influencia iraní en iraq
[John F. Burns y Robert F. Worth] 1 Campaña iraquí hace surgir preguntas sobre influencia iraní. 2 Iraq acusa a Irán y Siria de terrorismo. 3 Alí el Químico será el primer cercano a Hussein en ser juzgado.
Bagdad, Iraq. El primer nombre de una lista de candidatos presentada la semana pasada por la poderosa alianza política encabezada por los chiíes ante la junta electoral iraquí, es el de Abdul Aziz al-Hakim. Fue la primera señal de que en las elecciones del 1 de enero, en las que la mayoría chií de Iraq muy probablemente superará a los votantes sunníes, Hakim puede emerger como el personaje político más poderoso del país.
Hakim, en la cincuentena, es un importante ejemplo de una clase de líderes chiíes iraquíes con estrechos vínculos con los ayatollahs que gobiernan Irán. Pasó casi un cuarto de siglo en el exilio en Irán. Su partido político, el Consejo Supremo de la Revolución Islámica de Iraq, fue fundado en Teherán, y su ala militar luchó junto a tropas iraníes durante la guerra de Irán-Iraq. Agentes secretos estadounidenses dicen que tiene estrechos lazos con los servicios secretos iraníes.
Para Estados Unidos, y para Jordania y Arabia Saudí, que tienen mayorías sunníes, la perspectiva de que Hakim y sus asociados lleguen al poder aumenta las preocupaciones sobre la futura influencia de Irán sobre Iraq.
Entre la minoría árabe sunní en Iraq el temor de un gobierno chií influido por Irán ha contribuido a impulsar una poderosa resistencia. Si grandes números de votantes sunníes boicotean las elecciones, y los grupos religiosos chiíes pro Irán dominan la asamblea nacional de 275 representantes que elegirán los votantes, algunos iraquíes temen que el país caiga en una espiral que conduzca a la guerra civil. Predicen conflictos entre milicias sunníes y chiíes, y entre los partidos seculares y los partidos religiosos chiíes.
Sin embargo, muchos iraquíes y expertos estadounidenses en Iraq creen que esos temores son exagerados. Dicen que los clérigos iraquíes en general muestran cautela hacia los gobiernos religiosos, en parte debido a una entronizada oposición doctrinaria entre los líderes religiosos chiíes al gobierno directo de los clérigos, y en parte debido a que saben que los sunníes lo resistirían violentamente.
Ahora que el miércoles empieza formalmente la campaña, la pregunta sobre la influencia iraní pesa fuertemente entre los 230 partidos y grupos políticos que han presentado listas de candidatos.
Ghazi al-Yawar, el jeque árabe sunní que fue nombrado presidente interino de Iraq, y el rey Abdullah de Jordania han ambos emitido serias advertencias.
En una entrevista con la BBC de Londres el lunes el jeque Yawar mencionó informes de que Irán había ingresado por la frontera iraquí de 1.500 kilómetros a cerca de un millón de personas en un intento de influir en las elecciones, y que dinero iraní fluía secretamente hacia los grupos religiosos chiíes que participan en las elecciones.
"Hay algunos elementos en Irán que están jugando un papel para influir en las elecciones", dijo.
Pero funcionarios estadounidenses e iraquíes dicen que muchos de los emigrantes que cruzan la frontera -en gran parte no custodiada- son familias iraquíes chiíes que huyeron de la represión de Sadam Hussein, especialmente después de la fallida insurrección chií tras la Guerra del Golfo Pérsico en 1991. Grupos de ayuda que operan en el lado chií de la frontera han sido que decenas de miles de iraquíes han sido obligados a volver a casa, y que la ciudadanía de otros muchos emigrantes sigue siendo poco clara en un área donde ha habido durante siglos un flujo incontrolado de árabes tribales.
También habla contra la perspectiva de una teocracia al estilo iraní en Iraq el hecho de que los clérigos iraquíes, a diferencia de los ayatollahs que dominan el gobierno de Irán, pertenecen en su mayoría a la escuela quietista' del islam, que sostiene que los clérigos no deben ejercer directamente el poder político. Un enérgico exponente de esa postura es el gran ayatollah Ali al-Sistani, el más poderoso clérigo chií de Iraq -nacido en Irán- que utilizó su enorme influencia para unir a grupos religiosos rivales en una alianza política. Hakim es quien encabeza esa alianza.
