van gogh en debate europeo
[Theo Koelé] Holanda logró imponer su curioso debate sobre normas y valores.
Rótterdam, Holanda. El premier Balkenende recibió preguntas difíciles sobre el foro europeo organizado por él mismo sobre normas y valores. Como sobre la destrucción' de mezquitas.
Al premier Balkenende le costó trabajo elevar su' discusión sobre normas y valores a nivel europeo. Tras el asesinato de Theo van Gogh, el primer ministro debe explicar a los extranjeros si Holanda sigue siendo el país tolerante que se piensa que es.
Y esto frente a una audiencia de miles de personas de todo el mundo. Con el escritor canadiense y experto en derechos humanos Michael Ignatieff como coordinador de las discusiones, que hizo preguntas difíciles sobre la destrucción' de mezquitas y de escuelas musulmanas. No se le ha escapado que un populista como el ex diputado por el VVD Geert Wilders apela a las masas. Y quiere saber si Holanda no ha idealizado la sociedad multicultural.
Es sábado, el día después de que intelectuales de alto nivel' cerraran una serie de conferencias sobre el llamado ideal civilizacional de Europa: ¿Es Europa una buena idea?' El lugar de los debates fue la antigua fábrica de Van Nelle en Rotterdam, una ciudad que fue elegida por sus organizadores porque en ella nació Erasmo. Un hombre que se sentía en casa en toda Europa, pero que presenció el hundimiento del continente en disputas religiosas, violencia y ansias de poder.
El presidente de la Unión Europea, Balkenende no lo ha tenido fácil, sentado entre importantes europeos como el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, el canciller austriaco Wolfgang Schüssel, el crítico escritor no-europeo Mario Vargas Llosa, y el príncipe jordano Hassan bin Talal.
"Holanda está en un estado de conmoción", constata el coordinador Ignatieff. ¿Es el populismo la respuesta? Balkenende se aferra a otros términos: sabiduría, capacidad de liderazgo, necesidad de una visión, cohesión social. Lo que sobre todo quiere es que el asesinato de Theo van Gogh, que es holandés, adquiera una dimensión europea. Mohammed B. dejó una carta sobre el cuerpo del cineasta, con las palabras: "Europa, vuestros días están contados".
Balkenende reconoce que Holanda ha callado durante mucho tiempo sobre los deberes de los inmigrantes, y que ha subestimado la radicalización entre los musulmanes. Pero esa no es razón para polarizar: "El riesgo es que vayamos demasiado lejos, que pongamos a unos grupos contra otros. Tenemos que ser responsables en nuestro uso de la libertad de expresión".
El célebre escritor latinoamericano Mario Vargas Llosa reacciona enérgicamente: "Yo soy partidario de una libertad de expresión total". Para el historiador alemán Fritz Stern hay sólo una limitación de esa libertad: no debes gritar "incendio" en medio de una multitud que no puede escapar.
El lunes discutirán en otras ciudades unos doscientos diplomáticos, escritores, artistas, científicos y políticos sobre el futuro de Europa. De los informes de esas reuniones cerradas se desprende que muchos están consumidos por las dudas y el pesimismo. Europa, dicen, no sabe qué hacer para limitar el creciente número de musulmanes dentro de sus fronteras. En ese contexto, la integración de Turquía en la UE es un asunto peliagudo. Por otro lado, los optimistas dicen: a través de Turquía se pueden extender por Oriente Medio los muy alabados valores europeos de libertad, tolerancia y solidaridad.
Balkenende está muy satisfecho con el resultado de la serie de debates. "Cuando comencé, nadie se lo tomaba en serio. Pero hemos logrado que mucha gente hable sobre temas como el respeto y la libertad".
Austria continuará la discusión como el próximo presidente de la UE: en 2006, para el 250 aniversario del nacimiento de Mozart, que, como Erasmo, era un cosmopolita europeo.
