mafia de mandarine en perú
[Alejandro Franceschi] Violencia china globalizada. Noticias sobre la mafia china en Perú y sus actividades, le dan la vuelta al mundo.
El 15 de octubre de 1949 llegó el primer contingente de inmigrantes chinos a Perú. La gran mayoría eran hombres venidos de los puertos de Macao y de Hong Kong. Por ese entonces la inminente abolición de la esclavitud provocaba un descalabro a la pirámide económica peruana, ya que la gran mayoría de los negros que trabajaban en los latifundios no sabían qué hacer con su libertad. Unos pocos consiguieron trabajos dignos, otros se desempeñaban en oficios menores, mientras la inmensa mayoría se dedicaba a delinquir. Este fenómeno social sumado a la bonanza que generaba por entonces la venta del guano como fertilizante, hizo que el gobierno peruano incentivara la colonización europea, pero las condiciones ofrecidas eran poco atractivas para la población del viejo continente y la respuesta fue casi nula; pero a quienes sí atrajo -y mucho- fue a los chinos.
La concentración económica en las grandes ciudades de China como consecuencia del conflicto de la Guerra del Opio había hecho que varias provincias chicas quedaran en el olvido y que del cantón sureño empobrecido miles de habitantes vieran como tabla de salvación el trabajo en los campos peruanos. Era tal el grado de miseria de los culíes (nombre que por entonces se daba a los inmigrantes chinos capaces de asumir trabajos para esclavos) que éstos se prestaban para firmar un contrato ridículo por lo abusivo. No sólo porque se comprometían a trabajar durante 4 años que al llegar a su destino se convertían en 8 obligatorios-, sino porque recibían 8 pesos al embarcarse que luego debían devolver a sus empleadores con un salario de 4 pesos mensuales. Los pobres inmigrantes chinos se sometían a un viaje agotador de tres meses y venían prácticamente encerrados como ganado en las bodegas de los grandes barcos. A la llegada los contratantes primero les entregaban ropa, frazadas, medicina, comida y luego les informaban que sólo tendrían 3 días de descanso al año.
La extensión de los contratos se lograba con las deudas adquiridas por comidas complementarias en las haciendas, así como a través de obligatorios reembolsos por días de enfermedad, jornadas adicionales por malos entendidos con el capataz o por rotura de herramientas de trabajo. Ya que bajo esas condiciones varios de los trabajadores se veían tentados a huir, también se implantó la norma de que por cada uno de los escapados el resto se tendría que quedar un año más. Era un verdadero infierno. Sin embargo y a medida que pasaba el tiempo, los tozudos chinos resistieron, muchos de los contratos se vencieron y el Imperio mismo también se preocupó por lograr que se respetara a sus nacionales en Perú. Luego empezaron a llegar mujeres de la China, pese a que muchos de aquellos hombres se habían casado con peruanas. Luego se fundarían las primeras sociedades chinas, entre ellas la Sociedad Colonial de Beneficencia en 1882. Así varios de aquellos chinos de ultramar triunfaron al convertirse en prósperos comerciantes desperdigados por la costa peruana y por todo el país. Con el paso del tiempo el matrimonio entre las dos culturas creció tanto que de los 24 millones de peruanos, 3 millones (el 12,5% de la población) tienen ascendencia china.
Pero en los últimos 15 años los chinos de Perú han cambiado de rostro. De la inmigración inicial que era costera, tradicional, conservadora y trabajadora, se ha pasado a una nueva en la que buena parte de los viajeros son individualistas, cosmopolitas, ambiciosos y tienen pretensiones globales. De los chinos tradicionales lo único que les quedó es las ganas de trabajar y de hacer dinero, pero las motivaciones y el uso que le dan a lo que ganan son bien diferentes. Esto ha facilitado que se dé el terreno propicio para la consolidación de las llamadas triadas (nombre con el que es conocida la mafia china en el mundo entero) y que además de involucrarse en sus habituales negocios -prostitución, opio y juegos de azar- también se ha dedicado, utilizando como fachadas a algunas agencias de viaje, discotecas y chifas, a facilitar el tráfico de inmigrantes chinos ilegales a los Estados Unidos Las rutas preferidas para lograr tal fin son Bolivia-Canadá-Cuba o Perú-Ecuador-Panamá, dependiendo obviamente de pago previo del emigrante, unos 20.000 dólares. Según parece, Perú y Bolivia son puntos ideales por la elevada corrupción de sus funcionarios y Cuba por la fuerte presencia china en la isla. Uno de los principales problemas con los que se encuentra la policía peruana al intervenir a los chinos sospechosos, es que muchos están protegidos por pasaportes diplomáticos.
