identifican a asesino de reportero en perú
[Rick Vecchio] La policía peruana informó haber identificado a un notorio traficante de cocaína peruano como el cerebro tras el asesinato en 1989 de un reportero del Tampa Tribune.
Lima, Perú. Hace quince años, el periodista de Florida, Todd Smith, fue asesinado después de que se internara en la selva peruana para investigar los lazos entre las guerrillas de Sendero Luminoso y el tráfico de cocaína.
En esa época, el ministerio del Interior de Perú dijo que el reportero de 28 años del Tampa Tribune había sido capturado por los rebeldes maoístas y posiblemente vendido a traficantes de cocaína por 30.000 dólares, la recompensa ofrecida por cualquier sospechoso de ser un agente anti-narcóticos de Estados Unidos.
En abril de 1993, un tribunal secreto anti-terrorista sentenció al miembro de Sendero Luminoso, José Manrique, a 30 años de prisión por su implicación en el asesinato.
Un funcionario de la embajada estadounidense confirmó que Manrique, la única persona juzgada y condenada por el asesinato, fue dejado en libertad anticipadamente. Los detalles de su liberación fueron muy superficiales.
Ahora ha salido a la luz la transcripción de ese juicio secreto, incluyendo un informe del servicio secreto que identifica a Fernando Zevallos -el más notorio traficante de cocaína del Perú- como uno de los cerebros detrás del asesinato de Smith, informó la Associated Press AP.
Las actas completas del juicio las consiguió el Instituto Prensa y Sociedad, del Perú, una organización en pro de la libertad de prensa auspiciada internacionalmente.
Terry Parham, director del despacho limeño de la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos DEA no quiso comentar la supuesta implicación de Zevallos en el asesinato de Smith, pero dijo a la AP: "Fernando Zevallos es el Al Capone del Perú, y creo que eso lo dice todo".
De acuerdo a uno de los varios detallados informes del servicio de inteligencia en la transcripción, los guerrilleros que torturaron y estrangularon a Smith trabajaban para Zevallos y dos hermanos implicados en el tráfico de drogas, Arnulfo y Moisés Zamora.
Los tres supuestamente querían matar a Smith porque creían que había descubierto informaciones sobre el futuro transporte de casi tres toneladas de cocaína semi-procesada de la ciudad de Uchiza en la selva peruana hacia Colombia.
El importante diario El Comercio, de Perú, citó el domingo un fragmento de uno de los informes del servicio secreto, que dice que Zevallos llamó a una reunión de traficantes de cocaína y los guerrilleros e "hicieron un plan y coordinaron a los designados para liquidar al gringo".
Pero detectives peruanos dijeron a la AP que otros informantes confidenciales identificaron a Arnulfo Zamora como el que dio la orden.
Zevallos no pudo ser localizado, pero su abogado en Miami, David B. Rothman, dijo: "Durante más de una década se han hecho acusaciones anónimas, engañosas, bajo coerción y pagadas contra Fernando Zevallos por supuestos actos criminales. Jueces, fiscales, expertos financieros peruanos y estadounidenses, un renombrado analista de poligrafía y más recientemente un agencia de investigaciones reconocida internacionalmente han demostrado que esas acusaciones son falsas".
Smith, que aspiraba a transformarse en corresponsal extranjero, estaba en Perú en vacaciones de trabajo.
Su cuerpo fue encontrado con huellas de golpes y estrangulado el 21 de noviembre de 1989 cerca de Uchiza, a 400 kilómetros al nordeste de Lima. Una nota dejada junto a su cadáver indicaba que los asesinos creían que era un agente anti-narcóticos norteamericano.
La transcripción del juicio secreto muestra que el testigo clave de la acusación contra Manrique era un informante pagado por Estados Unidos, Reynaldo Beltrán.
Beltrán identificó a Manrique como uno de los guerrilleros que lo hizo prisionero junto con Smith después de que hubieran sido vistos hablando en la plaza mayor de Uchiza. Dijo que escapó después de que los guerrilleros le soltaran las manos para usar la cuerda con la que estrangularon a Smith.