6 de diciembre de 2004
©volkskrant
©traducción mQh
Rótterdam, Holanda. El premier Balkenende recibió preguntas difíciles sobre el foro europeo organizado por él mismo sobre normas y valores. Como sobre la destrucción' de mezquitas.Al premier Balkenende le costó trabajo elevar su' discusión sobre normas y valores a nivel europeo. Tras el asesinato de Theo van Gogh, el primer ministro debe explicar a los extranjeros si Holanda sigue siendo el país tolerante que se piensa que es.
Y esto frente a una audiencia de miles de personas de todo el mundo. Con el escritor canadiense y experto en derechos humanos Michael Ignatieff como coordinador de las discusiones, que hizo preguntas difíciles sobre la destrucción' de mezquitas y de escuelas musulmanas. No se le ha escapado que un populista como el ex diputado por el VVD Geert Wilders apela a las masas. Y quiere saber si Holanda no ha idealizado la sociedad multicultural.
Es sábado, el día después de que intelectuales de alto nivel' cerraran una serie de conferencias sobre el llamado ideal civilizacional de Europa: ¿Es Europa una buena idea?' El lugar de los debates fue la antigua fábrica de Van Nelle en Rotterdam, una ciudad que fue elegida por sus organizadores porque en ella nació Erasmo. Un hombre que se sentía en casa en toda Europa, pero que presenció el hundimiento del continente en disputas religiosas, violencia y ansias de poder.
El presidente de la Unión Europea, Balkenende no lo ha tenido fácil, sentado entre importantes europeos como el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, el canciller austriaco Wolfgang Schüssel, el crítico escritor no-europeo Mario Vargas Llosa, y el príncipe jordano Hassan bin Talal.
"Holanda está en un estado de conmoción", constata el coordinador Ignatieff. ¿Es el populismo la respuesta? Balkenende se aferra a otros términos: sabiduría, capacidad de liderazgo, necesidad de una visión, cohesión social. Lo que sobre todo quiere es que el asesinato de Theo van Gogh, que es holandés, adquiera una dimensión europea. Mohammed B. dejó una carta sobre el cuerpo del cineasta, con las palabras: "Europa, vuestros días están contados".
Balkenende reconoce que Holanda ha callado durante mucho tiempo sobre los deberes de los inmigrantes, y que ha subestimado la radicalización entre los musulmanes. Pero esa no es razón para polarizar: "El riesgo es que vayamos demasiado lejos, que pongamos a unos grupos contra otros. Tenemos que ser responsables en nuestro uso de la libertad de expresión".
El célebre escritor latinoamericano Mario Vargas Llosa reacciona enérgicamente: "Yo soy partidario de una libertad de expresión total". Para el historiador alemán Fritz Stern hay sólo una limitación de esa libertad: no debes gritar "incendio" en medio de una multitud que no puede escapar.
El lunes discutirán en otras ciudades unos doscientos diplomáticos, escritores, artistas, científicos y políticos sobre el futuro de Europa. De los informes de esas reuniones cerradas se desprende que muchos están consumidos por las dudas y el pesimismo. Europa, dicen, no sabe qué hacer para limitar el creciente número de musulmanes dentro de sus fronteras. En ese contexto, la integración de Turquía en la UE es un asunto peliagudo. Por otro lado, los optimistas dicen: a través de Turquía se pueden extender por Oriente Medio los muy alabados valores europeos de libertad, tolerancia y solidaridad.
Balkenende está muy satisfecho con el resultado de la serie de debates. "Cuando comencé, nadie se lo tomaba en serio. Pero hemos logrado que mucha gente hable sobre temas como el respeto y la libertad".
Austria continuará la discusión como el próximo presidente de la UE: en 2006, para el 250 aniversario del nacimiento de Mozart, que, como Erasmo, era un cosmopolita europeo.
6 de diciembre de 2004
©volkskrant
©traducción mQh
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