Es tan poderosa la mafia china, que algunos estudios publicados en el 2000 estiman que las triadas mueven 200.000 millones de dólares en el mundo, el 40% del PIB anual en China.
Algunos De Los Chinos Que Llegan Ahora A Perú, Son Explotadores
Xu Lu cayó preso por primera vez y de la forma más torpe en que un jefe de la mafia puede ser capturado. Un 24 de octubre de 2003 decidió alargar la noche con dos chicas que conoció en la discoteca Tequila Rock, un sótano ubicado en el tradicional distrito limeño de Miraflores, tan conocido por los múltiples escándalos que personajes de la farándula peruana han protagonizado allí, como por la cantidad de mujeres jóvenes que (sin rubor alguno) van a la caza de algunos extranjeros con dinero. Entonces ocurrió lo impensado: mientras Xu Lu arreglaba con el cobrador de parqueos y sus dos conquistas aguardaban junto al Nissan plomo del 97, aparecieron 5 muchachos a bordo de una 4x4 y le silbaron a las chicas, deteniéndose un momento a recibir sonrisas como respuesta al galanteo. Al ver lo que ocurría, un celoso y ebrio Xu Lu sacó un arma y disparó dos veces: uno de los tiros le acertó al vehículo y aunque no hubo ninguna víctimas, el cuerpo de seguridad municipal conocido popularmente como serenazgo' lo detuvo y se lo entregó a la policía. Sin embargo, Xu Lu no llegó a inmutarse un segundo; además, con mucha habilidad y a través de unas cuantas llamadas claves, logró superar rápidamente el papeleo y salir en libertad. La policía no sabía aún la clase de pez gordo de la mafia que había dejado escapar. Menos lo adivinaba la prensa peruana, tan acostumbrada a nutrirse con secuestros, crímenes pasionales, suicidios y accidentes, que poco atención le prestó al asunto y lo comentó como de pasada, dejando escapar también la chiva' de la captura de otros 3 chinos cómplices de Xu Lu, capturados dos días antes.
Dos días después de los disparos en el parqueadero de la discoteca, Xu Lu volvió a caer. Esta vez la policía sospechaba que el chino se traía algo y decidió capturarlo de nuevo junto con Sun Zhuyong, un extorsionista fugitivo del chifa Jin (se le llama chifa a un menú chino muy apetecido por los peruanos y cuyos puestos, unos 7000 sólo en Lima, terminaron sirviendo como fachadas perfectas para ocultar actividades mafiosas) en un hotel a espaldas de una estación de autobuses. Para completar, en el momento de la captura a Xu Lu se le volvió a encontrar un arma y cocaína.
Cuando la policía se disponía a soltarlo de nuevo por no tener antecedentes, por sugerencia de un periodista decidieron investigar por última vez pero bajo el nombre el nombre de Lu Xu en chino el apellido va adelante- y se encontraron con la sorpresa. No sólo tenía antecedentes registrados desde hace 10 años, sino que además era nada menos que el jefe de Dragón Rojo (Los mandarines), una de las mafias chinas más poderosas. Gracias a las averiguaciones hechas, también se pudieron establecer nexos entre los 3 chinos capturados previamente y Xu Lu. Poco tiempo después de las investigaciones en las que quedaba claro que la situación legal de Xu Lu era muy complicada, llegaron a la estación emisarios chinos con maletines intentando interceder por él, pero las autoridades no se dejaron sobornar. Poco tiempo después, pese a las evidencias en su contra, Xu Lu volvió a salir libre.
¿En qué ha estado metido el temible Xu Lu? Empezó como sicario con Wang Gang y en la Fiscalía Penal 42 de Lima hay expedientes que los involucran a ambos por delitos contra la vida, el cuerpo y la salud; delitos con armas de fuego, contra el patrimonio y contra la administración de justicia. Desde 1994 Xu Lu ha venido especializándose en extorsiones, agresiones y secuestros, hasta el punto de haber asesinado un 28 de septiembre de 1996 a su ex compañero, Wang Chang, en el interior del Video Pub Karaoke Lok Sen. Han sido numerosas las agresiones de Xu Lu a la comunidad china, pero éstas sólo salen en la prensa cuando están salpicadas de sangre, como cuando en el 2001 uno de los cocineros ligados a Dragón Rojo y a las chifas fachada mató a la familia con un cuchillo de cocina. 24 chinos conocedores de las actividades de Xu Lu lo denunciaron frente al embajador de su país en Perú por todos los padecimientos a los que éste ha sometido a buena parte de la comunidad. También se están buscando conexiones entre Dragón Rojo y Vladimiro Montesinos, ex asesor de Fujimori, presuntamente por narcotráfico.