Beltrán no mencionó a traficantes de cocaína en su testimonio.
De acuerdo a documentos de la DEA obtenidos por la AP, Zevallos poseía una compañía de viajes aéreos en la selva, Tausa, y durante la última parte de los años ochenta utilizó Uchiza como su base de operaciones para hacer frecuentes cargos de cocaína semi-procesada hacia Colombia con su flota de avionetas Cessna y Mitsubishi.
Zevallos y Arnulfo Zamora fueron enjuiciados en Lima este año junto con 10 cómplices por su supuesto rol en la más grande operación de tráfico de cocaína del Perú de la década pasada -el requisamiento en 1995 de 3.3. toneladas de cocaína con destino a Guadalajara, México. Zevallos, que podría ser condenado a quince años de prisión si es declarado culpable, se encuentra en libertad.
Arnulfo Zamora murió en prisión de cáncer al estómago la semana pasada, dijo un funcionario policial peruano. Moisés Zamora fue asesinado en 1999, dijo un segundo funcionario policial.
Smith se dirigió a Uchiza sin acompañantes, contra el consejo de funcionarios de la embajada norteamericana. Entrevistó a miembros de la cooperativa agrícola local, que lo llevaron a ver un área de colinas plantadas con coca -la materia prima de la cocaína.
El día antes de su salida de la región, se le aconsejó que no era seguro pasar la noche en un hotel, por lo que pasó la noche en un local del ayuntamiento.
Al día siguiente se marchó hacia la pista de aterrizaje en las afueras de Uchiza y fue visto por última vez hablando con Carlos Arevela, un vendedor de billetes de Tausa, dice el informe del servicio secreto. Cuatro hombres fuertemente armados emergieron de la vegetación. Uno de ellos agarró a Smith y lo obligó a subir a un camión.
Durante los días siguientes, Smith fue trasladado por los guerrilleros desde un hotel de propiedad de uno de los hermanos Zamora hacia dos locaciones cercanas en la selva, dice el informe del servicio secreto.
13 de diciembre de 2004
©miami herald
©traducción mQh
En esa época, el ministerio del Interior de Perú dijo que el reportero de 28 años del Tampa Tribune había sido capturado por los rebeldes maoístas y posiblemente vendido a traficantes de cocaína por 30.000 dólares, la recompensa ofrecida por cualquier sospechoso de ser un agente anti-narcóticos de Estados Unidos.
En abril de 1993, un tribunal secreto anti-terrorista sentenció al miembro de Sendero Luminoso, José Manrique, a 30 años de prisión por su implicación en el asesinato.
Un funcionario de la embajada estadounidense confirmó que Manrique, la única persona juzgada y condenada por el asesinato, fue dejado en libertad anticipadamente. Los detalles de su liberación fueron muy superficiales.
Ahora ha salido a la luz la transcripción de ese juicio secreto, incluyendo un informe del servicio secreto que identifica a Fernando Zevallos -el más notorio traficante de cocaína del Perú- como uno de los cerebros detrás del asesinato de Smith, informó la Associated Press AP.
Las actas completas del juicio las consiguió el Instituto Prensa y Sociedad, del Perú, una organización en pro de la libertad de prensa auspiciada internacionalmente.
Terry Parham, director del despacho limeño de la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos DEA no quiso comentar la supuesta implicación de Zevallos en el asesinato de Smith, pero dijo a la AP: "Fernando Zevallos es el Al Capone del Perú, y creo que eso lo dice todo".
De acuerdo a uno de los varios detallados informes del servicio de inteligencia en la transcripción, los guerrilleros que torturaron y estrangularon a Smith trabajaban para Zevallos y dos hermanos implicados en el tráfico de drogas, Arnulfo y Moisés Zamora.