En sus raras entrevistas, Hakim también se ha pronunciado contra los clérigos en funciones de gobierno, diciendo que sólo deberían proyectar su influencia desde las mezquitas, no desde ministerios.
De acuerdo a rivales de Hakim dentro de la alianza chií, los estrechos lazos forjados con los clérigos en el gobierno de Irán durante su exilio se han conservado desde que él y otros en el Consejo Supremo volvieran a Iraq después del derrocamiento de Hussein. Esas fuentes dicen que el grupo de Hakim y otros partidos en la alianza, incluyendo a Dawa, reciben asesoría política y financiamiento desde Teherán. Funcionarios norteamericanos dicen que Irán, o al menos poderosas agencias controladas por el líder supremo de Irán, el ayatollah Ali Khamanei, han respaldado un amplio espectro de partidos, milicias y organizaciones benéficas que actúan como fachadas para sus actividades políticas aquí.
Hakim ha declarado que su partido respeta a Irán, pero que es independiente. En una entrevista con la revista New Yorker antes de la invasión de Iraq encabezada por Estados Unidos, dijo que la fuerza de esos grupos "no será usada nunca como una herramienta de una potencia extranjera".
Además, funcionarios iraquíes y estadounidenses dicen que las divisiones étnicas y culturales han provocado profundas fisuras históricas entre Irán e Iraq impiden que Iraq se transforme en un estado cliente de Irán. Guerreros árabes conquistaron gran parte de Oriente Medio hace 1.200 años; el territorio que es ahora Iraq era la frontera árabe. Los chiíes de Iraq, en su mayor parte árabes, dicen los funcionarios, han formado siempre una parte fundamental de las defensas avanzadas del mundo árabe contra las ambiciones persas, más recientemente cuando decenas de miles de chiíes iraquíes lucharon en las fuerzas armadas de Iraq durante la guerra con Irán de 1980 a 1988.
También hay encarnizadas rivalidades entre los chiíes iraquíes mismos, y dentro de los grupos religiosos con lazos con Irán. El partido de Hakim sospecha que el grupo leal a Moqtada al-Sáder, el clérigo chií que dirigió la insurrección contra los norteamericanos, está probablemente implicado en el asesinato de su hermano mayor, Muhammad Bakr al-Hakim, en agosto de 2003. De momento, esas rivalidades han sido contenidas de modo que los partidos religiosos chiíes se puedan unir para las elecciones, pero, a juzgar por las conversaciones entre los grupos, pocos creen que la tregua dure demasiado tiempo después de las elecciones.
También hay tensiones entre los partidos religiosos y seculares chiíes. Al mismo tiempo que Hussein dirigía gran parte de su brutalidad contra los revoltosos chiíes, su gobierno apoyó el laicismo y muchos chiíes dicen que preferirían pelear antes que someterse a los dictados de un estado islámico estricto.
"Finalmente, el pueblo iraquí tendrá que decidir: ¿Queremos una democracia secular o un régimen dominado por figuras religiosas?", dijo Adnan Pachachi, 81, antiguo ministro de Asuntos Exteriores y árabe sunní. "Un gobierno religioso -tengo la impresión de que el pueblo iraquí no tolerará una situación semejante por mucho tiempo. Puedo asegurarle que un montón de chiíes, creo que la mayoría, no quieren un gobierno dominado por figuras religiosas".
Funcionarios estadounidenses e iraquíes dijeron que sondeos encargados por el gobierno de ocupación y más recientemente por el gobierno interino del primer ministro Ayad Allawi muestran que los iraquíes de a pie, incluyendo a los chiíes, sienten una profunda desconfianza del gobierno religioso de Irán y se oponen fuertemente a un gobierno dominado por figuras religiosas.