25 de junio de 2004
3 de noviembre de 2004
©mi estrella
La concentración económica en las grandes ciudades de China como consecuencia del conflicto de la Guerra del Opio había hecho que varias provincias chicas quedaran en el olvido y que del cantón sureño empobrecido miles de habitantes vieran como tabla de salvación el trabajo en los campos peruanos. Era tal el grado de miseria de los culíes (nombre que por entonces se daba a los inmigrantes chinos capaces de asumir trabajos para esclavos) que éstos se prestaban para firmar un contrato ridículo por lo abusivo. No sólo porque se comprometían a trabajar durante 4 años que al llegar a su destino se convertían en 8 obligatorios-, sino porque recibían 8 pesos al embarcarse que luego debían devolver a sus empleadores con un salario de 4 pesos mensuales. Los pobres inmigrantes chinos se sometían a un viaje agotador de tres meses y venían prácticamente encerrados como ganado en las bodegas de los grandes barcos. A la llegada los contratantes primero les entregaban ropa, frazadas, medicina, comida y luego les informaban que sólo tendrían 3 días de descanso al año.
La extensión de los contratos se lograba con las deudas adquiridas por comidas complementarias en las haciendas, así como a través de obligatorios reembolsos por días de enfermedad, jornadas adicionales por malos entendidos con el capataz o por rotura de herramientas de trabajo. Ya que bajo esas condiciones varios de los trabajadores se veían tentados a huir, también se implantó la norma de que por cada uno de los escapados el resto se tendría que quedar un año más. Era un verdadero infierno. Sin embargo y a medida que pasaba el tiempo, los tozudos chinos resistieron, muchos de los contratos se vencieron y el Imperio mismo también se preocupó por lograr que se respetara a sus nacionales en Perú. Luego empezaron a llegar mujeres de la China, pese a que muchos de aquellos hombres se habían casado con peruanas. Luego se fundarían las primeras sociedades chinas, entre ellas la Sociedad Colonial de Beneficencia en 1882. Así varios de aquellos chinos de ultramar triunfaron al convertirse en prósperos comerciantes desperdigados por la costa peruana y por todo el país. Con el paso del tiempo el matrimonio entre las dos culturas creció tanto que de los 24 millones de peruanos, 3 millones (el 12,5% de la población) tienen ascendencia china.
Pero en los últimos 15 años los chinos de Perú han cambiado de rostro. De la inmigración inicial que era costera, tradicional, conservadora y trabajadora, se ha pasado a una nueva en la que buena parte de los viajeros son individualistas, cosmopolitas, ambiciosos y tienen pretensiones globales. De los chinos tradicionales lo único que les quedó es las ganas de trabajar y de hacer dinero, pero las motivaciones y el uso que le dan a lo que ganan son bien diferentes. Esto ha facilitado que se dé el terreno propicio para la consolidación de las llamadas triadas (nombre con el que es conocida la mafia china en el mundo entero) y que además de involucrarse en sus habituales negocios -prostitución, opio y juegos de azar- también se ha dedicado, utilizando como fachadas a algunas agencias de viaje, discotecas y chifas, a facilitar el tráfico de inmigrantes chinos ilegales a los Estados Unidos Las rutas preferidas para lograr tal fin son Bolivia-Canadá-Cuba o Perú-Ecuador-Panamá, dependiendo obviamente de pago previo del emigrante, unos 20.000 dólares. Según parece, Perú y Bolivia son puntos ideales por la elevada corrupción de sus funcionarios y Cuba por la fuerte presencia china en la isla. Uno de los principales problemas con los que se encuentra la policía peruana al intervenir a los chinos sospechosos, es que muchos están protegidos por pasaportes diplomáticos.
Es tan poderosa la mafia china, que algunos estudios publicados en el 2000 estiman que las triadas mueven 200.000 millones de dólares en el mundo, el 40% del PIB anual en China.
