país se puso a leer sobre la lucha de Huang en Lianjiang.
"Que Huang haya recurrido a los medios muestra su confianza en el poder de la opinión pública", comentó el gobiernista Diario de China, de Pekín. "Los medios están jugando un papel cada vez más importante en investigar y descubrir la corrupción, y demuestran que la supervisión externa también contribuye a la lucha contra la corrupción".
A pesar del interés público, las autoridades provinciales y nacionales no han comentado el asunto.
En una serie de entrevistas, Huang, 52, se retrató a sí mismos como un antiguo campesino con educación secundaria, un funcionario leal del partido que surgió de entre las filas y sólo desea hacer lo correcto.
"Quiero ser oído, que se oiga la voz de un secretario de partido en una situación desesperada", dijo al diario South China Morning Post de Hong Kong en una entrevista telefónica. "Los cuadros de alto nivel no saben lo qué pasa. A veces son engañados por sus subalternos. Deberían saber la verdad".
Huang se negó a ser entrevistado por The Washington Post. Por teléfono dijo que era un miembro leal del Partido Comunista y no quería hablar con la prensa extranjera. "Es un partido disciplinado", explicó.
De hecho, funcionarios de alto nivel lanzaron el mes pasado una importante investigación de la sección de disciplina del Partido Comunista después de que un inspector de disciplina de la provincia de Hunan fuera vinculado a prácticas económicas corruptas. Las secciones de disciplina y contra la corrupción han sido el último tiempo blanco de los investigadores anti-corrupción, dijo a reporteros en Pekín, Shao Daosheng, profesor jubilado e investigador de la Comisión Central de Disciplina del Partido Comunista chino.
En total, se han abierto más de veinte mil investigaciones de casos de corrupción en los primeros meses del año en lo que el gobierno considera que son delitos laborales relacionados con delitos penales, de acuerdo a Jia Chunwang, procurador general de la Suprema Procuraduría del Pueblo. Esto representa un aumento del 6.9 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado, dijo Jia.
Pesquisadores iniciaron recientemente una investigación del antiguo director de la Capital Road Development Corp., de Pekín, que estaba encargado de seis carreteras de circunvalación y otras carreteras construidas para descongestionar el tráfico de la capital. El funcionario Bi Yuxi estaba siendo investigado por sospechas de haber aceptado sobornos de contratistas durante el tiempo que estuvo contratado entre 1994 y 2003, informó el lunes el Diario de la Juventuda de Pekín.
La construcción de carreteras ha sido una particular fuente de corrupción oficial, de acuerdo a fiscales chinos.
"Hay tantos funcionarios corruptos", dijo un usuario de internet al ofrecer anónimamente su opinión sobre la carta de Huang. "¿Cómo agarrarlos a todos?"
Pero otro comentarista de la red, tomando en cuenta la disciplina de partido a la que se refirió Huang, dijo: "¡Qué carta! ¿Fue aprobada por Comisión Central de Disciplina de China?"
Huang dice en la carta que al comienzo de su carrera en la ciudad de Fuzhou descubrió un matadero ilegal que era protegido por agentes de policía locales. Cerca de veinte funcionarios fueron condenados, dijo, después de una investigación durante la cual recibió cartas con amenazas y tuvo que hacer un chaleco anti-balas y guardaespaldas.
Más tarde, en el municipio de Lianjiang, sus esfuerzos por investigar las estafas en el sector de bienes raíces fueron repetidas veces bloqueados por funcionarios más arriba en el escalafón en lo que se transformó en "una enorme e invisible red que cubría siempre los casos", se quejó. En total, dijo, el fraude en la urbanización costó al gobierno local unos ocho millones de dólares. A pesar de sus esfuerzos, el principal caso fue dejado de lado recientemente después de la intervención de funcionarios de más rango, dijo Huang.
"Durante dos años me he cansado luchando contra los rumores, las presiones y a veces amenazas de muerte, pero nunca pierdo la esperanza", continuó. "Nunca lo he abandonado, porque creo que los ojos del pueblo son agudos y la bandera del Partido Comunista de China está siempre ondeando".
Jin Ling y Zhang Wei contribuyeron a este informe.
15 de agosto de 2004
©traducción mQh
©washingtonpost
0 comentarios