"Grupos demasiado asociados con Irán pueden salir perjudicados", dijo un funcionario estadounidense en Bagdad, que tiene una larga experiencia en la región. De hecho, la nueva alianza chií casi se derrumbó la semana pasada cuando algunos miembros se quejaron de la prominencia de grupos con vínculos con Irán".
Sin embargo, muchos iraquíes comienzan a aceptar que hombres como Hakim jueguen probablemente un papel determinante en el futuro del país. Aunque a menudo lleva la capa de los clérigos y un turbante negro, que significa que su familia desciende directamente del profeta Mahoma, Hakim no es formalmente un clérigo, y en esto y en otras maneras sigue siendo una figura misteriosa. De las principales figuras políticas que compiten en las elecciones de enero, es probablemente el más retraído, evitando encontrarse con periodistas y expresándose fundamentalmente a través de ayudantes.
Muchos funcionarios estadounidenses e iraquíes dicen que el tema de la influencia iraní aquí refleja lo que llaman un temor plausible: el dominio chií en Iraq, junto con el gobierno chií de Irán, podría remodelar el mapa geopolítico de Oriente Medio. El desarrollo sería particularmente inquietante para los países fronterizos gobernados por sunníes y a lo largo del Golfo Pérsico, dicen los funcionarios, aumentando la amenaza de una creciente intranquilidad entre las largo tiempo oprimidas poblaciones chiíes.
"Lo que realmente están expresando es su temor ante la transición de un estado sunní a un estado chií", dijo un funcionario del gobierno de Bush involucrado en la formulación de la política sobre Iraq después de las observaciones hechas por Yawar y el rey Abdullah. "Eso toca las cuerdas emocionales, religiosas e históricas y significa cambios que no quieren. Es una enorme valla emocional que los sunníes de la región tendrán que aceptar".
Las preocupaciones han sacudido al estamento religioso chií e incitado a clérigos importantes a ofrecer garantías. En un sermón en Nayaf el viernes, Sáder al-Din al-Qabani, un influyente imán, trató el tema directamente y sugirió que algunos políticos sunníes estaban tratando de sembrar el antagonismo hacia los chiíes iraquíes evocando el espectro de un gobierno chií dominado por Irán.
"Algunos de nuestros líderes árabes tratan de engañar a sus pueblos, diciéndoles que si las elecciones siguen adelante será una victoria para los chiíes, y que una victoria chií implicará finalmente una victoria para Irán", dijo Qabani. "Pero los chiíes no son una amenaza para nadie. Después de décadas de opresión lo que buscan es una restitución de sus derechos".
La lista electoral entregada por la alianza chií la semana pasada mostraba precisamente lo poderosos que serían los grupos religiosos si se mantenían unidos. Aunque la lista no se hará pública sino el miércoles, cuando se cierra el período de inscripción, fuentes de la alianza dijeron que casi un 50 por ciento de los 228 candidatos de la alianza representan a partidos religiosos chiíes, la mayoría de ellos con lazos con el clérigo dominante de Irán. Otros en la lista, dijeron estas fuentes, son candidatos "independientes" que deben sus lugares a la presión del ayatollah Sistani, cuya oposición a la participación clerical directa no le ha impedido jugar entre bastidores un papel de árbitro de la política chií iraquí.
15 de diciembre de 2004
©new york times
©traducción mQh
IRAK ACUSA A IRÁN Y SIRIA DE TERRORISMO
Hakim, en la cincuentena, es un importante ejemplo de una clase de líderes chiíes iraquíes con estrechos vínculos con los ayatollahs que gobiernan Irán. Pasó casi un cuarto de siglo en el exilio en Irán. Su partido político, el Consejo Supremo de la Revolución Islámica de Iraq, fue fundado en Teherán, y su ala militar luchó junto a tropas iraníes durante la guerra de Irán-Iraq. Agentes secretos estadounidenses dicen que tiene estrechos lazos con los servicios secretos iraníes.
Para Estados Unidos, y para Jordania y Arabia Saudí, que tienen mayorías sunníes, la perspectiva de que Hakim y sus asociados lleguen al poder aumenta las preocupaciones sobre la futura influencia de Irán sobre Iraq.