Algunos De Los Chinos Que Llegan Ahora A Perú, Son Explotadores
Xu Lu cayó preso por primera vez y de la forma más torpe en que un jefe de la mafia puede ser capturado. Un 24 de octubre de 2003 decidió alargar la noche con dos chicas que conoció en la discoteca Tequila Rock, un sótano ubicado en el tradicional distrito limeño de Miraflores, tan conocido por los múltiples escándalos que personajes de la farándula peruana han protagonizado allí, como por la cantidad de mujeres jóvenes que (sin rubor alguno) van a la caza de algunos extranjeros con dinero. Entonces ocurrió lo impensado: mientras Xu Lu arreglaba con el cobrador de parqueos y sus dos conquistas aguardaban junto al Nissan plomo del 97, aparecieron 5 muchachos a bordo de una 4x4 y le silbaron a las chicas, deteniéndose un momento a recibir sonrisas como respuesta al galanteo. Al ver lo que ocurría, un celoso y ebrio Xu Lu sacó un arma y disparó dos veces: uno de los tiros le acertó al vehículo y aunque no hubo ninguna víctimas, el cuerpo de seguridad municipal conocido popularmente como serenazgo' lo detuvo y se lo entregó a la policía. Sin embargo, Xu Lu no llegó a inmutarse un segundo; además, con mucha habilidad y a través de unas cuantas llamadas claves, logró superar rápidamente el papeleo y salir en libertad. La policía no sabía aún la clase de pez gordo de la mafia que había dejado escapar. Menos lo adivinaba la prensa peruana, tan acostumbrada a nutrirse con secuestros, crímenes pasionales, suicidios y accidentes, que poco atención le prestó al asunto y lo comentó como de pasada, dejando escapar también la chiva' de la captura de otros 3 chinos cómplices de Xu Lu, capturados dos días antes.
Dos días después de los disparos en el parqueadero de la discoteca, Xu Lu volvió a caer. Esta vez la policía sospechaba que el chino se traía algo y decidió capturarlo de nuevo junto con Sun Zhuyong, un extorsionista fugitivo del chifa Jin (se le llama chifa a un menú chino muy apetecido por los peruanos y cuyos puestos, unos 7000 sólo en Lima, terminaron sirviendo como fachadas perfectas para ocultar actividades mafiosas) en un hotel a espaldas de una estación de autobuses. Para completar, en el momento de la captura a Xu Lu se le volvió a encontrar un arma y cocaína.
Cuando la policía se disponía a soltarlo de nuevo por no tener antecedentes, por sugerencia de un periodista decidieron investigar por última vez pero bajo el nombre el nombre de Lu Xu en chino el apellido va adelante- y se encontraron con la sorpresa. No sólo tenía antecedentes registrados desde hace 10 años, sino que además era nada menos que el jefe de Dragón Rojo (Los mandarines), una de las mafias chinas más poderosas. Gracias a las averiguaciones hechas, también se pudieron establecer nexos entre los 3 chinos capturados previamente y Xu Lu. Poco tiempo después de las investigaciones en las que quedaba claro que la situación legal de Xu Lu era muy complicada, llegaron a la estación emisarios chinos con maletines intentando interceder por él, pero las autoridades no se dejaron sobornar. Poco tiempo después, pese a las evidencias en su contra, Xu Lu volvió a salir libre.
¿En qué ha estado metido el temible Xu Lu? Empezó como sicario con Wang Gang y en la Fiscalía Penal 42 de Lima hay expedientes que los involucran a ambos por delitos contra la vida, el cuerpo y la salud; delitos con armas de fuego, contra el patrimonio y contra la administración de justicia. Desde 1994 Xu Lu ha venido especializándose en extorsiones, agresiones y secuestros, hasta el punto de haber asesinado un 28 de septiembre de 1996 a su ex compañero, Wang Chang, en el interior del Video Pub Karaoke Lok Sen. Han sido numerosas las agresiones de Xu Lu a la comunidad china, pero éstas sólo salen en la prensa cuando están salpicadas de sangre, como cuando en el 2001 uno de los cocineros ligados a Dragón Rojo y a las chifas fachada mató a la familia con un cuchillo de cocina. 24 chinos conocedores de las actividades de Xu Lu lo denunciaron frente al embajador de su país en Perú por todos los padecimientos a los que éste ha sometido a buena parte de la comunidad. También se están buscando conexiones entre Dragón Rojo y Vladimiro Montesinos, ex asesor de Fujimori, presuntamente por narcotráfico.
25 de junio de 2004
3 de noviembre de 2004
©mi estrella
10 comentarios
susan -
Supra TK Society -
levis -
Vika -
muchas gracias.
karla -
jorge luis -
GFO -
La riqueza del Peru es su mestizaje y los migrantes chinos han aportado notablemente a nuestra cultura, ahi esta la comida china y el auge comercial de la calle Capon. Le compete al gobierno velar para que los procesos de migracion sean tranparentes y rapidos para el que lo solicite.
No podemos tener una actitud egoista y deshumanizada contra los migrantes cual sea su origen. La migracion es un proceso dinamico que trae fuerza de trabajo y nuevas ideas, sino veamos los diferentes movimientos migracionales que se han dado en el Peru, pienso desde mi punto de vista,con un balance positivo.
jesus -
binary linyutang -
freddy -