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JUECES TEMEN POR SUS VIDAS EN JUICIO POR ASESINATO DE DJINDJIC - vesna peric zimonjic


Antiguos miembros de la policía secreta del viejo dictador comunista Milosevic, acusados del asesinato del primer ministro Djindjic, amenazan de muerte a jueces y fiscales. La detención de uno de los principales acusados delata la connivencia de las actuales autoridades serbias.
Belgrado, Serbia. El juicio de los acusados por el asesinato del primer ministro reformista serbio Zoran Djindjic se reinicia hoy en medio de crecientes dudas sobre si se sabrá alguna vez toda la verdad sobre su asesinato.
En este altamente publicitado caso, los jueces han recibido amenazas anónimas y temer por sus vidas. Los vehículos privados de algunos fiscales han sido dañados en los últimos meses.
Los principales acusados niegan su participación en el asesinato, que terminó prácticamente con las urgentemente necesarias reformas en Serbia.
Djindjic, el primer ministro-presidente no comunista de Serbia desde la Segunda Guerra Mundial murió el 12 de marzo de 2003 después de que un francotirador le disparara un balazo en el corazón. Fue asesinado frente a un edificio de gobierno. Una investigación culpó a una banda de delincuentes que se llaman a sí mismos el clan Zemun. Uno de sus líderes es Milorad Lukovic, conocido como Legija, el comandante de los notorios ‘Boinas Rojas' que formaban parte de la policía secreta de Slobodan Milosevic. Fueron notorios por las atrocidades que cometieron contra no serbios en las guerras que destruyeron a la antigua Yugoslavia en los años noventa.
Los Boinas Rojas fueron disueltos después del asesinato de Djindjic.
El juicio comenzó en diciembre pasado, pero se ha estancado durante meses debido a que el principal sospechoso, Lukovic, se encontraba fugitivo. Sólo seis de los quince acusados han sido detenidos.
Lukovic se entregó a las autoridades en mayo, revelando que se había ocultado en su casa de Belgrado desde marzo del año pasado. En su primera comparecencia en junio ante el Tribunal Especial en Belgrado dijo que no tenía nada que ver con el asesinato.
Las amenazas contra los jueces ocurrieron días después. No fueron verbales, pero sí lo suficientemente claras. Los jueves recibieron ramos de rosas rojas -el símbolo de los Boinas Rojas- en sus casas. Lukovic luce el tatuaje de una rosa roja en su cuello.
"Esas entregas pueden ser entendidas como una amenaza al tribunal", dijo la portavoz Maja Kovacevic, que agregó que no sabía si se habían tomado medidas de protección especiales de los jueces y fiscales.
Se obtendrán más informaciones sobre el asesinato de Djindjic más adelante este mes cuando otro de los principales acusados sea extraditado desde Grecia. Dejan Milenkovic, que ha sido acusado de proporcionar apoyo logístico a Lukovic, fue detenido hace dos meses en Thessalonika. Se encontraba fugitivo desde marzo de 2003.

7 de septiembre de 2004
©>independent
©traducción mQh

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