Entre la minoría árabe sunní en Iraq el temor de un gobierno chií influido por Irán ha contribuido a impulsar una poderosa resistencia. Si grandes números de votantes sunníes boicotean las elecciones, y los grupos religiosos chiíes pro Irán dominan la asamblea nacional de 275 representantes que elegirán los votantes, algunos iraquíes temen que el país caiga en una espiral que conduzca a la guerra civil. Predicen conflictos entre milicias sunníes y chiíes, y entre los partidos seculares y los partidos religiosos chiíes.
Sin embargo, muchos iraquíes y expertos estadounidenses en Iraq creen que esos temores son exagerados. Dicen que los clérigos iraquíes en general muestran cautela hacia los gobiernos religiosos, en parte debido a una entronizada oposición doctrinaria entre los líderes religiosos chiíes al gobierno directo de los clérigos, y en parte debido a que saben que los sunníes lo resistirían violentamente.
Ahora que el miércoles empieza formalmente la campaña, la pregunta sobre la influencia iraní pesa fuertemente entre los 230 partidos y grupos políticos que han presentado listas de candidatos.
Ghazi al-Yawar, el jeque árabe sunní que fue nombrado presidente interino de Iraq, y el rey Abdullah de Jordania han ambos emitido serias advertencias.
En una entrevista con la BBC de Londres el lunes el jeque Yawar mencionó informes de que Irán había ingresado por la frontera iraquí de 1.500 kilómetros a cerca de un millón de personas en un intento de influir en las elecciones, y que dinero iraní fluía secretamente hacia los grupos religiosos chiíes que participan en las elecciones.
"Hay algunos elementos en Irán que están jugando un papel para influir en las elecciones", dijo.
Pero funcionarios estadounidenses e iraquíes dicen que muchos de los emigrantes que cruzan la frontera -en gran parte no custodiada- son familias iraquíes chiíes que huyeron de la represión de Sadam Hussein, especialmente después de la fallida insurrección chií tras la Guerra del Golfo Pérsico en 1991. Grupos de ayuda que operan en el lado chií de la frontera han sido que decenas de miles de iraquíes han sido obligados a volver a casa, y que la ciudadanía de otros muchos emigrantes sigue siendo poco clara en un área donde ha habido durante siglos un flujo incontrolado de árabes tribales.
También habla contra la perspectiva de una teocracia al estilo iraní en Iraq el hecho de que los clérigos iraquíes, a diferencia de los ayatollahs que dominan el gobierno de Irán, pertenecen en su mayoría a la escuela quietista' del islam, que sostiene que los clérigos no deben ejercer directamente el poder político. Un enérgico exponente de esa postura es el gran ayatollah Ali al-Sistani, el más poderoso clérigo chií de Iraq -nacido en Irán- que utilizó su enorme influencia para unir a grupos religiosos rivales en una alianza política. Hakim es quien encabeza esa alianza.
En sus raras entrevistas, Hakim también se ha pronunciado contra los clérigos en funciones de gobierno, diciendo que sólo deberían proyectar su influencia desde las mezquitas, no desde ministerios.
De acuerdo a rivales de Hakim dentro de la alianza chií, los estrechos lazos forjados con los clérigos en el gobierno de Irán durante su exilio se han conservado desde que él y otros en el Consejo Supremo volvieran a Iraq después del derrocamiento de Hussein. Esas fuentes dicen que el grupo de Hakim y otros partidos en la alianza, incluyendo a Dawa, reciben asesoría política y financiamiento desde Teherán. Funcionarios norteamericanos dicen que Irán, o al menos poderosas agencias controladas por el líder supremo de Irán, el ayatollah Ali Khamanei, han respaldado un amplio espectro de partidos, milicias y organizaciones benéficas que actúan como fachadas para sus actividades políticas aquí.
Hakim ha declarado que su partido respeta a Irán, pero que es independiente. En una entrevista con la revista New Yorker antes de la invasión de Iraq encabezada por Estados Unidos, dijo que la fuerza de esos grupos "no será usada nunca como una herramienta de una potencia extranjera".
