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silencio en canal reaccionario


[Chris Kraul] RCTV, un frecuente crítico del presidente Chávez, no volverá a emitir en red pública. El gobierno se negó a renovar su licencia.
Caracas, Venezuela. Música folclórica venezolana, un documental cubano y fuertes dosis de propaganda oficial celebrando su ‘socialismo del siglo 21' destacaron el primer día caracterizaron la programación del nuevo canal de televisión que este lunes utilizará el espacio que había usado hasta hoy uno de los canales más antiguos y populares de Venezuela, un canal frecuentemente crítico del izquierdista presidente Hugo Chávez.
A medianoche del domingo, Radio Caracas Televisión, RCTV, dejó de emitir por primera vez en 53 años en la red pública después de que el gobierno de Chávez se negara a renovar su licencia de transmisión, acusando al canal de haber violado repetidas veces la ley de telecomunicaciones. Esa decisión, anunciada en diciembre, ha sido fuertemente criticada por grupos internacionales de defensa de la libertad de prensa, varios gobiernos e incluso algunos partidarios del mismo Chávez.
Las protestas empezaron el domingo noche en los alrededores de la oficina de la comisión nacional que regula las telecomunicaciones y continuaron hasta la mañana del lunes en varias universidades en el área de Caracas. La policía utilizó gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes que bloqueaban el lunes la entrada de una importante autopista.
También hubo en la ciudad manifestaciones en apoyo de la decisión del gobierno.
RCTV, una central de noticias y de programas de alta audiencia, fue remplazado por Televisora Venezolana Social, TVes, después de que, este fin de semana, la Corte Suprema otorgara al nuevo canal el derecho a usar las torres y microtransmisores de RCTV.
En una rueda de prensa final ante cientos de afligidos empleados de RCTV en los estudios en el centro de la ciudad el domingo noche, el jefe del canal, Marcel Granier, dijo que la negativa del gobierno a renovar la licencia del canal era parte de una campaña de Chávez para ahogar la libertad de expresión de la oposición. También llamó de "robo" la decisión de la Corte Suprema.
Ninguno de los tres mil empleados de RCTV fue despedido, en momentos en que el directorio intenta continuar las transmisiones en el cable o por satélite. Pero el decorador Valentín Martiradonna dijo que los despidos eran "inevitables. No podrán seguir manteniéndonos a todos".
Virginia Vera, anfitriona de un programa de llamadas que tiene un rating del sesenta por ciento, dijo: "Todos tenemos miedo".
Funcionarios de gobierno dijeron que no se había renovado la licencia por violaciones de las leyes que regulan la proyección de contenidos violentos o pornográficos. Andrés Izarra, ex productor de RCTV y hoy presidente de Telesur, uno de los tres canales oficiales iniciados por Chávez, defendió el cambio de canal, diciendo que no era una "confiscación, sino un caso de expiración de licencia... Esto conducirá a un mayor pluralismo de opiniones y la democratización de los medios de comunicación".
Pero la mayoría de los observadores mencionan las estridentes críticas de RCTV hacia Chávez y sus políticas como el principal motivo para no renovar la licencia. Como los otros canales importantes de Venezuela, RCTV apoyó al menos tácitamente el golpe de 2002 contra el presidente, dando instrucciones a los manifestantes y luego no informando al público que el golpe había fallado. Mientras que los otros canales importantes llegaron a acuerdos, según se comenta, con el gobierno de Chávez para moderar sus críticas, RCTV siguió con la política crítica que había asumido desde el intento de golpe.
"¿Qué gobierno en el mundo renovaría la licencia de un canal implicado en un golpe de estado militar?", dijo el asesor presidencial Alexander Main, observando que la última semana se renovaron las licencias de otros dos canales comerciales.
El cierre de la emisión provocó censuras del Senado norteamericano, la Unión Europea, la Asociación Interamericana de Prensa, y los gobiernos de Chile y El Salvador.
La mayoría de los venezolanos se oponen a cancelar la licencia de RCTV, de acuerdo a un reciente sondeo en Caracas de la firma de encuestas Datanalisis [antichavista]. Sin embargo, el índice de aprobación de la gestión de Chávez sigue siendo alto: el 64 por ciento.
"Este podría ser un error de Chávez, porque rompe la apariencia de democracia que ha logrado mantener, especialmente ante los europeos", dijo el presidente Datanalisis, Luis Vicente León.
Los llamados de último minuto de los trabajadores de RCTV pidiendo a Chávez que reconsiderara la medida no resultaron en nada.
Algunos consideraron irónica la decisión de Chávez, dado que RCTV, según algunos, mostró simpatía por el propio intento de golpe de estado de Chávez en febrero de 1992. Poco después, el canal emitió un popular culebrón titulado ‘Por estas calles', que presentaba a un juez honesto tratando de introducir reformas en un barrio pobre de Caracas. El culebrón logró ratings sin precedentes y se emitió durante dos años. Muchos atribuyen al culebrón que la opinión pública apoyara a Chávez, que fue elegido presidente en 1998.
El escritor de telenovelas, Ibsen Martínez, dijo en una entrevista que el presidente Chávez le pedía sus opiniones y que continuó su amistad con él, nombrándolo incluso en una comisión de reconciliación después del golpe de 2002. Pero, dijo Martínez, renunció después de que Chávez convirtiera la comisión en una "plataforma de sí mismo". Martínez dijo que creía que el presidente estaba tratando de limitar la opinión pública creando una "hegemonía" en los medios de comunicación.
"Chávez es típico de la izquierda latinoamericana, que ven la democracia y las instituciones libres como un medio para hacerse con el poder. Pero una vez que lo tienen, piensan que la democracia es sólo un truco de la burguesía", dijo Martínez.

chris.kraul@latimes.com

29 de mayo de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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