SERVICIO SECRETO HOLANDÉS DEFICIENTE - michiel kruijt
Se ha concentrado en el terrorismo musulmán. Pero reconoce haber desdeñado el terrorismo tradicional y el espionaje extranjero. No menciona al terrorismo de extrema derecha.
La Haya, Holanda. El Servicio General de Seguridad e Informaciones AIVD no está preparado, debido a la falta de personal y de medios, para realizar sus tareas. El servicio secreto debe compartir sus investigaciones con los gobiernos locales y servicios policiales y colaborar mejor. La dirección del servicio de parte del gabinete es "fragmentaria y poco clara", el control parlamentario "insuficiente".
Estas son las principales conclusiones de la comisión Havermans, que tras ocho meses de una investigación "única" presentó el martes su informe El AIVD en proceso de cambio'. A pesar de las insuficiencias constatadas, los miembros de la comisión se muestran sorprendentemente positivos sobre el trabajo de los funcionarios del servicio secreto. Enfatizaron que el servicio secreto "funciona bien" y aconsejan al gabinete que tempere sus expectativas con respecto al servicio secreto. "Un servicio de informaciones no podrá nunca impedir todos los posibles atentados y amenazas a la seguridad", dijo el presidente Havermans, antiguo alcalde de La Haya, en la presentación.
La comisión fue nombrada por el ministro Remkes, de Interior, tras las críticas al servicio secreto en torno a Fortuyn y la Casa Real. El informe estaba en prensa cuando fue asesinado Fortuyn. La comisión no vio motivos para realizar un estudio adicional sobre la pregunta de si el servicio secreto no había estado a la altura de sus funciones. "Se trata del funcionamiento del servicio, no de incidentes", declaró Havermans.
El AIVD se ha concentrado en los últimos años en evitar el terrorismo radical islámico. Por eso se dejó de prestar atención, según la comisión, a otros asuntos: el terrorismo clásico (como ETA e IRA), el activismo en pro de los derechos de los animales, el espionaje de servicios secretos extranjeros y la investigación sobre la integridad de los funcionarios. "Una situación indeseable", se concluye.
El servicio secreto ha "tenido algunos éxitos importantes", pero en relación con el énfasis en la discreción no son muy conocidos. Debido a que el servicio comparte muy poca información, el "AIVD pierde en legitimidad en su ambiente", advierte la comisión. La comisión elogia la reciente iniciativa del gabinete de reunir a representantes del AIVD y servicios policiales en un órgano permanente de coordinación (el llamado Información Antiterrorista).
Se critica la dirección del servicio. Este es "demasiado complejo", en parte porque hay "cuatro ministros y tres coordinadores nacionales" involucrados. "Debido a que el AIVD tiene demasiados jefes, es el AIVD es que decide de hecho a qué se da prioridad", concluó Havermans.
La comisión opina de que el servicio secreto en el futuro conservará las mismas funciones y atribuciones. Pero pide un "crecimiento cuantitativo y cualitativo substancial" dentro de dos años. Otra recomendación es ampliar los poderes de una comisión de supervisión. Esta comisión hasta ahora sólo estudia la legalidad del trabajo del AIVD, aunque debería también informar sobre su eficiencia. Según la comisión, esta ampliación conviene a la Cámara Baja.
18 de noviembre de 2004
©volkskrant
©traducción mQh
Estas son las principales conclusiones de la comisión Havermans, que tras ocho meses de una investigación "única" presentó el martes su informe El AIVD en proceso de cambio'. A pesar de las insuficiencias constatadas, los miembros de la comisión se muestran sorprendentemente positivos sobre el trabajo de los funcionarios del servicio secreto. Enfatizaron que el servicio secreto "funciona bien" y aconsejan al gabinete que tempere sus expectativas con respecto al servicio secreto. "Un servicio de informaciones no podrá nunca impedir todos los posibles atentados y amenazas a la seguridad", dijo el presidente Havermans, antiguo alcalde de La Haya, en la presentación.
La comisión fue nombrada por el ministro Remkes, de Interior, tras las críticas al servicio secreto en torno a Fortuyn y la Casa Real. El informe estaba en prensa cuando fue asesinado Fortuyn. La comisión no vio motivos para realizar un estudio adicional sobre la pregunta de si el servicio secreto no había estado a la altura de sus funciones. "Se trata del funcionamiento del servicio, no de incidentes", declaró Havermans.
El AIVD se ha concentrado en los últimos años en evitar el terrorismo radical islámico. Por eso se dejó de prestar atención, según la comisión, a otros asuntos: el terrorismo clásico (como ETA e IRA), el activismo en pro de los derechos de los animales, el espionaje de servicios secretos extranjeros y la investigación sobre la integridad de los funcionarios. "Una situación indeseable", se concluye.
El servicio secreto ha "tenido algunos éxitos importantes", pero en relación con el énfasis en la discreción no son muy conocidos. Debido a que el servicio comparte muy poca información, el "AIVD pierde en legitimidad en su ambiente", advierte la comisión. La comisión elogia la reciente iniciativa del gabinete de reunir a representantes del AIVD y servicios policiales en un órgano permanente de coordinación (el llamado Información Antiterrorista).
Se critica la dirección del servicio. Este es "demasiado complejo", en parte porque hay "cuatro ministros y tres coordinadores nacionales" involucrados. "Debido a que el AIVD tiene demasiados jefes, es el AIVD es que decide de hecho a qué se da prioridad", concluó Havermans.
La comisión opina de que el servicio secreto en el futuro conservará las mismas funciones y atribuciones. Pero pide un "crecimiento cuantitativo y cualitativo substancial" dentro de dos años. Otra recomendación es ampliar los poderes de una comisión de supervisión. Esta comisión hasta ahora sólo estudia la legalidad del trabajo del AIVD, aunque debería también informar sobre su eficiencia. Según la comisión, esta ampliación conviene a la Cámara Baja.
18 de noviembre de 2004
©volkskrant
©traducción mQh
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