Además, funcionarios iraquíes y estadounidenses dicen que las divisiones étnicas y culturales han provocado profundas fisuras históricas entre Irán e Iraq impiden que Iraq se transforme en un estado cliente de Irán. Guerreros árabes conquistaron gran parte de Oriente Medio hace 1.200 años; el territorio que es ahora Iraq era la frontera árabe. Los chiíes de Iraq, en su mayor parte árabes, dicen los funcionarios, han formado siempre una parte fundamental de las defensas avanzadas del mundo árabe contra las ambiciones persas, más recientemente cuando decenas de miles de chiíes iraquíes lucharon en las fuerzas armadas de Iraq durante la guerra con Irán de 1980 a 1988.
También hay encarnizadas rivalidades entre los chiíes iraquíes mismos, y dentro de los grupos religiosos con lazos con Irán. El partido de Hakim sospecha que el grupo leal a Moqtada al-Sáder, el clérigo chií que dirigió la insurrección contra los norteamericanos, está probablemente implicado en el asesinato de su hermano mayor, Muhammad Bakr al-Hakim, en agosto de 2003. De momento, esas rivalidades han sido contenidas de modo que los partidos religiosos chiíes se puedan unir para las elecciones, pero, a juzgar por las conversaciones entre los grupos, pocos creen que la tregua dure demasiado tiempo después de las elecciones.
También hay tensiones entre los partidos religiosos y seculares chiíes. Al mismo tiempo que Hussein dirigía gran parte de su brutalidad contra los revoltosos chiíes, su gobierno apoyó el laicismo y muchos chiíes dicen que preferirían pelear antes que someterse a los dictados de un estado islámico estricto.
"Finalmente, el pueblo iraquí tendrá que decidir: ¿Queremos una democracia secular o un régimen dominado por figuras religiosas?", dijo Adnan Pachachi, 81, antiguo ministro de Asuntos Exteriores y árabe sunní. "Un gobierno religioso -tengo la impresión de que el pueblo iraquí no tolerará una situación semejante por mucho tiempo. Puedo asegurarle que un montón de chiíes, creo que la mayoría, no quieren un gobierno dominado por figuras religiosas".
Funcionarios estadounidenses e iraquíes dijeron que sondeos encargados por el gobierno de ocupación y más recientemente por el gobierno interino del primer ministro Ayad Allawi muestran que los iraquíes de a pie, incluyendo a los chiíes, sienten una profunda desconfianza del gobierno religioso de Irán y se oponen fuertemente a un gobierno dominado por figuras religiosas.
"Grupos demasiado asociados con Irán pueden salir perjudicados", dijo un funcionario estadounidense en Bagdad, que tiene una larga experiencia en la región. De hecho, la nueva alianza chií casi se derrumbó la semana pasada cuando algunos miembros se quejaron de la prominencia de grupos con vínculos con Irán".
Sin embargo, muchos iraquíes comienzan a aceptar que hombres como Hakim jueguen probablemente un papel determinante en el futuro del país. Aunque a menudo lleva la capa de los clérigos y un turbante negro, que significa que su familia desciende directamente del profeta Mahoma, Hakim no es formalmente un clérigo, y en esto y en otras maneras sigue siendo una figura misteriosa. De las principales figuras políticas que compiten en las elecciones de enero, es probablemente el más retraído, evitando encontrarse con periodistas y expresándose fundamentalmente a través de ayudantes.
Muchos funcionarios estadounidenses e iraquíes dicen que el tema de la influencia iraní aquí refleja lo que llaman un temor plausible: el dominio chií en Iraq, junto con el gobierno chií de Irán, podría remodelar el mapa geopolítico de Oriente Medio. El desarrollo sería particularmente inquietante para los países fronterizos gobernados por sunníes y a lo largo del Golfo Pérsico, dicen los funcionarios, aumentando la amenaza de una creciente intranquilidad entre las largo tiempo oprimidas poblaciones chiíes.