Los tres supuestamente querían matar a Smith porque creían que había descubierto informaciones sobre el futuro transporte de casi tres toneladas de cocaína semi-procesada de la ciudad de Uchiza en la selva peruana hacia Colombia.
El importante diario El Comercio, de Perú, citó el domingo un fragmento de uno de los informes del servicio secreto, que dice que Zevallos llamó a una reunión de traficantes de cocaína y los guerrilleros e "hicieron un plan y coordinaron a los designados para liquidar al gringo".
Pero detectives peruanos dijeron a la AP que otros informantes confidenciales identificaron a Arnulfo Zamora como el que dio la orden.
Zevallos no pudo ser localizado, pero su abogado en Miami, David B. Rothman, dijo: "Durante más de una década se han hecho acusaciones anónimas, engañosas, bajo coerción y pagadas contra Fernando Zevallos por supuestos actos criminales. Jueces, fiscales, expertos financieros peruanos y estadounidenses, un renombrado analista de poligrafía y más recientemente un agencia de investigaciones reconocida internacionalmente han demostrado que esas acusaciones son falsas".
Smith, que aspiraba a transformarse en corresponsal extranjero, estaba en Perú en vacaciones de trabajo.
Su cuerpo fue encontrado con huellas de golpes y estrangulado el 21 de noviembre de 1989 cerca de Uchiza, a 400 kilómetros al nordeste de Lima. Una nota dejada junto a su cadáver indicaba que los asesinos creían que era un agente anti-narcóticos norteamericano.
La transcripción del juicio secreto muestra que el testigo clave de la acusación contra Manrique era un informante pagado por Estados Unidos, Reynaldo Beltrán.
Beltrán identificó a Manrique como uno de los guerrilleros que lo hizo prisionero junto con Smith después de que hubieran sido vistos hablando en la plaza mayor de Uchiza. Dijo que escapó después de que los guerrilleros le soltaran las manos para usar la cuerda con la que estrangularon a Smith.
Beltrán no mencionó a traficantes de cocaína en su testimonio.
De acuerdo a documentos de la DEA obtenidos por la AP, Zevallos poseía una compañía de viajes aéreos en la selva, Tausa, y durante la última parte de los años ochenta utilizó Uchiza como su base de operaciones para hacer frecuentes cargos de cocaína semi-procesada hacia Colombia con su flota de avionetas Cessna y Mitsubishi.
Zevallos y Arnulfo Zamora fueron enjuiciados en Lima este año junto con 10 cómplices por su supuesto rol en la más grande operación de tráfico de cocaína del Perú de la década pasada -el requisamiento en 1995 de 3.3. toneladas de cocaína con destino a Guadalajara, México. Zevallos, que podría ser condenado a quince años de prisión si es declarado culpable, se encuentra en libertad.
Arnulfo Zamora murió en prisión de cáncer al estómago la semana pasada, dijo un funcionario policial peruano. Moisés Zamora fue asesinado en 1999, dijo un segundo funcionario policial.
Smith se dirigió a Uchiza sin acompañantes, contra el consejo de funcionarios de la embajada norteamericana. Entrevistó a miembros de la cooperativa agrícola local, que lo llevaron a ver un área de colinas plantadas con coca -la materia prima de la cocaína.
El día antes de su salida de la región, se le aconsejó que no era seguro pasar la noche en un hotel, por lo que pasó la noche en un local del ayuntamiento.
Al día siguiente se marchó hacia la pista de aterrizaje en las afueras de Uchiza y fue visto por última vez hablando con Carlos Arevela, un vendedor de billetes de Tausa, dice el informe del servicio secreto. Cuatro hombres fuertemente armados emergieron de la vegetación. Uno de ellos agarró a Smith y lo obligó a subir a un camión.
Durante los días siguientes, Smith fue trasladado por los guerrilleros desde un hotel de propiedad de uno de los hermanos Zamora hacia dos locaciones cercanas en la selva, dice el informe del servicio secreto.
13 de diciembre de 2004
©miami herald
©traducción mQh
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