"Lo que realmente están expresando es su temor ante la transición de un estado sunní a un estado chií", dijo un funcionario del gobierno de Bush involucrado en la formulación de la política sobre Iraq después de las observaciones hechas por Yawar y el rey Abdullah. "Eso toca las cuerdas emocionales, religiosas e históricas y significa cambios que no quieren. Es una enorme valla emocional que los sunníes de la región tendrán que aceptar".
Las preocupaciones han sacudido al estamento religioso chií e incitado a clérigos importantes a ofrecer garantías. En un sermón en Nayaf el viernes, Sáder al-Din al-Qabani, un influyente imán, trató el tema directamente y sugirió que algunos políticos sunníes estaban tratando de sembrar el antagonismo hacia los chiíes iraquíes evocando el espectro de un gobierno chií dominado por Irán.
"Algunos de nuestros líderes árabes tratan de engañar a sus pueblos, diciéndoles que si las elecciones siguen adelante será una victoria para los chiíes, y que una victoria chií implicará finalmente una victoria para Irán", dijo Qabani. "Pero los chiíes no son una amenaza para nadie. Después de décadas de opresión lo que buscan es una restitución de sus derechos".
La lista electoral entregada por la alianza chií la semana pasada mostraba precisamente lo poderosos que serían los grupos religiosos si se mantenían unidos. Aunque la lista no se hará pública sino el miércoles, cuando se cierra el período de inscripción, fuentes de la alianza dijeron que casi un 50 por ciento de los 228 candidatos de la alianza representan a partidos religiosos chiíes, la mayoría de ellos con lazos con el clérigo dominante de Irán. Otros en la lista, dijeron estas fuentes, son candidatos "independientes" que deben sus lugares a la presión del ayatollah Sistani, cuya oposición a la participación clerical directa no le ha impedido jugar entre bastidores un papel de árbitro de la política chií iraquí.
15 de diciembre de 2004
©new york times
©traducción mQh
IRAK ACUSA A IRÁN Y SIRIA DE TERRORISMO
Bagdad, Iraq. El ministro de Defensa iraquí, Hazem Chaalán, acusó el miércoles a Irán y Siria de fomentar el terrorismo en Irak, país azotado por una ola de atentados y ataques a horas del lanzamiento de la campaña para las elecciones de enero.
"El terrorismo en Iraq está fomentado por los servicios de inteligencia iraníes y sirios, así como por los seguidores de Saddam Hussein en colaboración con el grupo (del islamista jordano Abu Musab al) Zarqaui", agregó Chaalán ante oficiales superiores iraquíes y militares de alta graduación estadounidenses.
Desde Washington el presidente estadounidense George W. Bush advirtió a Teherán y Damasco que se abstengan de cualquier "intromisión en los asuntos internos de Iraq".
"Continuaremos comunicando claramente, tanto a Siria como a Irán -como harán otros países de la Coalición, entre ellos nuestros amigos los italianos- que no les conviene intervenir en los asuntos internos de Iraq", dijo Bush en conferencia de prensa con el jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi.
A diferencia de Siria, que todavía no reaccionó a estas declaraciones, Irán las tildó de "propagandísticas". "Es propaganda por necesidades internas iraquíes", declaró Abdolá Ramezanzadé, portavoz oficial iraní.
Al abordar la situación política iraquí, el ministro Chaalán criticó la lista electoral chiíta, calificándola de "iraní" y acusó a Husein al Chahrastani, que es uno de sus líderes, de ser un agente iraní.
"Trabajó dos años en el programa nuclear en Irán (...) y ahora vuelve con la pretensión de convertirse en el jefe del gobierno iraquí. No le dejaremos", dijo.
Chahrastani fue el principal responsable de la comisión de la energía atómica iraquí hasta 1979, cuando Hussein se convirtió en presidente.
Tras negarse a participar en el programa de armas nucleares, estuvo detenido 10 años en la siniestra cárcel de Abu Ghraib hasta 1991.
Más de 80 listas que agrupan a más de 5 mil candidatos competirán en las primeras elecciones plurales desde hace 51 años en Iraq, anunció la comisión electoral al expirar el plazo para presentar candidaturas.
Por otra parte Chaalán anunció que Alí Hasan al Majid, más conocido como Alí el Químico', consejero y primo del depuesto Saddam Hussein, será el primero de los ex dirigentes detenidos por el ejército estadounidense en sentarse en el banquillo de los acusados la próxima semana.
Está acusado de dar la orden de gasear a los kurdos de Halabja en 1988, de participar en la invasión de Kuwait en 1990 y de reprimir la sublevación chiíta en 1991.
En ese marco, la ola de violencia siguió azotando a Iraq el miércoles. Por la noche, siete personas murieron y 32 resultaron heridas en un atentado contra el representante del gran ayatolá Alí Sistani, quien está al frente de una lista electoral de mayoría chiíta que parte como favorita para los comicios.
En la región de Baaquba (al norte de la capital) otros cinco iraquíes murieron en diferentes ataques, indicaron fuentes de la Guardia Nacional.
La ola de violencia estuvo jalonada además por la muerte de un oficial de la policía iraquí en un ataque a 300 km al norte de Bagdad.
16 de diciembre de 2004
©univisión
ALÍ EL QUÍMICO' SERÁ EL PRIMER CERCANO A HUSEIN EN SER JUZGADO
"El terrorismo en Iraq está fomentado por los servicios de inteligencia iraníes y sirios, así como por los seguidores de Saddam Hussein en colaboración con el grupo (del islamista jordano Abu Musab al) Zarqaui", agregó Chaalán ante oficiales superiores iraquíes y militares de alta graduación estadounidenses.
Desde Washington el presidente estadounidense George W. Bush advirtió a Teherán y Damasco que se abstengan de cualquier "intromisión en los asuntos internos de Iraq".
"Continuaremos comunicando claramente, tanto a Siria como a Irán -como harán otros países de la Coalición, entre ellos nuestros amigos los italianos- que no les conviene intervenir en los asuntos internos de Iraq", dijo Bush en conferencia de prensa con el jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi.
A diferencia de Siria, que todavía no reaccionó a estas declaraciones, Irán las tildó de "propagandísticas". "Es propaganda por necesidades internas iraquíes", declaró Abdolá Ramezanzadé, portavoz oficial iraní.
Al abordar la situación política iraquí, el ministro Chaalán criticó la lista electoral chiíta, calificándola de "iraní" y acusó a Husein al Chahrastani, que es uno de sus líderes, de ser un agente iraní.
"Trabajó dos años en el programa nuclear en Irán (...) y ahora vuelve con la pretensión de convertirse en el jefe del gobierno iraquí. No le dejaremos", dijo.
Chahrastani fue el principal responsable de la comisión de la energía atómica iraquí hasta 1979, cuando Hussein se convirtió en presidente.
Tras negarse a participar en el programa de armas nucleares, estuvo detenido 10 años en la siniestra cárcel de Abu Ghraib hasta 1991.
Más de 80 listas que agrupan a más de 5 mil candidatos competirán en las primeras elecciones plurales desde hace 51 años en Iraq, anunció la comisión electoral al expirar el plazo para presentar candidaturas.
Por otra parte Chaalán anunció que Alí Hasan al Majid, más conocido como Alí el Químico', consejero y primo del depuesto Saddam Hussein, será el primero de los ex dirigentes detenidos por el ejército estadounidense en sentarse en el banquillo de los acusados la próxima semana.
Está acusado de dar la orden de gasear a los kurdos de Halabja en 1988, de participar en la invasión de Kuwait en 1990 y de reprimir la sublevación chiíta en 1991.
En ese marco, la ola de violencia siguió azotando a Iraq el miércoles. Por la noche, siete personas murieron y 32 resultaron heridas en un atentado contra el representante del gran ayatolá Alí Sistani, quien está al frente de una lista electoral de mayoría chiíta que parte como favorita para los comicios.
En la región de Baaquba (al norte de la capital) otros cinco iraquíes murieron en diferentes ataques, indicaron fuentes de la Guardia Nacional.
La ola de violencia estuvo jalonada además por la muerte de un oficial de la policía iraquí en un ataque a 300 km al norte de Bagdad.
16 de diciembre de 2004
©univisión
ALÍ EL QUÍMICO' SERÁ EL PRIMER CERCANO A HUSEIN EN SER JUZGADO
Alí Hassan Al Majid, conocido como Alí el Químico', será el primero de los ex colaboradores estrechos del depuesto líder iraquí Sadam Husein en ser juzgado, informó hoy el ministro interino de Defensa, Hazim Al Shalan.
La víspera, el primer ministro interino Iyad Alawi anunció que los juicios contra los ex colaboradores de Husein comenzarán la próxima semana y se llevarán a cabo en territorio iraquí.
Al Shalan aseguró que Alí el Químico', capturado el 22 de agosto de 2003, así como el resto de los ex miembros del gobierno de Husein, tendrá derecho a un juicio justo y podrá elegir a sus abogados defensores.
El proceso no será largo, ya que existen pruebas suficientes y testimonios de varios testigos para establecer la culpabilidad del acusado, consideró.
Al Majid, quien es primo de Husein, está acusado de la masacre de cinco mil kurdos que murieron en 1988 a consecuencia de un ataque con armas químicas durante la represión de la insurgencia en el norte de Iraq. Además, es acusado de participar en la represión de los rebeldes chiitas en el sur del país.
El acusado se desempeñó como gobernador de Kuwait durante la ocupación iraquí del emirato que precedió a la guerra de 1991 lanzada por una coalición internacional encabezada por Estados Unidos.
Al Majid fue dado por muerto durante un ataque contra posiciones de la resistencia antiestadunidense en Bagdad el 5 de agosto del año pasado, pero poco después fue detenido por el ejército de Estados Unidos.
El ex funcionario ocupa el número cinco en la lista dada a conocer por el Pentágono de los 55 ex miembros más buscados del gobierno de Husein.
Entre los dirigentes del gobierno anterior que se encuentran detenidos figuran el ex vicepresidente Tashin Ramadan y el ex canciller Tarek Aziz, además de varios miembros de la cúpula del partido Baath.
Los juicios se realizarán bajo la autoridad de un tribunal especial formado para estos procesos, pero hasta el momento se desconoce quiénes componen ese órgano judicial.
16 de diciembre de 2004
©crónica"
La víspera, el primer ministro interino Iyad Alawi anunció que los juicios contra los ex colaboradores de Husein comenzarán la próxima semana y se llevarán a cabo en territorio iraquí.
Al Shalan aseguró que Alí el Químico', capturado el 22 de agosto de 2003, así como el resto de los ex miembros del gobierno de Husein, tendrá derecho a un juicio justo y podrá elegir a sus abogados defensores.
El proceso no será largo, ya que existen pruebas suficientes y testimonios de varios testigos para establecer la culpabilidad del acusado, consideró.
Al Majid, quien es primo de Husein, está acusado de la masacre de cinco mil kurdos que murieron en 1988 a consecuencia de un ataque con armas químicas durante la represión de la insurgencia en el norte de Iraq. Además, es acusado de participar en la represión de los rebeldes chiitas en el sur del país.
El acusado se desempeñó como gobernador de Kuwait durante la ocupación iraquí del emirato que precedió a la guerra de 1991 lanzada por una coalición internacional encabezada por Estados Unidos.
Al Majid fue dado por muerto durante un ataque contra posiciones de la resistencia antiestadunidense en Bagdad el 5 de agosto del año pasado, pero poco después fue detenido por el ejército de Estados Unidos.
El ex funcionario ocupa el número cinco en la lista dada a conocer por el Pentágono de los 55 ex miembros más buscados del gobierno de Husein.
Entre los dirigentes del gobierno anterior que se encuentran detenidos figuran el ex vicepresidente Tashin Ramadan y el ex canciller Tarek Aziz, además de varios miembros de la cúpula del partido Baath.
Los juicios se realizarán bajo la autoridad de un tribunal especial formado para estos procesos, pero hasta el momento se desconoce quiénes componen ese órgano judicial.
16 de diciembre de 2004
©crónica"
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